Mostrando entradas con la etiqueta Alpinismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alpinismo. Mostrar todas las entradas

jueves, 24 de agosto de 2017

Peña Foratata (2341 mts) via Encantaclásicos (235 mts / V+) + Arlaud-Laffont (180 mts/ IV+)


" El que no lleva la belleza dentro del alma no la encontrara en ninguna parte":

Estamos de vacaciones y en el Pirineo y tenemos la suerte de disponer de un día para nosotros sólos. Los abuelos se quedan con el peque así que toca actividad. Después de valorar muchas alternativas me encantaría tener un día de alpinada completo junto a mi chica y si puede ser, algo que no hayamos hecho. Dudamos entre si ir al Balneario de Panticosa y repetir algunas de las vías, la vía "Interactiva" a la aguja de Pondiellos o incluso alguna sencilla al Midi (Contrafuerte oriental o así...). Al final nos decantamos por Foratata y esta vía por el lado Noroeste. No vamos con muchas expectativas y lo realmente especial del recorrido es que pasa por encima del forato o agujero que da nombre a la dama del valle de Tena.
Ni cortos ni perezosos pues, después de dejar al pequeño aviado y con el desayuno puesto, salimos de la casita rural rumbo al embalse de la Sarra. Vamos a intentar aproximar de forma directa siguiendo el camino que ya hemos recorrido en varias ocasiones del Trail Valle de Tena. Es decir saldremos hacia Respomuso por la GR y luego seguiremos las marcas amarillas hacia el valle del ministirio. De ahí por terreno indefinido hasta la pared. Por si acaso me he metido el track de la ruta en el GPS (al final nos hizo falta mirarlo para aproximar de forma lo más directa posible). La otra opción es aproximar por la ruta normal de Foratata y bajar a pie de vía por la pedrera.

Aquí tenéis el track que usé de wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14597003 me fue muy útil en varias ocasiones y no cuesta nada llevarlo en el movil.

Preparamos el material en el embalse de la Sarra y salimos rumbo a nuestro objetivo, al final 2 h de aproximación a pleno sol. No en vano son las 11h de la mañana y el día promete calor. Subida perdedora pero que hacemos bien hasta el valle del Ministirio , este año no pasaremos por aquí corriendo el Trail Valle de Tena como otras veces, no da para todo la vida. Luego hay que girar hacia Foratata e ir remontando lomas en dirección a la tapia. Hay un sendero que parece que viene de algún sitio no sabemos de donde y sube franco a la pared, nosotros lo cogimos a mitad y nos llevo sin perdida hasta pie de vía. La anecdota de la jornada fue que por el camino una manada de vacas decidió que yo era su pastor y me siguieron en rebaño y en formación un buen trecho con el consiguiente susto por mi parte y el descojone de Isabel. Al final conseguimos dejarlas atrás. Menos mal.


Son las 13h y estamos al inicio de la  vía por fin. Un triangulo muy marcado de roca nos ha ido orientando todo el rato. Desde abajo se observa el primer parabolt y la fisura limpia a superar para llegar hasta él. Hemos venido en busca de aventura y aquí la vamos a encontrar sin duda. Comemos algo y nos hidratamos, preparamos el material y me lanzo a darle.

La vía encantaclásicos consta de 5 largos semiequipados, con las reuniones con parabolts y de dificultad y calidad de roca variable. Ya no es una vía de loveclimbing. Hay que cacharrear algo, hay que tantear mucho y hay que andar con cuidado para no apedrear a tu compañero de cordada. Nervios bien templados y bailar ligero.




L1: 50 mts V+. Entrada por fisura a proteger de relativa buena roca. El 3 de camalot entra perfecto abajo y más arriba algún alien se puede colocar en condiciones. Luego un parabolt que marca el cambio de fisura a una de la derecha. El paso más complejo, la roca no es demasiado adherente y no hay canto neto pero se hace bien. Algún paso aislado más, todos bien asegurables con cacharros, y nos plantamos en una arista de roca dudosilla hasta un parabolt. Tenemos dos opciones para continuar escalando o salir de la arista a una placa hacía la reunión o seguir por la arista y luego juntarnos con el otro tramo. El paso de placa está asegurado con un bolt. Seguir la arista no, hay que meter algo aunque es más sencillo. Sin más hasta un pino que molesta para recuperar la cuerda bastante y luego a la reu. Quizá algo incomoda a la derecha. Isabel sube sin más problema recuperando todo y disfrutando de la escalada.


L2: 50 mts V+. Lo único de calidad de la vía. Comienza a la derecha por zona fácil hasta un clavo luego seguir los parabolts por un diedro abierto de curiosa roca. Cada vez más fácil. Arriba se puede poner algun alien para reforzar. Suficientemente equipado en mi opinión. No recuerdo bien el paso pero no me resultó dificil. Roca muy buena en este tramo. Reunion a la izquierda cerca del final del diedro bastante cómoda. Isabel disfruta mucho en este largo. Además es por la tarde y nos da buena sombra que se agradece con estos calores.


L3: 50 mts. IV. Y comienza el festival de la roca descompuesta. Salimos por todavía buena roca hasta un colladito y luego es continuar hasta la evidente canal que sube al forato evitando tirar media montaña. No meto un seguro en 30 mts porque no veo donde. Todo lo que tocas parece que se va a caer al suelo. Llego a una reunión abajo de un nicho y monto ahi. ERROR. No montar ahí y llegar al nicho donde hay otra reunión algo más incomoda pero tiene su explicación. Debajo del nicho estás protegido del bombardeo que inevitablemente va a llover. Yo lo pasé francamente mal escalando el siguiente largo e Isabel esquivando los proyectiles más.

L4: 55 mts. V. Largo que comienza con roca dudosa, continúa por roca ponzoñosa, atraviesa roca miserable y al final se arregla un poco. Primer seguro en el nicho, siguiente seguro 25 mts más arriba, el 0,5 de camalot o el rojo de alien, sobre todo para desviar la cuerda y que no arroje más cosas a Isabel. Bailo por lo descompuesto para no tirar nada y aún así cae una piedra del tamaño de un melón que rebota cerca de la cabeza de Isabel. Sufro mucho para no tirar nada. Evito todo lo que puedo lanzar y llega un momento en que me quedo paralizado. Me da miedo tirarle más cosas. Llego al forato y las vistas son preciosas pero no lo disfruto. El muro final equipado y de buena roca. No montar en una reunión de dos clavos. Sobre el forato tenemos una reunión cómoda con dos parabolts.


L5: 30 mts IV+. Largo curioso de pasar sobre el agujero. Roca mediocre pero aun hay algún seguro. Subida a repisa cómoda donde ya me pongo las zapatillas y recogemos una cuerda. Es hora de avanzar en ensamble. Aquí se acaba el equipamiento fijo. 


Y comienza la Arlaud-Laffont. Esa cordada mítica con un montón de vías y de corredores por todo el pirineo. Arista de avanzar en ensamble y practicar las técnicas oxidadas. Son unos tres largos que hago integramente por la arista buscando alguna vez algún paso más cómodo. Al parecer no iba por aquí pero no se hace mal. En el ultimo tramo dudamos entre si salir al sendero semimarcado de I o seguir por la arista. Me apoyo en un roca del tamaño de un televisor y tengo que saltar a otra porque decide irse pared abajo. Menos mal que no es una zona frecuentada esta pared Noroeste si no algo grave podría haber pasado. Avanzar en ensamble no quiere decir no meter cosas y no realizar correctamente el aseguramiento por picos de roca o cambiando de lado en la arista. Ensamble y seguridad deben ir unidos de la mano si no mejor ir sueltos. Sin más contratiempos llegamos a la cima en la soledad de la tarde. He visto a otros dos llegar cuando estabamos sobre el forato y a nadie más en todo el día.


La bajada la hacemos por los rápeles de la normal. Primero arista sencilla hasta una reunión. Luego rapel hasta un pino y luego hasta un colladito. Canal y bajamos en rapel hasta abajo. Perfectamente se puede destrepar sin problemas. De ahí hasta la cervecita en la Sarra 1 h de descenso a muerte. Disfrutando de la bajada, corriendo en tramos. Juntos de nuevo que se echaba de menos. Con una pequeña perdida que resuelve el GPS y más que contentos. Poco a poco las penurias de la vía se van diluyendo y la felicidad de volver a hacer una actividad de entidad juntos se impone por encima del resto de sentimientos.

Mi impresión de la vía es la siguiente. No vale la pena la panzada de andar para un largo bueno y el resto de nervios a flor de piel por el estado de la roca. Si tienes todo el pirineo en tu bolsillo y quieres probar algo nuevo pues ahí la tienes.

Material: Casco, cuerdas 2x 6mts, semaforo de Aliens, semaforo de Camalots + nº3, unas 10 cintas express alguna alargable para la arista.

Nos vemos por ahí arriba más pronto que tarde.

martes, 5 de julio de 2016

Arista de los Murcielagos al Pico del Aspe (2645 mts)



" La muerte nos sonríe a todos. Devolvámosle la sonrisa". Máximo Décimo Meridio. Gladiator.

Dos máximas he aprendido de esta espectacular jormada de montaña que vivimos el otro día... La primera es que cuando quedas con un Galve sabes donde empiezas pero no donde acabas. Y la segunda y más importante, no intentes seguir el ritmo de un jovenzano de 25 años cuesta arriba cuando le sacas mas de dos lustros. 

Para más aventuras como este no olvides tirar de un buen guía https://www.pirineosconguia.com .

Hora de quedada las 9 a.m.en Jaca. Subo desde Zaragoza y Chema me esperará allí. El plan ha ido variando como la previsión metereológica. Las tormentas amenazan y dan lluvia en algunas páginas desde el medio día y en otras a partir de las 17h. Con estos datos, pasan mil planes por nuestra cabeza que tenemos que desechar... Ordesa, Montañesa, Ansambere, Portalet... todo demasiado largo, o puede convertirse en largo. Tengo pendiente una vía cerca de Jaca, rápida aunque con mala roca y rara aproximación. El espolón Rabada-Montaner a Peña Oroel. Vía con equipamiento precario, roca precaria pero mucha historia.

Reencuentro después de meses sin vernos. Hay personas con las que aunque te juntes pocas veces conectas de una manera sincera. Los dos tenemos siempre una sonrisa en la cara y vemos el monte de la misma manera. Sin batallas que ganar, sin nada que demostrar pero sin miedo y con muchas mucha motivación e ilusión en todo lo que afrontamos. Siempre que nos juntamos se lía buena. Hoy no va a ser diferente.

Después del saludo, de comentar lo del tiempo y hablar de planes futuros nos preparamos para salir y me dice Chema "oye y si nos hacemos una arista del murciélago express, si corremos mucho antes de las 17 h estamos en el coche". Me echo a reir y sin pensarlo dos veces cambiamos de planes. Coche rumbo a Aisa y a la pista que lleva hacia el Aspe.



Buena carretera, recién asfaltada y bien indicada. Sin pierde posible. Llegamos al final de la pista y estacionamos cómodamente, quien va a haber hoy. Voy a hacer mis cosas mañanera que no me ha dado tiempo en casa mientras Chema prepara los trastos. Vamos a ir ligeros así que llevamos el siguiente material:
- Cuerda de 60 mts.
- 5 cintas express.
- 4 friends (0.25, 0.5, 1 y 2) y un juego de fisus pequeños.
- Descensores y un juego de Reu.
- Dos cordinos.
- Un bocata para dos, una botella de agua, un gel, un plátano y cuatro gominolas.

Vamos a muerte. Son las 10.10h. La idea, subir todo lo rápido que podamos hasta el paso de la garganta de Aisa, hacer la cresta en ensamble todo lo veloz que podamos y bajar volando al coche. ALPINRUNNING!. Salimos rumbo al Rigüelo y Lecherines. Luego giraremos a la izquierda por terreno indefinido pero cómodo hacia el paso. Pasamos por un canchal infame, aunque indicado con Hitos. Aquí doy fe de la segunda máxima del día, no seguir el ritmo de uno que tiene 12 años menos que tú. Avanzamos como rayos hasta la nieve, que aparece en cota 2100 mts y nos dificulta un poco la ascensión para ir en zapatillas. Está bastante dura y hay que ir con pies de plomo. Cada uno por un lado llegamos hasta el collado, libre de nieve. Nos ha costado 1h.45 aproximadamente desde 1430 mts hasta 2330 mts. Me salen +900 mts de desnivel... Uffff.. Nos preparamos con el material y nos encordamos en ensamble dándonos unos 15 metros de cuerda, comemos el plátano (no confundir con nos comemos el plátano...) y un gel, nos hidratamos.



Subimos hasta el primer resalte donde veo un clavo. Me tiro yo el largo en zapatillas, Chema sale detrás antes de terminar el largo, se ha acabado la comba. Llego a una reunión ya por terreno más facil y le recupero y me devuelve el material. Seguimos a ensamble por zona fácil ( I+/II ) en dirección hacia la aguja "Dondeestastú", hay un clavo para asegurarse.



Seguimos en el mismo orden por una chimenea que aseguro con un Friend, luego salgo a la derecha y ya vuelvo a ver la linea de clavos. Sin problemas pero ahorrando cintas porque sólo llevo 5 nos vamos acercando hacia la cima. Hay una reunión intermedia pero tiramos hasta arriba donde hay una cinta a modo de reunión y le recupero para juntarnos.



Un pequeños destrepe que aseguramos al hombro y nos enfrentamos a la placa vertical de la Aguja "Dondeestaestos" que según Chema era donde estaba el largo de IV+, como en todos los largos anteriores jajajaja. Bonita escalada por placa con muchos agarres y cosida a clavos también. Luego siempre con tendencia a la derecha cogemos una canal algo descompuesta al principio y subimos hasta la arista que nos lleva a la cima de este segundo gendarme. Ambientazo ya. Ante nosotros el muro final. Aquí si hay que montar un pequeño rapel, aunque se puede destrepar sin problemas (III+) buscando la ruta buena. Abajo en el collado nieve y un rapel montado por si quieres abandonar. Bonita subida se intuye desde el otro valle. Queda la parte final que afrontamos con alegría al grito de ALPINRUNNING!.



Como estoy on fire seguimos con esta configuración de cordada. Antes de salir un trago de agua y unas gominolas que me lo pide el organismo. No tenemos muy claro por donde ir, al principio hay clavos pero luego no es tan evidente y no recuerdo la reseña, hace años que la miré. Así que siguiendo la máxima de Rabada de "cuanto peor, mejor" decido tirarlo todo recto por un pedazo de fisura inclinada y un muro liso con extraplomo. Por aquí no va, hay que escaquearla por la izquierda o por la derecha según las reseñas. Donde hay clavos y menos dificultad.



Meto un friend del 2 a cañón. Me coloco, me cuelgo de los dedos en la fisura y me marco un taloneo a lo deportiva total con la pierna derecha, subo el cuerpo para superarme, estiro la mano, en la placa no hay nada, oh oh. Jajajajaja como está el tema, y yo en zapatillas. Empotro la rodilla en la fisura y hago el, desde ahora mundialmente conocido como, paso Gusano. Meto el friend del 0.5, me arrastro por la fisura inclinada con medio cuerpo y subiendo la rodilla hasta que cojo al fin una presa buena en el muro y salgo. Unos metros más arriba un clavo. Monto una reunión con el del 1 y el clavo y yo me anclo a un bloque. Le toca a Chema que llega al paso y dice que lo escaquea, coge el Friend del 2, pero le cuento la sorpresa, hay otro metido y tienes que subir por aquí. Mira el paso, lo intenta y se baja a ponerse los gatos. Mucha pluma y mucha cresta veo por aquí. Se escojona de mi paso gusano hasta que llega él y lo borda con un super estilo. Ah no! Se marca el mismo paso gusano con gatos! jajajaja. Menudas risas!. No sé que grado darle V+/6a o así.



Salimos pues a la derecha y otra vez nos salimos de la normal al coger otra chimenea con otro pasito para superar un bloque. Chema se sube sin cintas así que se apaña con los cintajos y los friends que si los ha cogido. Yo voy recogiendo en ensamble y subiendo por donde me lleva la cuerda.
En una reunión que nos saltamos, me encuentro unas zapatillas de regalo con un mosquetón, ya no le quedaba otro. Menudo regalo jajajajaja. Un poco más arriba cresteo fácil.
Llegamos a la última dificultad, un destrepe (hay cordino para rápel) y luego una grieta gigante que hay que superar. Aseguro al hombro, Chema baja y llega l hueco, esa grieta donde mejor no caerse, estira la pata y con su 1,90 llega como un señor, sigue subiendo hasta que salgo yo. Destrepo y me acerco a la grieta. Yo no llego. Jajajajaja. No me lo pienso y pego un salto al otro lado. Nos partimos de la risa los dos y llegamos juntos a la cima. Apenas quedan unos metros de trepada sencilla. Son las 14.25h. Hemos hecho la arista entera en 2h 30´... ALPINERUNNIG!!!.
Fotos de cima, recogemos el material, sobre todo los gatos que han sido muy útiles, y nos comemos ese pedazo de bocata de tortilla con jamón cocido cortesía del Galve, y un par de gominolas más. Unos buenos tragos de agua y los abrazos de rigor. Alguna foto artística más y un par de mensajes con el móvil. Hemos tenido cobertura casi todo el rato. Es hora de salir zumbando. El cielo se esta poniendo feo y nos queda una buena calcetinada aderezada con algo de nieve para darle el toque picante. Son las 14.45h cuando salimos hacia abajo.



Al principio de la bajada problemas con la nieve dura, pero pronto vemos hitos que van esquivándola. Zona karstica incómoda y cortante hasta que llegamos a un sendero y a correr para abajo que aún no nos hemos mojado pero vamos a ir justos. A tope disfrutando de la bajada. Vamos que llegamos antes de la tormenta!.... y lo hicimos 16.05h en el coche.

Más difícil fue encontrar un bar abierto para echar una cerveza. Al final bajamos hasta Jaca. Más risas y planes futuros. Despedida y cierre. Como siempre más que un placer.

Ficha Técnica:

Arista de los Murcielagos al Aspe 310 mts, D (V+/6a, AD IV+ por la ruta normal).
Abierta por Rabadá, Alcalde, Ansón y Vicente en 1962.
Desnivel: +1215 mts ( total acumulado 2430 mts). Alguno más por las subidas y bajadas.
Tiempo total de coche a coche: 5h 55 min. (2h 30´ la arista propiamente dicha).
Bien equipada casi integramente con clavos, llevar algo para meter por si acaso y por reforzar.
Roca decente, pero llamar a la puerta cuando consideréis.
Hecha integramente en ensamble y zapatillas (gatos opcionales).

Nos vemos por ahi arriba, más pronto que tarde!.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Ascension al Pico Espelunziecha (2397 mts) por el Corredor Norte



" Recuerda que de la conducta de cada uno depende el destino de todos". Alejandro Magno.

La nieve escasea, aunque parece que la cosa va a cambiar y algo más se alargará la temporada, crucemos los dedos. Si nos descuidamos tenemos que ponerle en breves ruedas a las tablas e inventar un nuevo deporte. Pero aprovechando un día de fiesta que tengo por ahí suelto, planteamos Félix y yo una actividad sencilla para quitarnos las ansias.
Invitamos a otro amigo, Toño, que nos comenta que siempre ha tenido ganas de hacer algo de travesía aunque confiesa que ha esquiado muy poco con esquíes, es más tablero. No nos mentía, poco poco lo que se dice poco le ha dado a los palillos. Eso sí, valiente es como ninguno.
El plan era más ambicioso de lo que al final, de forma inteligente, realizamos. Espelunziecha, Arroyeras, Culibillas y vuelta para abajo. Pero después de ver los comienzos dubitativos de nuestro neofito compañero decidimos variar los planes y unicamente hacer el Espelunziecha, pero le metemos un poco de salsa haciéndolo por el corredor norte. La bajada dependerá de las condiciones y de la habilidad del Titán de Toño. Una oeste hubiera sido grande pero...


Alquilamos tablas y material en Gorgol, en Sallent de Gallego y subimos a pistas, en concreto al Parquing de Anayet. Aprovecharemos la nieve por las pistas de la Glera, siempre respetando a los usuarios de las mismas, como muchas veces pongo. Después al collado y de ahí a la cara Norte. Es una clásica que garantiza un mínimo de nieve y cero de porteo. Preparamos todo en el coche y arrancamos la marcha explicándole la técnica a nuestro valiente novato. Poco a poco vamos ganando altura, colocando alzas y quitándolas, foqueando a gusto. Es una maravilla disfrutar de la montaña y del aire limpio. Una pequeña pausa en el desvió hacia la Glera. Hay poca nieve y bastante dura fuera de pista. El sol está velado y no la está transformando demasiado. Ya veremos como está arriba.


Llegamos al collado deleitándonos con la maravillosa estampa del Midi. Toño se asoma al corredor. Entre eso y pensar que luego tiene que bajar todo lo que subamos decide aligerar el peso de la "mochila". Mientras la gente que deja la Ratrack de pistas esquía alegremente cerca de él, jajajajajajaja... Una imagen que hubiera preferido no tener en la retina.

Estamos en cara norte y se nota, la nieve está francamente dura. Así que es momento de sacar las cuchillas y seguir avanzando. Toño al poco rato decide colocarse los crampones y el piolet, un terreno que controla mejor. Felix sigue un poco y decide también cambiar de método de ascensión. Yo prefiero continuar sobre las tablas siguiendo la huella desecha por la gente que ha subido andando, pero practicable hasta la parte final del corredor donde ya calzo crampones y saco el piolo.


Subida cómoda y vistas preciosas de los ibones de Anayet, del pico, del Midi, del sempipresente Balaitus, Arroyeras, Pala de Ip...Esperamos echando unas fotos para reunirnos todos y avanzar hacia la cima por la arista casi pelada. Bajaremos por el mismo sitio, la pala es franca y de poca inclinación. Por lo tanto dejamos aquí los esquíes y la mochila para hacer el último tramo más ligeros.
Y como no podía ser de otro modo...CIMA!!!! Día algo velado pero con vientos flojos y temperaturas demasiado elevadas para las fechas en las que estamos. Sólamente llevo dos capas y no tengo sensación de frío. Fotos y risas. Abrazo y momento de disfrutar de los conseguido. Un segundos de introspección para cada uno.


Ya estamos de nuevo cerca de la salida del corredor de bajada y toca montarse sobre los esquíes. Felix se marca el primer giro. Despúes se monta Toño y descubrimos que no recuerda como hacer la cuña... ay ay ay. Muy pacientemente Felix le apoya en sus primeros giros y sus primeras galletas. Hasta que a mitad de pala más o menos se centra y consigue descender prácticamente del tirón hasta los ibones. La nieve no ha trasformado y está dura y difícil de gestionar, pero esto es lo que tenemos.
Enfilamos ya la bajada hacia el barranco de Culibillas y Toño ha tenido suficiente esquí por hoy. Sabiamente decide bajar entero sobre sus pies mientras nosotros disfrutamos de una nieve algo más primavera y de varios giros encadenados hasta cerca de las pistas. Los torrentes no está cubiertos y no hay puentes de nieve así que nos vemos obligados a descalzarnos las tablas en tres ocasiones.. 
Esperamos a Toño comentando lo bonito de la jornada en un lateral de la pista de Anayet por donde baja la gente por la malísima calidad de nieve que queda. Una vez reunidos bajamos los tres más o menos juntos. Con estas tablas la nieve primavera se disfruta bastante. 
Y tal y como hemos venido, enteros y felices, nos vamos, no sin antes disfrutar de una maravillosa cerveza y de un torrezno por su sitio.


Muchos son los planes y los sueños, ya veremos qué podemos realizar. Toño eres un valiente. Isabel, te hemos echado de menos, sobre todo yo. Pero sabes que son tan amigos míos como tuyos y la alegría que desprendes siempre se echa en falta.

Nos vemos por ahí arriba más pronto que tarde espero.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Climbing MONT BLANC (‎4,810 m / 15,771 ft) 17/06/15 via Gouter



"The value of a climb is the sum of three inseparable elements, all equally important: aesthetics, history, and ethics". Walter Bonatti

This story begins a couple of months ago, right in the middle of the exams period at the university (I work as a lecturer). Jose, myself and five other fellow Chelegal club members have been planning this adventure for weeks, and the time has finally come! The climbing party is divided into three separate roped teams: Pincho and Toño (we have known and climbed with them for years); Rubén, Juan and Lolo at their own request (Rubén has some climbing experience but Juan and Lolo don't; they are friends with Rubén who assumes all responsibility); and Jose and me (it's my first time in the Alps but over the past few months I have gained significant experience thanks to the efforts of my husband and selfless instructor, Jose). We are (quite) a bit worried about Juan and Lolo's inexperience and apparent lack of awareness of what awaits them in the next couple of days, and we make our feelings known. We can't take responsibility for anyone else when we are up there; Rubén, Juan and Lolo understand.

Our little apartment is in the city of Saint Gervais, not far at all from Les Houches and the Bellevue cable car. After a (very) long van ride from Zaragoza we arrive at the heart of the Alps hungry and tired. The hour is late (for French standards, not so for Spanish ones) so a lovely Italian restaurant by the river becomes our first stop. A few pizzas and artisan beers later we all feel more than ready for bed so we head to the apartment for a well deserved full night's sleep (we wouldn't get another one for the following couple of nights).

Day 1. From Les Houches (1008 m) to the Refuge de Tete Rousse (3167 m)

It is early in the morning but not too much when we wake up after a surprisingly good night's sleep given the number of mountaineers sharing the place. In this world one learns very early that sleep does not come easy when one is surrounded by a bunch of snoring mountaineers; however, this lot of mountaineers either do not snore or my new silicon earplugs are miraculous (note to self: go buy two dozens more). We want to avoid the rush hour at Bellevue cable car, chiefly due to those who complete the ascent in two days (that is from the bottom to Gouter, and from Gouter to summit), so we aim to catch the second cable up to the Bellevue plateau (1800 m). We make it just in time and follow a large group of Americans with guides, and a few other people who's nationality is not so obvious, into the cable car. There is little space to breathe, let alone move, but the ride is not long. There is a little bar at the Bellevue plateau which offers food and drinks at reasonable prices; Jose and I get a hot beverage and join the others at the tramway station a few yards down the hill. The tramway du Montblanc is a hundred plus years old mountain railway which takes you to the Nid d'Aigle (2372 m) at the foot of Montblanc. The ride is lovely and highly advisable to all sort of mountain and nature lovers whether or not you are climbing Montblanc, as the views of the Bionnassay glacier from the top are simply breathtaking.


The weather looks almost as somber as the faces of those waiting to catch the train back down to Bellevue; we later learned that nobody had managed to summit that day due to the nasty weather and snow conditions. Still, we are feeling excited and nothing can alter that so we start the climb, slowly but surely, towards our first stop, the Refuge the Tete Rousse. A thick fog envelops all but the way is well marked by red dots and we follow the track without difficulty. The snowfields make their first appearance but there is no need from crampons. Technical stop by the hut de Les Rognes to rest and get something to eat and drink, and on with the second half of the trek. From here, still clearly marked the track follows a ridge up the mountain and gets a bit steeper with sections equipped with handrails, more for comfort than real necessity. We all get to the Refuge de Tete Rousse in good time and in good form; so far there are no signs of altitude sickness (but again, we have all been at this altitude before).

The Refuge de Tete Rousse is comfortable enough although some (not all) of the staff are a bit unhelpful (to put it nicely). The evening is spent in good company playing Rummikub and re-hydrating. By the way, be prepared to carry your own water, carry your own gas heater so you can melt the snow, or carry a lot of money to buy water, as there is none available at Tete Rousse, and none means none. Each 1,5 l bottle of water costs an abusive 5,50 euro! Now you are probably thinking, no problem! I can always carry water purification tablets... Wrong! The water tabs at the refuge are drier than your throat then you get there, which means no showers, no hand washing, not even flushing the toilets!, (this I can understand). Most seasoned mountaineers probably don't mind but I do. My trick is carrying wet wipes with me wherever I go; you never know when you are going to need them (not to self: make sure I rinse my hands thoroughly in the snow before putting my contacts in after use).

After a dinner of lentil soup, and something else which like Miguel de Cervantes "I do not care to remember", we assembly to discuss our options. The weather conditions are no better and it has begun to snow. Jose, Toño, Pincho and I decide that there is no point going to Gouter if our chances of reaching the summit are close to non-existent; there is a storm on its way dumping up to 50 cm of fresh snow on the slopes of Montblanc. The others grudgingly agree and we all go to bed feeling slightly uneasy.

Day 2. From the Refuge de Tete Rousse to the new Refuge du Gouter (3835 m)


I sleep very well in spite of the altitude and the snoring (thank God once again for silicone earplugs), and join the others for breakfast. We have no way to access the internet to check the weather forecast (pah!) so I call my parents who give me an up-to-date report from all the main websites. It is good news! The storm is coming early and we will have a clear night with strong winds for our attempt to summit. All the Americans and their guides are on their way up when we are finally ready to leave (including a seventy-something year old lady and her granddaughter!); we have all day to get to Gouter and time goes slowly when there is little to do and even less to see, as the obstinate fog continues to enshroud all.




Crampons on and ice axes in hand, we slowly begin the ascent. It's 8 am. We leave Tete Rousse behind to face the first section of the climb, a short walk up a snow covered slope and the infamous Grand Couloir (aka the bowling alley for obvious reasons; you become the skittle whilst the falling rocks become the balls). There are two friendly gendarmes a few meters up the slope asking people if they have a reservation at Gouter; beware, camping around the refuge is no longer permitted. The snow is hard at this time in the morning so we cross carefully but separately (there is a cable in case you want to secure yourself). I see a stone the size of an orange fall like a rocket two meters in front of me; it seems they don't call it the bowling alley for nothing. We take cover and wait for the others to get across; we can't stay here so we continue up a steep section equipped with ropes and wire cables. For the first time since we left Les Houches we are treading on technical terrain and Juan and Lolo's lack of experience is beginning to show. We regroup on a small plateau and wait for Rubén and Lolo, who is flippantly having a conversation with his special someone in Spain. After a prudential time, Rubén tells us to press on so Jose, Toño, Pincho, Juan and myself continue up the 550 m ridge to the Aiguille du Gouter and the old and now disused old Refuge du Gouter. The sometimes scramble sometimes easy climb up the ridge is a total pleasure. We encounter a few people on their way down who, judging by their broad smiles, must come straight from the summit.


The Refuge du Gouter is a wonder of engineering; resembling a gigantic egg, it is perched on the edge of the mountain, right on top of the Bionnassay glacier. We leave all our climbing gear downstairs (there are wire cables to secure your valuables with a lock if you remember to pack one; we didn't lock our stuff and it was all there the following morning) and take our boots off before stepping into the main building. There is a bar-restaurant-common room on the first floor which is made entirely of wood and is very comfortable and warm. We take a sit at one of the long tables and discover with pleasure that there is water running out of the water tabs! Water is non-drinkable but I can wash my hands so who cares! Lolo and Rubén arrive 30 minutes later. I try to organise a game of cards (I love a good game of anything really) but everyone feels more tired that the day before so we stay chatting and most of us drift off to the dormitories for a nap before dinner. The dormitories consist of rows of comfy and warm bunk beds with their separate mattresses, stuffy pillows and duvets; I'm in heaven. I manage to rest for about an hour before Jose wakes me up with the news that there aperitif is served downstairs. Feeling a bit lightheaded I follow him to the restaurant. Tomorrow is the big day so we discuss our strategy during dinner. Given the circumstances and what we have seen during today's ascent we suggest that Juan joins our roped team and Ruben and Lolo rope up together but they refuse. They want to summit together so we respect their decision. We have no symptoms of altitude sickness (at least apparently) but my poor heart is racing at 92 beats per minute just to keep me alive; Jose's is beating at 68 bpm but he drops down to around 30 when he's sleeping. You can definitely tell there's less oxygen up here! Tachycardia and all we go to bed early; tomorrow will be an early start!


Day 3. From the Refuge du Gouter to summit (4807 m) and back down to Les Houches

The alarm clock (that is to say Jose) wakes me up at 1:45 am; I cannot express with words how much I abhor this horrible (if absolutely necessary) moment. My feelings are quite mixed, a lot of excitement, loads of confusion and sleepiness, quite a lot of sullenness and that sensation at the pit of the stomach that persistently tells me that this is it; I am joining the scores of men and women who have attempted to reach the roof of Western Europe, the summit of Montblanc. Breakfast is served when we finally make it downstairs. I am not hungry but manage to drink a tea and eat a piece of sponge cake; I know I have to get some calories inside me and fast, but I am worried about feeling nauseous on the way up. I generally get pretty nasty dizziness and gastrointestinal symptoms when we walk in the dark with our headlamps on; we believe it may be due to some sort of travel sickness caused by the movement of the light as I walk, as the symptoms immediately disappear as soon as the sun comes up, but this time I have an ace up my sleeve! I have acquired the most potent headlamp I could find in the black market; the birds start singing and the marmots pop their heads out of their burrows when I switch it on. I sincerely hope it works.

Jose and I work like a well oiled machine and are roped up and ready to leave in a few minutes. Unfortunately, our friends are rather rusty and take quite a bit longer to prepare. Everyone is half way up the first ramps to the Dome du Gouter by the time we leave the Refuge, followed only by three Japanese who arrived quite late the previous evening in a pretty bad state. The view is amazing; a long line of headlamps zigzag up ahead of us and get lost in the immensity of the slopes of Montblanc. We need to get going so I lead the group setting a nice and slow pace to become accustomed to the effort. The night is cold but there is no wind so we decide not to wear our glove covers; we would pay for the mistake later. From Gouter to the Dome du Gouter there is hardly any difficulty apart from the risk of crevasses but there are none. I follow the tracks of the people ahead of us quite easily at first, but the wind is starting blow hard from the left and fresh powdery snow soon covers their nice and deep footprints on the snow.


It is beginning to get bright by the time we reach the Col des Domes, giving a miss to the Dome du Gouter which is only a few meters to our right. We can see the Valot hut (4362 m) a few meters up a steep slope so I push on; Jose's hands are nearly frozen and mine are not much better. The Valot hut is an emergency shelter which offers small comfort and even less warmth, but which allows you to get out of the merciless wind for a few minutes. Jose calls this place the refuge of the lost souls, where those who have renounced the summit and those who are willing to continue meet for a few brief moments. We drink water and (Jose makes me) eat an energy gel which gives some warmth to our bodies. I make use of the highly uncomfortable toilet and observe that someone has been sick; I suspect it is Lolo but he keeps it to himself. Rubén is not too good either and says he feels sleepy. We suggest that they turn back or wait for our return but they decide against it.



Time to go. I again lead the way but the effort of clearing a path in the powdery snow is killing me so we let Toño and Pincho take the lead. I can see the Bosses ridge right ahead and my spirits begin to falter. I have parachuted out of a plane, rock climbed, jumped into rivers from a (significant) height, all without skipping a beat; but I am terrified of the snow, especially when this snow covers the narrowest and most exposed ridge I have seen in my entire life. As Jose rightly says, it is irrational but I can't help it. I can honestly say I would have gladly turned around at this point if it hadn't been for him (thank you my love for your patience and for helping me on). In the end I manage to pull myself together, get my head down and follow Toño and Pincho onto the ridge. There is a nice and deep path carved in the snow by the tens of feet which have preceded us this morning and this calms me down a bit. It is not wide (about 50 cm), but with a good cramponing technique there should not be any problems (the snow was powdery and soft; I imagine things may look slightly different in icier conditions). We soon overtake them again as our pace is slightly faster (due to my anxiety and Jose's excitement perhaps?). We encounter quite a few people on their way down who cheer and encourage us on (their words of encouragement really did help a lot so thank you guys), but the battle is not over. I struggle to breath in this atmosphere; I have to take 5 deep breaths before I feel like I have enough air in my lungs; the end is near but I fall on my knees, exhausted. Seeing the state I am in, Jose takes the lead and clears a lovely path (fit for a hobbit given the nice and short length of his steps, thank you again darling) up the last ramps and onto the snow ridge to the summit. The blessed ridge has no end; twice we think we are there and twice we break into tears overwhelmed by the emotion, only we are not there yet. Finally, we see two mountaineers with their arms in the air and nothing around them; it must be the summit!


We have made it! Around us only air and a sea of clouds broken only by the 4000+ m colossi of the Alps. I cannot describe what goes through my head and my heart at this moment, only that I hug Jose and he holds me tight in a long and warm embrace. We take a quick picture and take our leave; the summit is only half way, the wind keeps blowing hard and the temperature is very low (if I thought I would be able to sit down at the top and wonder at the wild beauty of this desert of ice and snow, I was terribly mistaken). 



We find Pincho and Toño after about ten minutes of walking down the ridge; I am literally freezing on my feet so we exchange a few words and agree on regrouping in Gouter. A few minutes later Rubén, Juan and Lolo make their appearance; Lolo looks absolutely distraught as he wobbles his way up the ridge. He is not well and his rope partners know it, yet they choose to press on at their peril. Looks of disbelief between us and words of encouragement to them.

We fly down the ridge and the steep ramps that soon deposit us back on the Bosses ridge, overtaking less experienced (or more cautious) mountaineers on our way down. I am possessed by a mixture of excitement and fear which urges me down and away from what I perceive as mortal danger. Jose begs me to stop for a break and some food and water but I don't want to stop; I feel cold and I am painfully conscious of the hundreds of meters long falls to my right and left. There is a sheltered spot between the Grande Bosse and the Petite Bosse where I finally agree to stop; Jose is feeling hypoglycemic and needs calories fast. I had not realised he was so hungry and foolishly put us both in danger by (quite literally) dragging him down the ridge (serious note to self: I must learn to control my fears, real or perceived). My anxiety grows the longer we wait so we start back down after a couple of minutes. We make it to Valot in good time, where we again stop for a respite and a chat with a lovely couple from the UK. We sit in the sun in a spot which affords us a good, clear view of the ridge, and wait for our friends to appear. As soon as we are satisfied that Toño and Pincho are safely off the ridge we resume our descent (they waited for the last roped team just like we did with them).

It's 11 am when we get to Gouter; we have completed the ascent in 8 hours. Not bad! We are famished so we order drinks and some pasta, which Jose devours in an instant. Toño and Pincho arrive one hour later (we made a fast descent) feeling as tired as puppies (it's a Spanish saying; I couldn't resist). Given the state Lolo was in near the summit we calculate another hour before the third team arrives. However, time passes and even the three Japanese who left after us this morning have made it back safe and sound. We are getting worried; we are in no fit state to help them if something has happened to them, but we don't want to leave without them. At 1:30 pm it becomes clear that we are missing the last train back to civilisation. This means that we are going to have to walk all the way down to Les Houches in the purest old school alpine style (the last train departs at 5 pm; if you miss it, you get down by your own means). I try calling their mobile phones; they are off or out of coverage. Suddenly, the noise of helicopters flying overhead turns our anxiety into fear. Jose puts his crampons on and starts up the hill when one of the gendarmes confirms that three Spaniards have been lifted from Valot and taken down to Chamonix. It turns out that they were exhausted, Lolo was suffering from altitude sickness (no surprises there) and Juan had injured his knee whilst trying to control Lolo's fall at the bottom of the Bosses ridge.


It is well past 2:30 pm by the time we set off. We help and support each other down the ridge and across the Grand Couloir. My mind starts playing tricks again at the thought of becoming an unwilling skittle and Toño is not feeling much better, so Jose takes control and secures the section for us. We leave Tete Rousse behind and press on, retracing our steps from the days before. We are tired, its foggy and there is a long way ahead, but I enjoy the descent thoroughly. We sing and joke all the way down, take pictures and strengthen an already strong bond with Toño and Pincho (I would go with you guys to the end of the world). We follow the train tracks from Nid d'Aigle to Bellevue plateau, and take a pleasant route through the now green ski slopes and the beautiful woods down to Les Houches. It's well past 10 pm when we finally make it to the car-park in Les Houches, exhausted but proud of what we have achieved.

I don't want to finish this story without adding a final reflection. To me, climbing Montblanc has been the most exhilarating, terrifying and physically demanding activity I have ever attempted. I could not have made it without the help and support of my rock and my love, Jose. Together we can achieve anything. Having said this, there is a downside to every story and this is not an exception. I have learnt a few valuable lessons after this experience: I will never rent a van with people whose driving skills have not been tried and tested before (I was more scared on the way back to Zaragoza than at any time on the Bosses ridge); I will never embark on a project like this with people whose character, quality and experience are not known to me before (now I wonder if Lolo and Rubén's jokes about calling the helicopter, "at the end of the day it's free", the night before were said in more than mere jest); and I will always trust and rely on Jose (first and foremost), Toño and Pincho, three true Alpinists and friends.



See you guys up there!

miércoles, 24 de junio de 2015

Ascensión al MONTBLANC (4810 mts) 17/06/15 por Gouter PD


" La montaña no es como los humanos. La montaña es sincera". Walter Bonatti

Y aquí estamos, delante de esta pantalla, a punto de empezar a escribir una ascensión única y especial. Especial por la historia de la montaña, por el tiempo que llevaba deseando ir (pero por algún motivo o por otro no habíamos podido), especial por quien me acompaña. Especial por muchos motivos.
Qué os puedo decir que no hayáis leído ya sobre el Montblanc, el monarca de los alpes, el rey de la Europa occidental, la cuna del alpinismo. Inaccesible y duro por todas sus vías. Largo y lejano. Un sueño hecho realidad. Un sueño pero también un sitio donde se calibra a las personas. Y donde no se debe venir a jugar si no quieres acabar mal.
La aventura comienza hace unos meses; desde el club hay gente que quiere subir este pico en junio, y lanzan una llamada para los que se quieran sumar al proyecto. Nos lo planteamos, nos cuadran las fechas y decidimos apuntarnos. Lo cierto es que no conocemos a todo el mundo que va a ir, pero iremos, dejando siempre bien claro que funcionaremos como cordada independiente y que estamos para lo que haga falta pero no nos hacemos responsables de nadie. No sé si es una actitud egoísta o no, pero consideramos que sin conocer a parte de la gente, no podemos ni queremos bajo ningún concepto asumir más responsabilidad que la nuestra personal. Hay dos personas que han hecho muy poca montaña, y aunque físicamente son unos toros no tienen experiencia motivo por cual marcamos la distancia desde el principio. Yo nunca los hubiera invitado a algo así, pero ese soy yo. El plan es subir en tres días, durmiendo en Teté Rousse, Gouter y para abajo. Un plan clásico para aclimatar mejor. Aunque en contrapartida, nos lo jugamos todo a una carta con la meteo.


Al final vamos siete personas, Toño y Pincho por un lado (Alpinistas sinceros y que han compartido varias ascensiones con nosotros); Rubén, Lolo y Juan por otro; e Isabel y yo. Se hace una reunión de preparación a la cual no podemos acudir puesto que estamos de viaje de novios, pero nuestra postura queda patente desde el principio. Os la acabo de exponer antes. No nos hacemos cargo de nadie.
Os preguntaréis el porqué de esta introducción. Pero es un principio para explicar algunas de las cosas que sucedieron y que pudieron acabar en algo más que una anécdota, si no llega a ser por la actuación impecable de la gendarmería. 

Día 1: Desde les Houches a Teté Rousse.

Lunes por la mañana preparamos todo en el apartamento en Saint Gervais, en donde hemos dormido, y salimos rumbo al teleférico en Les Houches, que sube hasta Bellevue de 1020 a 1800 metros. Estamos nerviosos pero con ganas y con mucho mucho respeto. La meteo no pinta demasiado bien, por eso no sube mucha gente. Nos queremos dar una oportunidad y al menos tenemos intención de subir a Gouter y ver que ocurre. Llegamos arriba del teleférico, con que gusto pasaremos por aquí dos días más tarde; tomamos un café con leche y a por el tren de cremallera a Nid d´ Aigle (2372 mts). La subida es lenta pero constante y yo ya siento el come come en las tripas de que esto empieza. Mucha gente con guía y ningún español.


Llegamos a la estación y un grupo no muy numeroso de montañeros con caras de desolados esperan para bajar, ni una cumbre el día anterior. Mala meteo y mal tiempo. Nieve nueva y sin transformar hasta casi la cadera. Condiciones durísimas. Los que más lejos han llegado a Wallot y vuelven agotados. Esperemos bajar dentro de dos días con otra cara por aquí. La subida no tiene pérdida, bien señalizada con marcas rojas y flechas salva el desnivel entre la estación y el refugio de Teté Rousse (3167 mts), pasando por la cabaña de Les Rognes. En algo menos de 3h subimos con mucha tranquilidad y sin prisa los 800 mts de desnivel. Sin problemas, ruta de treking plácida con algún pasamanos innecesario. Desde una pequeña cabaña de información casi al final del recorrido, hasta el refugio tenemos una explanada de nieve y niebla, mucha niebla que lleva arrojando toda la subida. Se acerca la tormenta de verdad pero hemos llegado antes de comer. Un bocado que traemos de casa y a esperar. Pasamos la tarde jugando al Rummikub e hidratándonos. Otros se echan a dormir un rato. El refugio no está lleno y aunque no es incómodo no nos gustó demasiado. El trato no es malo, pero tampoco una maravilla, no hay agua ni para lavarse las manos, las botellas de "oro transparente" ya sabéis a 5,50€ y la cena lo cierto es que no fue una maravilla pero es lo que toca.


A mitad de tarde comienza a nevar con fuerza, copos finos, copos gordos... No cuajan demasiado a esta altura por la temperatura. A ratos aclara, a ratos sigue nevando. Tenemos que decidir qué hacemos. El martes lo dan relativamente claro hasta por la noche que entra una tormenta fuerte que acabará el miércoles no se sabe a que hora. Esto complica mucho, por no decir todo la ascensión. Y posiblemente el descenso.
Subir a Gouter no tendrá complicación pero al día siguiente no podremos salir a la hora normal en mitad del temporal y se esperan 50 cms de nieve... Tras varias conversaciones y los respectivos nervios decidimos esperar al día siguiente a las 8 am que ponen la meteo con fiabilidad. Después de mucho hablar creemos que es la mejor decisión, no decidir hasta saber. Con esas dudas nos vamos a dormir sin ninguna sintomatología de mal de altura pero con una decisión clara. Si no cambia el parte nos tendremos que dar la vuelta.

Dia 2: Desde Teté Rousse hasta Gouter:

El día amanece claro y con sol. Observamos delante nuestro la Aiguille de Bionassay y sus impresionantes glaciales colgantes... El mundo aquí arriba es diferente e impresionante. Hace 5 años que no estoy en Alpes pero siempre te deja con la boca abierta. Desde la terraza se ve arriba el nuevo refugio de Gouter (3835 mts), el viejo y por donde tenemos que subir, la arista de Payot, más conocida por todos como la Arista de Gouter. Son 700 mts de desnivel y son los más técnicos de toda la ascensión. Entre 1997 y 2011, 74 personas murieron y 180 resultaron heridas en este tramo. Aunque en las crónicas y reseñas de la gente leáis que es sencillo, no se puede uno descuidar y la altitud también juega su papel. Es sencillo si estás acostrumbrado a este tipo de terrenos.


Son las 8, aquí no queda ni el tato ya, las cordadas con guía han salido al toque de corneta. Por cierto quiero romper una lanza en favor de los guías. Muchos tienen mala fama, pero la mayoría son encantadores y gente de montaña. No dudan en aconsejarte si se lo preguntas y en darte ánimos o ayudarte. Por unos pocos se llevan la mala fama y no es justo. Llamamos a casa y escuchamos todos los partes. Milagro!! La tormenta se ha adelantado a la tarde y por la noche dan despejado pero con vientos de moderados a fuertes en altura. Nuestra oportunidad. Las dudas se disipan. Modo "a por ello" on. Nos equipamos todos y para afuera. Ascendemos tranquilamente por la nieve hasta un pequeño espolón de roca donde esperan unos gendarmes para que nadie suba sin reserva. 
Hablamos con ellos y nos confirman la previsión y nos desean suerte. Son gente agradable, atenta y hacen un trabajo encomiable. En apenas 30 minutos o menos nos plantamos delante de la temida "bolera", el grand Couloir o el corredor de la muerte. Esta repleto de nieve dura y parece bastante estable. La gente ha pasado con tranquilidad así que decidimos pasar sin encordar y ver como está. Es un momento nos plantamos al otro lado pero con susto. Una piedra del tamaño de un melocotón nos pasa por delante. Subidón de adrenalina y a resguardo. Avisamos a los demás que pasan rápido y sin complicaciones. El primer cable y los primeros tramos en mixto acto seguido. Las nubes cubren toda la zona alta y ya no se ve la arista. Tendremos que escalar entre la niebla que arroja y humedece la roca. No vemos como está la pared así que realizamos la ascensión con crampones. En la parte superior imprescindibles y a tramos también. Subimos en dos grupos. Todos juntos, salvo Lolo y Rubén, que suben a su ritmo, más tranquilos pero siempre a la vista. De vez en cuando nos vamos gritando para ver que todos van bien. Lolo me ha comentado que tiene problemas al tragar el agua (síntoma de mal de altura ??...).


Sólo hay que seguir con cuidado los puntos rojos y las flechas pintadas en las piedras, muchas opciones y muy entretenida, incluso podría definirla como divertida. Nos cruzamos con varias cordadas que han hecho cima en el día de hoy, al contrario que ayer todos los que bajan llevan una sonrisa de oreja a oreja. Nosotros seguimos a la marcha. Isabel siempre marcando el ritmo. En un momento dado, y a pesar de la niebla, ya se ve el refugio viejo a tiro de piedra. Quedan los muros más verticales, que no superan el III como mucho. Los cables la mayoría de las veces molestan más que ayudan. Intento realizar toda la arista en libre, así es mucho más divertida, y 500 mts de mixto para prácticas no se tienen todos los días. Han pasado unas 3h desde que salimos de Tete Rousse hasta el refugio viejo de Gouter. Llegamos a la barandilla muy sonrientes todos después del esfuerzo. Ha sido una bonita ascensión.
Tenemos mucho frío, la niebla es persistente y estamos a 3800 mts, gritamos a los que nos siguen pero no contestan, aunque se les veía claramente hace 15 minutos, que hemos hablado con ellos por última vez. Decidimos continuar hacia el refugio y esperarles allí. Una rampa  de nieve con maromas te espera entre Gouter viejo y nuevo... lo más duro del día jajajajaja.
Qué puedo decir del nuevo refugio de Gouter. Un hotel de 5 estrellas. Bien organizado, todo impecable, los baños casi más limpios que los de casa, gente atenta que habla alguno español, buen ambiente... Nos reunimos al poco rato y comemos. Le preguntamos a Lolo que tal está y parece que por un momento le enfada, que extraña reacción.


La dinámica es la misma del día anterior. Mientras alguno echa una cabezada reparadora otros hablamos y jugamos a las cartas. Pero siempre bien hidratados. Nos medimos las pulsaciones en altura... Isabel 92 ppm... Yo 68 ppm jajajajaja soy un fiambre. Lo cierto es que en reposo tengo 38 ppm, eso quiere decir que para mantenerme vivo la altitud exige un regimen significativamente más alto de pulsaciones. La tarde da para mucho hasta las 18.30h que dan la cena. Hablamos y preguntamos cómo está cada uno, para ser sinceros no veíamos a Lolo bien. En contra de lo que habíamos dicho nos ofrecemos a subir a Juan, uno de los novatos, en nuestra cordada y así evitar que la suya de tres se tenga que dar la vuelta entera si pasa algo, dando una oportunidad a alguien más de hacer cima. Les parece bien. Pero luego hablan entre ellos y deciden que quieren ir los tres juntos. No soy el padre de nadie, ni el jefe de nada, cada uno toma sus decisiones. Y de repente llega la tormenta!!. Menuda nevada brutal, nieve de todos los tipos, que aquí arriba sí que cuaja. 50 cms de nieve fresquita, lo mejor para andar al día siguiente. Continúa llegando gente, algunos con un claro mal de altura, mareados y con las pilas justas. Aunque no es tan esperpéntico como he leído por ahí, si que vomita alguno por arriba, otros tienen cara de muerto y a un japonés le viene justo para subir a la habitación, pero son los menos.
Aperitivo gratis para todos con té, cena maravillosa, con postre de lujo y a intentar dormir. Son las 20h y la diana sonará enseguida.

Día 3: Gouter- cima del MontBlanc (4810 mts): 

Y llegó la hora. Nos despertamos a las 01.45h. El desayuno está servido abajo y todo el mundo que va a intentar la cima está en marcha. Comemos lo que podemos con un gusanillo ya en la tripa. Nosotros bajamos donde está el material, en la sala de entrada y con la precisión y rapidez de años de práctica estamos preparados enseguida. Lamentablemente los demás no llevan el mismo ritmo. Esperamos unos 20 minutos y ya parece que al fin está todo. Ya estamos encordados los tres grupos y aún queda gente en el refugio. Salimos?!. No señor, Lolo se ha olvidado el Goretex con los nervios. A esperar otra vez. Al final, salimos media hora después de lo previsto, somos los penúltimos. Pero da igual, hay tiempo de sobra o quizá no... Empezamos a subir, giramos a la derecha en el desvío hacia el refugio viejo y la serpiente luminosa se muestra ante nosotros. Noche clara, algo de aire y más de 40 frontales subiendo en fila por la rampa de la Dome du Gouter... he visto cosas así varias veces... pero ninguna te emociona tanto como en este lugar. Es bonito y motiva a subir. Eres tú el que está aquí, casi parece irreal. Seguimos avanzando detrás de la fila luminosa, paso a paso. Se levanta un aire muy muy molesto. Con rachas de 40 kms/h que arrojan nieve sobre la cara. Lo que soplará arriba. Vamos una cordada detrás de otra pero sin perder comba ninguna. Pasamos debajo de un gran serac y nos acercamos a la loma del Dome. El alba pelea por asomar. Bajamos al Col du Dome. Con niebla un lugar perdedor y peligroso. Aquídejamos a las otras cordadas un poco atrás. Isabel es una máquina bajando, y ahora hay un pequeño descenso, tanta marcha lleva que casi me tira jajajaja. Repecho duro hasta Wallot por la izquierda, no subir ni bajar recto hay grietas, el sol asoma e ilumina la cima y lentamente baja a nuestro encuentro. Hemos cometido el error de no ponernos los sobreguantes y llegamos con las manos heladas a esa lata de sardinas llamada refugio. La gente sale y entra para buscar un poco de cobijo. Me quito los guantes y lloro de dolor conforme mis manos van recuperando sensibilidad. Las caliento como puedo, aguantando las punzadas intensas. Isabel me da animos preocupada por mi. Me tomo un gel que me revive. Ahora es ella la que sufre dolores y escalofríos, el frío le ha calado. Nos hidratamos y comemos lo que podemos. Vamos al baño y alguien ha vomitado (ha sido Lolo). Es un lugar extraño este refugio, es como el cobijo de las almas perdidas, donde los que no pueden y los que se mueren por subir se juntan y se miran de cerca a los ojos. Pero ha salvado muchas muchas vidas en caso de mal tiempo.


Respecto a nuestros compañeros Pincho esta perfecto y Toño tiene los pies helados pero bien, se los calienta quitándose las plantillas que tenía mojadas. La otra cordada no presenta el mismo estado desde mi punto de vista. Juan sólo tiene las manos heladas como nosotros pero Lolo se encuentra como ausente, en otro mundo, claramente tiene un incipiente mal de altura. Rubén tiene sueño y se quedaría a dormir allí mismo, esto tampoco es bueno, es otro sintoma de mal de altura. Yo veo la decisión clara y se lo dejo caer. Ellos deciden seguir, es su decisión y un riesgo que asumen.
Salimos de Wallot rumbo a nuestro objetivo final, no volveremos a parar hasta la cima. Las condiciones no ayudan. El viento sopla con intensidad y la huella se tapa de una cordada a otra. Toño y Pin toman la cabeza hasta la primera pala donde el aire golpea sin piedad. Casi arriba de la arista tomamos de nuevo el mando. Ahora tengo la certeza de que haremos cima. Isabel baja como una leona otra vez y llega el momento de subir a la famosa arista de les Bosses. Se remonta por un lado protegidos del viento y luego el estrecho paso que hacemos sin cruzarnos con nadie, ya baja gente pero muchos otros aún suben. He visto en otras reseñas y videos como más avanzada la temporada esta parte es nieve dura como el hielo. Una caída con esas condiciones debe ser mortal de necesidad.


La sonrisa de la gente que viene de cima es luminosa y te apoyan con sus ánimos y sus palmadas. Ya va quedando menos, pasamos por el borde de una grieta brutal, rodeándola por la derecha. Sólo quedan dos rampas y la arista somital, Isabel comienza a abrir huella pero está desfondada, hasta ahora ha ido en cabeza. Tomo el relevo y le abro una huella de pasos pequeños como le gusta. El aire no deja de azotarnos, pero seguimos adelante. Gritos de ánimo a mi peque. Sólo una rampa más. Sólo una rampa más. La huella desaparece tras nosotros. Luego serán dos rampas, no una, pero seguimos. Paso a paso peleando contra el aire. Baja casi todo el mundo. Pero adelantamos a gente todavía. Aquí arriba no se puede tontear hay que llegar y bajar lo más rápido posible. La arista cimera se acerca, la lucha es contra nosotros mismos,  yo me encuentro pletórico, algo cansado obviamente, y le transmito algo de fuerza a Isabel. Llegamos a la arista... que parece que no tiene fin. Pero lo tiene, vaya que si!!.


Al menos son 20 minutos de andar poco a poco ganando altura, sintiendo que ya lo has logrado. Lloramos de emoción y nos abrazamos. Vamos peque que casi lo hemos conseguido. Se ven las cabezas de dos personas que no suben más. El aire nos barre, el frío es intenso, muy intenso, pero aquí estamos, en la CIMA. Lloramos otra vez. Nos besamos y nos abrazamos. Unas fotos rápidas, un vistazo al resto de Europa desde lo más alto. Mar de nubes, islas de roca y nieve. Un sueño. Un logro. Nada será igual. Quizá estuviéramos menos de 5 minutos, pero un parte de ti se queda en cada montaña que subes. Y en esta un poco más que en las demás.


Nos damos la vuelta. Isabel tiene mucho mucho frío. Bajamos y a los 10 minutos nos encontramos con la segunda cordada, los incombustibles Toño y Pincho. Isabel sólo piensa en el descenso, les animo. Les queda poco. Al final les sacamos en cima 30´. Un abrazo pero no podemos parar, el frío y el viento están mermando a mi mujer, hay que volar hacia la seguridad del refugio. Ya hemos acabado la arista y al poco nos encontramos con la otra cordada. Lolo va desencajado, mirada de ido, anda raro, al final casi una hora de diferencia en cima. Los demás le siguen. Les animo y les digo que nosotros bajamos para abajo. Que esperaremos en Gouter.
En muy pocos minutos estamos de nuevo en les Bosses. Isabel me lleva a matacaballo. Adelantamos gente. Pasamos la arista, bajamos más. En un abrigo al sol le digo que necesito comer. Estoy hipoglucémico, desde la parada en el refugio ni un bocado, ni un trago. Un gel de absorción rápida y unas golosinas. Agua con sales. Siguiente parada Wallot. Hago unas fotos, charlamos con unos británicos muy majos y esperamos a ver a la segunda cordada cerca y seguros. En ese momento y sólo en ese comenzamos nuestro rumbo hacia Gouter. Nada podemos hacer por la cordada de atrás del todo. No tenemos comunicación. Toño y Pincho hacen lo mismo, esperar a que estén cerca y a la vista tras pasar Bosses, y seguir marcha. Nadie reclama la ayuda de nadie.  Llegamos al refugio de Gouter. Sanos y salvos pero famélicos. Platazo de pasta y cocacola y a esperar. Son las 11h am. Nos ha costado 8 h subir y bajar con paradas. Un tiempo de guía de libro y con las condiciones tan malas que encontramos. Estoy muy orgulloso de nosotros.

Y ahora empieza la otra historia...

Toño y Pincho llegan una hora más tarde, nos abrazamos, felicidad pura, ha sido duro pero lo hemos logrado. Han estado esperando en Wallot lo razonable, hasta ver cerca a la última cordada. El frío es intenso y la altura aprieta. La otra cordada no ha pedido auxilio por lo que deciden seguir hacia abajo. Así que nos disponemos a esperar, son las 12.20h. Tiempo límite para llegar al tren las 13 h., aunque por lo que tardan, estarán cansados y probablemente no lleguemos de ninguna manera, somos realistas. Se oye un helicóptero. Llega un gendarme y le preguntamos pero parece que son dos personas con mal de altura. No sabe nacionalidad. Parece que no son nuestros amigos. Menos mal.
Seguimos esperando y no llega nadie. Mirando por la ventana todo el rato, llamamos a los móviles y no los localizamos de ninguna manera, nerviosos y pasándolo francamente mal. Aunque funcionamos como cordadas independientes, uno no deja de preocuparse. Hacemos planes dependiendo de como lleguen. Nos ofrecemos a bajarlos a Tete Rousse y que duerman allí y luego bajamos hasta abajo, andando para que no perdamos el tren todos. Pero Toño y Pincho deciden esperarles también y bajar juntos. El tiempo pasa muy lento. Son las 14h. Decido calzarme botas y crampones y subir hasta donde pueda ver toda la subida al Dome y ver si los localizo. No deben estar demasiado lejos, o eso espero en el fondo de mi corazón. Subo para arriba y me cruzo con dos gendarmes y les pregunto por nuestros compañeros. Me preguntan si soy español y me dicen que han rescatado a tres españoles desde el coll del Dome. Les pregunto si estaban bien y me dice que sólo muy agotados y cosas leves.
Al menos la duda se ha resuelto, bajo a la carrera y nos preparamos para salir. Si vamos como leones aún llegamos. Paso rápido hasta Gouter viejo, comenzamos la bajada y sube mucha gente. Cruces y nieve. Pérdidas de tiempo. Recibimos una llamada desde Chamonix, están sanos y salvos. Decidimos no arriesgar y bajar seguros.


Me hago cargo de la situación como persona con más experiencia y encabezo la bajada poco a poco y por terreno lo más sencillo posible. Unos nos apoyamos en los otros, somos un equipo y funcionamos como tal dándonos soporte en los paso más expuestos. Las palabras de ánimo no faltan. La bolera. En la cabeza de Isabel y Toño pesa como una losa. No hay problema empalmo dos cuerdas, me aseguran y paso al otro lado, monto un pasamanos para Pincho y Toño. Sin contratiempos. Isabel se ata a la cintura y la recupero con el nudo dinámico. Último peligro superado. Sus mentes se relajan y ambos sonríen. La tensión se disipa igual que la claridad que tenáimos dando paso a las nubes.


Nos envuelve la niebla. Hay gente que nos sigue. De hecho algunos bajarían más o menos a la par nuestra hasta la estación de Bellevue. Llegamos a la caseta de información junto a Teté. Quitamos material y rehacemos la mochila. Ahora es Isabel la que asumirá la cabeza y nos bajará a un ritmo constante y alegre. De Teté Rousse hasta les Houches una bajada de las de antología. Primero entre la niebla, luego más claro y agradable el día. Pero aunque parezca extraño no se me hizo demasiado pesada. El glaciar de Bionassay nos vigila el descenso. Risas y fotos. Tragos de agua. Cabras y vías de tren. Senderos preciosos y carretera insufrible. Son las 22h estamos por fin en la furgoneta. Nos reciben con aplausos y abrazos. Les preguntamos que tal están. La preocupación es sincera. Nos cuentan su aventura. Merecida cena en un restaurante que encontramos abierto.


Al parecer en la bajada cerca de Wallot, Lolo con mal de altura desde la mañana resbala y cae, y Juan lo sujeta torciéndose la rodilla. Llegan enseguida al refugio y piden ayuda. Nos intentan localizar pero no lo consiguen, igual que nosotros a ellos y los gendarmes deciden bajarse a los dos heridos y al tercero (??), aunque insiste en quedarse para avisarnos.
Ahora viene la repanocha cuando en España el tercero de cordada, Rubén, y teórico experto, el cual ha invitado a dos personas sin casi conocimientos previos, nos echa en cara por Whatsapp que se sintió solo y que se ha perdido el espíritu montañero. Como comprenderéis el enfado fue monumental por nuestra parte. Los cuatro estuvimos preocupados y tuvimos que bajar hasta abajo muy cansados. Los cuatro por mensaje nos tenemos que leer este reproche en un grupo en común. Mi opinión es que alguien puso en riesgo la vida de dos personas como jefe de cordada, los síntomas de mal de altura eran evidentes, de hecho nos contaron cosas como que se caía, que daba tres pasos y no podía seguir, los vómitos, la cara de demacrado... La palabra que resume todo es irresponsable. Creo que por no renunciar a la cima y por no saber imponerse arriesgó la integridad de los tres, de los gendarmes y la nuestra al obligarnos a correr durante un rato. Pero "amigo" por si lees esto, las montañas se suben, pero sobretodo se bajan. Lección aprendida. Nunca nunca volveremos a ir con nadie que no conozcamos de verdad, aunque sea de tu mismo club. Y no quiero hacer más leña del árbol caído.


Este suceso inevitablemente le puso un pequeño punto negro a lo que tenía que ser una épica aventura. Aún así nos sentimos orgullosos de nuestra ascensión y de nuestro comportamiento. Y hemos unido lazos con dos personas maravillosas con las cuales me iría al fin del mundo. Igual no sea tan lejos, pero seguro que pronto coincidimos.
Ya puedo cerrar un proyecto que llevaba años rondando por mi cabeza... ahora quedan muchos otros, en la montaña y en la pradera. Por cierto os he dicho lo orgulloso que me siento de Isabel?? Dios! no os lo puedo expresar con palabras. Como TE  QUIERO cariño!. Nos vemos por ahí arriba, mejor pronto que tarde.