"La vida es una oportunidad para actuar. No hay que retroceder cuando sea posible realizar un sueño." Denis Urubko.
Reconozco que tengo esto un poco abandonado. Al final cuesta un esfuerzo mantener un blog vivo. En fin tengo muchas cosas en el tintero por escribir, poco a poco. En esta ocasión quiero hablaros de la pequeña escapada de verano junto a Isabel a esta gran clásica reequipada obra de Ravier y cía. allá por el año 1959. Vía que a pesar de los años no pierde su interés y encanto, por lo precioso del entorno y lo estética y bella que es la pared. Objetivo DISFRUTAR.
Como en otras ocasiones los abuelos, siempre dispuestos, nos hacen "la cobertura" (no confundir con otras coberturas de cuando éramos jóvenes :P) y desde el valle de Tena como punto de partida cogemos el coche rumbo a Gourette. Café de rigor a precio de Chamonix en esta estación de esquí que claramente vivió tiempos mejores y enfilamos el camino hacia la base de la pared. Aproximación cómoda y relajada sin perdida alguna con mucha compañía para ser un lunes. Mucho trajín de gente por estos lares. Llevamos seguro una cordada delante al menos, de dos más guía, que hemos visto salir en la misma dirección mientras hacíamos material. No nos importa, la jornada es de relajación total, sin prisas y sin agobios.
Lo dicho, sin problemas llegamos a pie de vía. La cordada que llevábamos delante acaba de empezar. La profesión de guía es dura y para nada envidiable en algunos aspectos, menudo quilombo tenían montando asegurándolo los clientes. A punto estuvimos de echarles una mano, pero al final resolvieron el asunto solos. Quizá podríamos haberles pedido permiso para pasar, pero decidimos sentarnos tranquilamente y esperar disfrutando del silencio y de estar juntos en la montaña. Y de las hormigas gigantes que viven bajo esta montaña. Para ser sinceros no escalaron tan mal. Les dimos un par de largos de ventaja y al final los cogimos en el hombro sin que nos estorbáramos en lo más mínimo. Cierto es que escalamos gustándonos. No todo van a ser prisas.
Comenzamos pues una escalada cargada de historia. Donde los aventureros de verdad subían por lo desconocido con medios más que precarios. Unos valientes sin duda. La pared la podemos dividir en tres partes. Los dos primeros largos de dudosa calidad y roca. La escalada hasta el hombro de bonitos y disfrutones movimientos y el largo final, más alpino donde con un Totem verde solucionas todas las necesidades de aseguramiento.
La topo como tantas otras de Luichy. |
L1: 30 mts / Vº. Largo que comienza por un espolón-diedro de roca bastante compacta pero de tantear un poco, para pasar posteriormente por una placa juguetona y bien sobadita en travesía a izquierdas. El truco subir y bajar no digo más. Luego sin problemas hasta la reunión.
L2: 35 mts / IVº. Escalada fea, mala y de roca dudosa y peligrosa en todo su trazado que te hace reconsiderar la conveniencia de haber elegido esta vía. En todas las reseñas y piadas leeréis lo mismo, a partir de aquí la roca mejora. Y es absolutamente cierto. Largo para olvidar sin más. Hay que pasar, pues se pasa que para eso hemos venido.
L3: 35 mts / Vº. Preciosos movimientos por regletas de generosos agarres siempre a la derecha del diedro. Siempre hay algo bueno de donde agarrarse. A pesar de los miles de pies y manos que han pasado por aquí la roca mantiene una más que buena adherencia. Largo muy bonito.
L4: 50 mts / Vº. Estupenda tirada con la misma tónica que la anterior, con algún movimiento más picante y una pequeña panza de cazos que harán las delicias de cualquiera. Disfrutando sin prisa cada paso y cada gesto. Sólo por esta tirada vale la pena haber subido hasta aquí.
L5: 30 mts / IV+. Sale Isabel hacia el hombro, moviéndose con soltura y bailando a gusto por la placa, largo con los seguros lejos pero sencillo que disfruta. Luego llega hasta la fisura desplomada y sólo ve un clavo. Creo que se pasó la reunión. Gracias a los walkies podemos solucionar el tema y monta reunión en esa repisa aunque de un solo punto. Fallo mio que no le he dado los dos totem que llevábamos. De todas formas subo rápido y sin problemas y montamos una reu en condiciones con el verde.
L6: 25 mts / Vº. Salida en desplome por una fisura de generosos agarres, quizá pueda ser un poco más, sin duda es el paso más duro de la vía. Luego pasear por la arista poco a poco hasta la reunión en la cima. Recupero a Isabel y nos damos un abrazo de cima. Ahora a recoger material y a comer un poquito con la calma. No podemos disfrutar mucho de las vistas porque la Gabacha nos rodea. Aunque con los calores de estos últimos tiempos se agradece un poco pasar fresquito.
El descenso no tiene pierde, por sendero cómodo y bien marcado hasta donde hemos dejado el coche. Amedrenta imaginar por donde debes bajar cuando estás aproximando pero luego es muy sencillo.
Una vía de corte clásico pero rozando el loveclimbing desde su reequipamiento. Una maravillosa manera de ascender en una tarde o una mañana a este precioso y estético pico francés y de disfrutar del paisaje y sobretodo de la compañía. No habríamos podido disfrutarlo más en esta ocasión. Quizá algo más picante nos hubiera dejado más llenos en a lo que escalada se refiere, pero a veces uno peca por exceso y otras por defecto. No queríamos meternos en algún marrón como otros años. Vamos no quería volver a meter a Isabel... jajajaja. Hay que tenerla y ya la tenemos.
El otro día reflexionando con Chemita surgió el tema de disfrutar de estas aventuras con tu pareja como lo hacemos Isabel y yo... Y se me ocurrió compararlo con una bebida detox. Estas actividades de vez en cuando nos hacen sentirnos vivos, borrar de un plumazo muchas complicaciones y problemas que en realidad no tienen importancia y darnos un baño de unión entre nosotros. Sólo nosotros por un rato. Y volver con las pilas cargadas y siempre siempre tener ganas de más. Una especie de desintoxiación de la vorágine del día a día. Tengo mucha suerte.
El otro día reflexionando con Chemita surgió el tema de disfrutar de estas aventuras con tu pareja como lo hacemos Isabel y yo... Y se me ocurrió compararlo con una bebida detox. Estas actividades de vez en cuando nos hacen sentirnos vivos, borrar de un plumazo muchas complicaciones y problemas que en realidad no tienen importancia y darnos un baño de unión entre nosotros. Sólo nosotros por un rato. Y volver con las pilas cargadas y siempre siempre tener ganas de más. Una especie de desintoxiación de la vorágine del día a día. Tengo mucha suerte.
Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde.