" ¿Me llamas raro?. Raro es aquel capaz de preveer a donde le llevará el camino antes de llegar". Legolas.
La mañana amanece lluviosa en todo el valle. Se agradece fresco después de tanto calor. Las previsiones marcan mejoría a partir del medio día así que se nos ocurre que bien podemos darnos un paseo hasta el refugio de los Ibones de Bachimaña tomar algo y bajar de nuevo.
Haremos dos equipos para dos actividades diferentes. El primero formado por Isabel, Diego y Linda subirán dando un paseo poco a poco y ya de paso probando como andan las fuerzas. Desde que a Isabel le salió anemia en una analítica no ha realizado ninguna actividad seria por falta de "ganas", y sobre todo de hierro.
El segundo lo formaremos mi sobrino David y yo. Esta vez completaré la "fiesta menor" de los Sendero Límite con la escalada de alguna vía en la pared de la cascada. Me da igual cual de todas, así que le dejo elegir a mi sobrino y se decide por el Espolón del Pino, la más de la izquierda por empezar por alguna. Esta vía le servirá de recuerdo en la escalada de Tapia. Y de paso aprovechamos el día que no le teníamos mucha fe tal y como había comenzado con la meteo.
La vía en cuestión fue abierta por Julio Benedé, Luis Royo y Carlos Budría en 2014 y salva de manera divertida los 260 mts de pared con grado amable y bien equipada hasta prácticamente la puerta del refugio. Una buena vía para pasar un rato e iniciarse en esto de la escalada de "tapia" con el premio de poder tomarte una jarra o un colacao al final de la actividad. La roca en general es buena y se puede realizar sin usar gatos, si tu nivel te lo permite claro. La definiría de entretenida y sin sorpresas ni para bien ni para mal. Es lo que marca la reseña y lo que me esperaba.
Es la combinacion perfecta para acabar la Fiesta menor con estas otras que publiqué ya en otra ocasión... http://laaventuraesmireino.blogspot.com.es/2014/08/escalada-en-panticosa-via-del-nano-d.html .
Siento no recordar de donde saqué el croquis. Está en variás páginas y no recuerdo cual es la original. |
El tiempo amenaza lluvia otra vez así que dudamos si entrar a la vía o no. Nada está escrito en la montaña cuando llegas y eso es lo más bonito, la incertidumbre y lo imprevisible. Si no ¿que aburrido sería verdad?. Si todo fuera hecho sería poco menos que ir al tablero pero con aire más puro y con sol.
L1 (40 mts III+). El comienzo de la vía esta marcado con una señal roja visible desde bastante lejos y se alcanza en poco más de 15 minutos desde la GR a los pies de la cuesta del fraile. Empieza por una zona sencilla pasando a más sencilla y algo de cresta. Lo hago en zapatillas tranquilamente. Después sube mi sobrino disfrutando. Me alegro de haber elegido algo fácil para que retomara el contacto con la pared de nuevo.
L2 (35 mts IV+). Muro un poco más vertical pero con buena presa al final y poca dificultad. Disfrutón sin más y acabando en una reunión cómoda. En la montaña soy feliz como muchos de vosotros seguro. La sensaciones siempre son maravillosas.
L3+L4 ( 65 mts Vº). Empalmo estos dos largos, en doble con cuerdas de 60 y gestionandolas bien llegan. Placa en el primer largo con algún movimiento curioso pero sin dificultad hasta el pino-reunión. Presupongo que esta conifera en cuestión es quien le da el nombre a la vía. Siguiente largo en cresta con un paso curioso y muy bien equipada. La reunión cómoda y bonita.
L5 ( 45 mts IVº). Salida de la reunión elegante y resto del largo sin dificultades aparentes más alla de esquivar algo de maleza en la placa al final. Paseo de 10 metros por la hierba hasta la reunión bajo un muro.
L6 + L7 ( 60 mts Vº). Salida vertical de la reunión con mucho canto, lo mejor de toda la vía sin duda. Luego placa sencilla hasta la reunión intermedia y luego andar hasta el final. Mejor montar la reunión en la penúltima chapa bajo un bloque grande. Menos roce y sin peligro ya de salida.
Recupero a mi sobrino que llega con una sonrisa de oreja a oreja. Ha disfrutado como un enano en un entorno seguro y a la vez precioso. Me gusta escalar con él y ver como crece año tras año en valores, en espiritu y en altura (casi mide 1,90 ). Arriba nos están esperando desde hace rato Isabel y Linda que han subido mucho más rápido de lo que yo me esperaba. Están fuertes las tías. El que más como ha subido es Diego, pero seguro que los demás nos lo hemos pasado mejor.
Después de tomar algo en el refugio emprendemos la bajada hasta el Pozuelo y allí cogemos el desvio del camino de los mulos, una forma diferente de bajar al balneario. Ha sido un día precioso que remataremos con una fantástica noche durmiendo a pierna suelta en el camping de Gavin.
Nos vemos por ahí arriba.