"La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorólogos". Francis Bacon.
Domingo por la mañana, amanece con viento pero las previsiones dicen que calmará. Los pajarillos cantan y las nubes se levantan. Que podemos hacer en un día tan hermoso?. Hemos quedado para salir en busca de la nieve con nuestro guía del Valle Alex "el pequeño Nicolas", con Elena "the Brave" y con un nuevo amigo de aventuras Alfredo "el bien conservado". No tenemos mucha fe en encontrar el oro blanco y nos huele a pufo, pero... el día nos deparará muchas y buenas sorpresas.
Salimos del parquing de Portalet con niebla y sin un poquito de nieve a la vista. No sabemos si subir con las zapatillas de trekking o las botas. Alex dice que en poco rato veremos nieve. Así que botas. Le creemos y no nos engaña. Apenas a 25 minutos de porteo del coche encontramos nieve casi continua cerca del collado de canal Roya. Algún trocito de hierba cogemos, pero luego bajando sabremos esquivarlos.
La ruta de hoy quedo de la siguiente forma para que no os perdáis en el relato... Portalet- Collado de Canal Roya- Pala W del Espelunciecha hasta hombro W- Espelunciecha- Ibones de Anayet - Entrada a los Tubos de Arroyeras- Barranco Culibillas- Glera- Collado Espelunciecha - (Subida hasta arriba de pala W de Espelunciecha para bajarla esquiando Alex y yo e Isabel a mitad :) )- Collado canal Roya- Portalet.
En total 13 kms (nosotros alguno más) de distancia y +1050 mts de desnivel (nosotros unos +1200 mts) y un par de descensos antológicos.
China chana, paso a paso, little by little hemos subido por la pista hasta el collado de Canal Roya con los esquíes en la espalda y con muchas risas por el camino. Se respira buen ambiente y alegría. La niebla comienza a disiparse mientras vamos ganando altura y las cumbres aparecen nevadas, con zonas claramente esquiables y con buenos descensos en el horizonte. Desde el collado enfilamos rumbo a la cara oeste del Espelunciecha. Aparece ante nosotros llena de nieve, así como el corredor que hicimos este invierno, todavía factible. No llevamos material así que vamos a marcarnos una buena subida por la empinada pala para luego coger el espolón de roca a su izquierda que nos llevará prácticamente hasta el hombro de la arista Oeste. A la orden de Alex nos ponemos las cuchillas y nos va abriendo huella, mientras yo cierro el grupo. Tras un par de giros decidimos que me voy a poner segundo, por una vez en mi vida soy el que más peso de todos y así la huella queda mejor marcada para los demás.
Cómodamente ganamos media pala y nos salimos a la roca donde, esta vez conmigo a la cabeza, improvisamos una cómoda subida hasta la arista cimera. Con Isabel a mi lado todo es sencillo y donde yo me complico ella encuentra una ruta mejor. En un visto y no visto estamos en un sendero sobre la citada arista que nos depositará en la cima. Aún está el pequeño belen montañero desde el invierno!. CIMA!!!
Besos y abrazos por el logro conseguido. Y bocata de jamón de york y serrano, chocolate, algún potito, fuet... de premio. Elena ha subido hasta aquí, con dolores en la rodilla, pero sin una queja, por algo es "the brave". Hace un día estupendo, no se mueve una gota de aire y las vistas son espectaculares. La cara W de las Frondiellas me sigue tentando en la distancia con sus cantos de sirena pero no sé si dará tiempo esta temporada o no.
Ciertamente este pico es un mirador espectacular, sin duda alguna. Y el día acompaña. Cada minuto que paso en él más enamorado del Valle de Tena. Tanto va el cántaro a la fuente...
Después del descanso breve esquiada hacia los ibones, si os dijese que la disfruté os mentiría. Siempre los primeros giros me cuestan un poco. Los demás disfrutan como enanos. Ahora tenemos que tomar una decisión, podemos bajar ya hacia el barranco de Culibillas o subir un poco a coger los tubos del Arroyeras y aprovechar la nieve al máximo. No hay duda. Remontamos un poco hasta la entrada, unos 100mts de desnivel, y comienza el espectáculo. Bajamos disfrutando de los giros hasta que vemos agujeros peligrosos al frente. El torrente que viene de los ibones se esta comiendo la nieve hambriento de verano. Decidimos flaquear a la derecha por unas rocas sin los esquíes y buscar una bajada por otro lado. Esta vez abro yo la ruta y encuentro un estupendo y divertido paso entre las rocas hasta el fondo del barranco y suficiente manto para cruzar el río con las tablas puestas! Que giros más divertidos. Estamos gozando todos como enanos.
Siguiente transición, a pie hasta la glera donde enseguida volvemos a foquear rumbo al paso de Espelunciecha. Un buen par de repechos para poner las piernas bien a tono. Debemos de tomar una decisión. Volvemos hacia el collado directamente o... Remontamos de nuevo la pala W para marcarnos un descenso LEGENDARIO!. Obviamente sabéis cual fue nuestra decisión verdad?. Aquí nos disgregamos en tres grupos: Alfredo y Elena siguen foqueando hasta la salida del vallecillo. Isabel sube hasta el comienzo de la pala y aprovecha el impulso para llegar hasta donde espera el primer grupo. Alex y yo foqueamos hasta arriba prácticamente de la pala, yo me salgo un poco antes a la roca y subo a su encuentro. El experto hasta con media foca suelta es él. Toca bloquear las botas y las fijaciones y a darle a la bajada!! Subidón de adrenalina!!! Que disfrute, por dios!.
Nos juntamos todos y estoy eufórico. Seguimos bajando hacia el coche, buscando la continuidad de la nieve conforme bajamos. Nos quedan muchos giros buenos y los vamos a saborear uno a uno. Ahora no tenemos ganas ninguno de que acabe. Pero todo llega a su fin, y la nieve en Mayo antes. Nos quitamos el material y continuamos radiantes hasta el coche. Sólo queda echarse algo en el bar para celebrarlo, aunque sea un refresco!. Nos hacemos viejos ;)
Posiblemente sea la última bajada de la temporada, en la cual, hemos aprovechado todo lo que hemos podido y compartido nuestro tiempo con toda la gente que queremos. Desde la primera subida al Mandilar para hacernos las fotos de la invitación hasta esta, han sido momentos únicos. Reconozco que cuanto más esquio más mono tengo, no lo puedo remediar... Tengo el bicho dentro y ya no me lo puedo extirpar.
Bajar haciendo giros a la par que Isabel es uno de los placeres que he descubierto este año. Es como bailar un vals sobre la nieve. Me siento feliz cada día y esto no tiene pinta de terminar. Me gusta vivir mi vida y compartir una porción de alegría con vosotros!!!.
Nos vemos por ahí Arriba! Alguna de las fotos son cortesía de Alfredo!!!! Grande!