viernes, 13 de marzo de 2015

Ascension al pico de Sanchacollons (2702 mts) descenso por la Pala Sur


" La vida se ve mejor desde arriba." Anónimo.

Metidos en la voragine de los preparativos para la boda intentamos sacar tiempo para hacer lo que más nos gusta. Ser nosotros. Y no seríamos nosotros si no subiéramos al monte a disfrutar cada segundo que estamos ahí. Esta vez me toca ir sin Isabel, y la voy a echar constantemente de menos, pero tengo fiesta y ella obligaciones laborales. Así que un pérfido ser con hambre de monte me tienta. Y la carne es débil.
El culpable de esta separación es Félix, un compañero de trabajo y sincero montañero, que tiene más ganas de ponerse los esquíes y de hacer un descenso legendario que de respirar. Así que dicho y hecho. Hemos leído cosas muy buenas de este pico y de su pala Sur. Y me ha insistido tanto... La nieve promete estar al punto y las ganas las tenemos todas en la mochila así que la decisión está tomada. El pico de Sanchacollons nos espera. Vamos a disfrutar de lo lindo.
Si no sabéis cual es mirad desde Formigal o desde Sallent cualquier día y lo veréis más fiero y amenazador de lo que luego es. Un centinela de nieve y piedra que separa el circo de Respomuso, junto a su hermano Musales, de los que estamos en el valle. Hoy nos haremos amigos para siempre.
Salimos a las 7.15h de Zaragoza, ponemos rumbo sin parar al embalse de la Sarra (1430 mts), donde dejamos el coche lo más cerca posible de la pista de Ibonciecho. Nada más cruzar la cadena ya podemos calzarnos los esquíes. Hay que seguir la ruta que lleva por la citada pista hasta casi el refugio donde termina, a unos 2000 mts. Yo tardo un poco más en ponerme sobre las tablas por pereza pero Félix casi desde la cadena ya estaba foqueando. Nos saltamos el primer atajo, porque no lo vemos y dejamos atrás a unos muchachos con raquetas. El segundo si que lo cogemos y lo subimos casi integramente con las tablas puestas hasta la pista otra vez. Iremos atajando siempre que podamos a la subida.


La cagada del día, en uno de los atajos antes de la travesía horizontal que hace la pista, nos metemos en una pala, por subir más rápido, mezcla de nieve dura, blanda y piedra. Hartos de lidiar con esa porquería y después de un sustillo nos quitamos las tablas y por roca subimos de nuevo a la pista. Yo apuro un poco más sobre los esquíes, pero Félix que se los quita en mitad de la ladera descubre las maravillas de hundirse hasta las rodillas sin haberse puesto las polainas de las mallas por encima de las botas. Que fresquitos los pies eh Felix? Anécdota del día pero que nos quitó un poquito de fuerza. Eso si las risas garantizadas.


Seguimos por la diagonal que marca la pista rumbo al Ibonciecho y atajamos unas cuantas veces más para coger un pequeño tubo dirección a la cubetilla. Ahora sí que disfrutamos de un ambiente de alta montaña y desde hace rato de la soledad y sobre todo del día espectacular. Algún resbalón pequeño nos hace mantenernos alerta pero la subida es todo disfrute. Al salir de este pequeño tubo ya vemos la impresionante pala sur del Sanchacollons y a un señor esquiándola. Piano piano y giro a giro baja hasta nosotros. Un francés que no cumple los 60, pero con una sonrisa de oreja a oreja como si volviera a tener 15. Nos dice que la nieve está maravillosa y la pala es mejor aún. Más bien le dice a Félix que chapurrea algo del idioma galo. Yo soy más de inglés la verdad. Si teníamos alguna duda, la decisión está más que tomada. Estamos en cota 2200 aproximadamente, quizá un poco menos. Ahora toca afrontar los dos repechos más duros, una travesía a la izquierda y la última y empinada pala hasta la cima... En resumen, casi nada.


El primer repecho nos cuesta 20´, vamos a buen ritmo y las vueltas de maría van saliendo solas. Que forma más bonita esta de disfrutar de la montaña. El día es de impresión y las vistas quitan el sentido. Asoma ya el pico y el collado a la derecha que lleva su nombre. Hemos decidido marcarnos una subida hasta la cima con las tablas puestas. Así que encararemos unas zetas dirección a la cima recto, no hacia el collado de Sanchacollons, para luego hacer una travesía a la izquierda hacia el hombro del pico. La nieve de tanto sol está muy reblandecida pero aún así ascendemos rápido y sin mucha dificultad. Qué diferencia entre las raquetas o el ir andado como hacíamos el año pasado y el esquí.


Estamos en el hombro y vemos aparecer frente a nosotros el pico Musales, los Frondiellas y Balaitus... Y a 8 chavales esquiando. Y eso que creíamos estar solos. Saludos y hasta luegos. Nos toca afrontar los últimos repechos hasta la cima, que no son poco. Aunque parece que ya la has ganado queda un buen trecho de foqueo todavía. Mi mente ya sólo piensa en el vertiginoso descenso que nos espera, y si estaré al nivel de esta bonita empresa. Por fin asoma el hito cimero y no hay más trecho para foquear. Con los esquíes puestos hasta la CIMA!.



El mundo blanco se abre ante nosotros, Nada de aire y cima perfecta. Otro gran mirador del valle de Tena, esta vez al lado contrario que los días anteriores. Un lujo poder disfrutar de esta estampa, el mundo a nuestros pies, como en tantas otras ocasiones y las que quedan por venir espero. Me encantaría que estuvieras aquí. Félix estoy hay que repetirlo!.
Abrazo de cima y momento de relax. Llamada a la familia, mensajes a Isabel y los compañeros de club que andan en formigal y por otros sitios. Nos ha costado desde el coche con paradas poco más de 4 horas los 1350 mts de desnivel que nos marca el GPS de acumulado. Ni muy rápido, ni muy lento, supongo que tiempo de foqueo unas 3.30h, en la media de lo que marca la guia de la meteoqueviene. Cada día más enganchado a este deporte. Fotos y más fotos...



Y como habíamos llegado sin pedir nada a la montaña pero ella dandonoslo todo, nos damos la vuelta, es momento de enfilar la bajada. Hemos venido para esto, para disfrutar de la increíble pala sur, rampas de 40º y alguno más y casi 700 mts de desnivel hasta el principio de la pista. A gozar señores!! Como siempre empiezo dubitativo, primeros giros para coger confianza. Félix es un titán y un gran esquiador. Yo no soy ninguna de las dos cosas, pero poco a poco voy cogiendo confianza y encarando más la pendiente, enlazando giros y disfrutando cada vez más. Estamos gozando como enanos. La nieve se deja hacer, transformada pero noble. Y casi sin darnos cuenta estamos en la cubetilla, enfilamos el tubo, unas risas y una caída. Empalmamos con el descenso de Musales y a la pista, rodeamos el promontorio, un poco más de pista, un atajo y a descansar un momento. Ha sido fantástica la bajada, casi indescriptible. Pero tenemos prisa, a las 18h tengo que estar en casa para hacer papeles del evento del año. Sin prisa pero sin pausa seguimos bajando. Atajamos de nuevo por el bosque con maestría a veces, otras como podemos y pista y más pista hasta el coche!! Menudo día!!.



Y humildes como vinimos, pero henchidos de felicidad por lo conseguido, nos volvemos a casa con muchas ganas de volver y de disfrutar de todo lo bonito de la montaña. Me has faltado esta vez, pero la tecnología y la cobertura hicieron que estuvieramos juntos todo el rato.
Ha sido una gran actividad que tenemos que repetir. Un placer compartir un día tan completo con un compañero y un amigo, la montaña une. Soy un afortunado y no puedo más que dar gracias por ello.
Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde espero.

martes, 10 de marzo de 2015

Ascensión con esquíes/raquetas al pico Cuyalaret (2291 mts).


" La montaña hace mejor, a quien quiera ser mejor." Walter Bonatti.

El día se plantea desde el principio ideal. Buena meteo, buena nieve, mejor compañía... Aunque teníamos muchas alternativas nos decantamos entre todos por esta preciosa excursión. Una ascensión a un clasicazo con unas vistas impresionantes desde su cima. Un mirador de primera en la zona de Portalet.
La ruta parte directamente de la frontera, nada más pasar junto a un hotel avanzamos un poco y tendremos que salvar la primera rampa, y más fuerte del día. Todo la hacemos sin material puesto, es pronto de mañana y no ha recibido nada de sol. Es una placa de hielo. Mejor asegurar. Una vez arriba se observa toda la ascensión, y muy poca gente, apenas dos esquiadores y algun raquetero. Pero que fallo el mio! No os he presentado al equipo!. Por parte de los esquiadores Isabel, David y yo... Y por el equipo raquetas Luis, Ana, Antonio y Mari Carmen (padres y tios de Isabel). Ya nos han acompañado en otras aventuras pero en esta ocasión todos juntos.



Siempre buscando la protección del cordal que preside la campana de Aneu vamos ganando altura por pequeñas cubetas llenas de nieve polvo y resaltes con nieve dura, venteada que luego en la bajada hará las delicias de los tres esquiadores. Los tres besamos la nieve en alguno de los cambios de texturas, pero por suerte los tres mordimos el polvo literalmente... y no la placa! jajajaja. La ruta no tiene perdida ya que vemos nuestro objetivo al fondo. Un par de repechos nos hacen sacar lo mejor de nosotros mismos. Estos veteranos son unos titanes!. Parada para reponer fuerzas y salimos a las ultimas palas al sol del invierno, que en este caso calienta como si fuera ya de primavera. Alguna se puso hasta en camiseta de manga corta ( como podéis ver en la foto de abajo).


Con este sol la nieve esta transformando mucho y con las raquetas sufren en alguna subida más de lo normal. Nosotros con los esquies gestionamos muy bien cada una de las rampas. Sólo puedo pensar en la fantástica nieve primavera que nos espera a la bajada. Subimos a, por llamarlo de alguna manera arista cimera por su parte mas baja, según miramos a la derecha, y la remontamos directos a la cima. El aire por aquí arriba ha hecho estragos. De hecho la última rampa es una placa de hielo esculpido por el fuerte viento de días anteriores, así que nos quitamos los utensilios y subimos por la parte pelada sobre hierba y roca con seguridad.
Y sin más como salido de la nada el Anayet y la canal Roya muestran su presencia ante nosotros. Eso significa que... CIMA!!!.


Las vistas desde este pico son espectaculares. Por una lado Escarra, Pala de Ip... Anayet, canal Roya, Formigal, Astún, la Raca, el Aspe, el Bisaurín, Pico de la canal Roya, Aneu, Peña Blanca, el Midi, Cristales, Soques, Balaitus, Infiernos, Musales, Sanchacollons, Garmo, Tendeñera, Sabocos.... Dia bello, sin palabras que describan tanta belleza.


El viento sopla lo justo para no apetecer comer en la cima. Bajamos un poco y comemos un buen bocadillo como manda la circunstancia. Es hora de bajar, de calzarse las tablas y comenzar el descenso. David y yo decidimos afrontar la pala integra con esta maravillosa y noble nieve. E Isabel recorre la ruta de subida en parte porque quiere y en parte por guiar a sus padres y tíos. Disfrutamos mucho con los giros y viendo como los raqueteros resbalan con el culo cuesta abajo. Las risas están garantizadas. En un momento dado volvemos a las combas a la sombra y oh! sorpresa. La nieve muta a una increíblemente difícil de esquiar mezcla de costra, placa y polvo sin avisar. Conclusión esquí de supervivencia, resbalones en los cambios y algunas volteretas de las cuales no me libro. Jajajajajaja. La excursión acaba en el parquing de nuevo donde todos llevamos una sonrisa de oreja a oreja. La familia arranca para Zaragoza, no sin antes tomar una jarra todos juntos en Sallent.
Nosotros nos damos la vuelta a Sextas, hemos quedado con el Galve y Alex para hacernos una subida nocturna hasta tres hombres. Experiencia también para enmarcar y que recomiendo a todos. Al final unos +1200 mts de desnivel o alguno más. Buen entrenamiento. Y como premio una buena cena en la mejor de las compañías y a descansar!



Anochece en el valle y en la montaña, pero es luz en nuestros corazones y calor en nuestras almas. El otro día leí que la montaña puede ser la manera donde algunos de nosotros encontramos la libertad, nos encontramos a nosotros mismos, nos volvemos espíritus libres y completos. Era un reflexión que me hizo pensar y cuando llegué a cima, o me dí la vuelta a ver como el cielo se teñía de morado me hizo sonreir pero sobre todo me hizo FELIZ.
Familia, amigos, montaña y tú... quizá la ecuación de la perfección plena. 

Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde amigos.