sábado, 28 de febrero de 2015

Nuestro Hilo Rojo del Destino


El hilo rojo del destino es una tradicional en Asia Oriental, presente en la mitología china y japonesa entre otras. Cuenta que entre dos personas que están destinadas a tener un lazo afectivo, existe un "hilo rojo" que las une, que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de su vida en que vayan a conocerse y es irrompible, nadie puede destruirlo. Puede estar más tenso o menos tenso pero siempre estará ahí uniendo a esas dos personas.
Nunca he creído mucho en las tradiciones ni en las supercherías pero la leyenda es bonita y nuestra historia tiene algo de cuento y algo de magia seguro.
Nos conocimos en un campamento de montaña y nos enamoramos, eramos niños, yo bastante mal hecho jajajajajaja por la foto. Nos dijimos adiós y aunque nos volvimos a ver al poco tiempo, los engaños y la mala gente hizo que no nos acercáramos el uno al otro más que miradas desde lejos y así desaparecimos 15 años... 

Isabel y yo hace 17 años cuando nos conocimos, tardamos 15 en encontrarnos otra vez
"Cuenta la leyenda que un joven emperador japonés supo que en sus dominios había una bruja que podía ver el hilo rojo del destino y de seguirlo. Quien se podría resistir a esa tentación. No lo dudó y ordenó que trajeran a su presencia a tan dotada hechicera. Le preguntó si era cierto lo que decían las habladurías y ella asintió. El le prometió cubrirla de oro si le guiaba a la persona que le esperaba al otro lado y ella con una media sonrisa aceptó el trato. Solo te aviso una cosa, al final sabrás que yo tuve razón.
Siguieron el hilo por muchos sitios, porque nadie dijo que fuera corto, si no que unía a dos personas para siempre. Y en un mercado encontraron a una sirvienta con una niña en las manos. La bruja la señaló con el dedo y dijo aquí acaba tu hilo buen señor. El joven emperador no lo podía creer, una sirvienta!!! Apartó a la pobre mujer de un golpe y la niña se le cayó de las manos golpeandose la cabeza contra una roca afilada echándose a llorar. La sirvienta la consoló y rápidamente fueron despedidas de la vista del emperador. Todo debía de ser una broma del destino. O mejor aún, la hechicera le había engañado y no podía ver hilo alguno, sólo era una embustera. Esa era la respuesta, todo era una pantomima de esa estafadora. Y con esa convicción ordenó que mataran a la bruja por sus males y engaños.
Los años pasaron y las nieves cayeron y se derritieron muchos años y el emperador, ya adulto y sereno no encontraba la persona que llenara su vida. Un día en la corte un afamado general insistió en que conociera a su hija, llena de virtudes y bella como ninguna. Un pañuelo le tapaba la frente y una sonrisa le iluminaba la cara. Pasearon, hablaron y rieron durante horas, quien sabe si días, y el supo , sin lugar a dudas, que había encontrado a la persona al otro lado de su hilo. Se separaron por poco tiempo porque pronto se pacto la boda.
El día llegó, la hora señalada, todo el mundo estaba allí, todo el mundo quería estar allí. Los minutos pasaron tan lentos como estaciones y ella llegó al fin hasta él. Radiante y bella con su frente desnuda y con una cicatriz que la surcaba, como si de pequeña se hubiera golpeado con una roca."

Y aquí estamos hoy, juntos. El hilo rojo nos llevo de nuevo uno al lado del otro. Después de muchas aventuras, de vivir en diferentes países, de sufrir, de llorar, de luchar contra lo divino y lo humano, de cerrar puertas mientras abríamos ventanas, de darlo todo el uno por el otro, de compartir penas y alegrías... de vivir, de soñar, de amar... Juntos...

No encontramos otra manera mejor de compartir nuestro amor con todos los que nos quieren. Y todos los que nos leéis y seguís nuestra aventuras de una forma o de otra sois parte de nosotros también.
Un abrazo y nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde espero!.