" Una retirada a tiempo es una victoria". Napoleón Bonaparte.
Después de la ascensión al Aneto, dirigimos nuestros pasos hacia el valle de Bujaruelo. Nuestro objetivo es el siempre altivo e inexpugnable Vignemale. En esta ocasión pretendemos subir por el corredor Ledormeur; visto el estado de la nieve y lo largo de la aproximación, desechamos el corredor Clot de la Hound, además así porteamos menos material.
15 de Abril:
Pasamos toda la mañana vagueando en las praderas junto al Albergue de Bujaruelo, leyendo, estirando las piernas... Sabemos lo que nos espera y estamos convencidos de que no va a ser sencillo vista la experiencia anterior. Hablamos con el guarda que nos pregunta si vamos con raquetas o con esquís. Le respondemos que andando y nos dice "vosotros sois tipos duros pues". Le preguntamos por las condiciones y nos dice que nadie ha subido por aquí desde hace mucho. Comemos, preparamos las cosas y salimos rumbo a la cabaña del Cerbillonar o de Zabala; no llevamos tienda. Dormiremos allí, que aunque precaria, la gente no la pinta demasiado mal. Según las guías son 2h 30´ más o menos. Nosotros empleamos 4h. Al menos tuvimos que vadear, como pudimos, 6 barranqueras con un caudal importante. Yo me descalzé en 3, Isabel tuvo que hacerlo en todas con el agua hasta la rodilla en alguna. Aún así, fue una subida por la GR11 muy agradable y divertida con ambiente primaveral hasta poco antes de la cabaña, donde hizo su aparición la nieve. La cabaña consta de dos cuartos, uno con puerta, otro sin ella, con chimenea ambos y medianamente limpios. Primer objetivo encontrar leña o combustible. No vemos por ningún sitio, esta casi todo lleno de nieve, Isabel había oído que la caca de vaca seca ardía bien. Encendemos con unas ramitas un fuego y probamos con una plasta bien seca... Demonios como arde!!!!! A por cacas de vaca! Un saco lleno trajo mientras yo podaba todos los pinos que veía con la mano. En un momento dado encontré una mina de piñas y llenamos otro saco hasta arriba. Objetivo cumplido, con las piñas, las cacas y los trozos de pino, y un tronco gigante que había metido en la chimenea, hicimos una hoguera que aguantó hasta la mañana, hora de diana las 3.15h para coger nieve dura. La hoguera mantuvo la cabaña cálida toda la noche y descansamos todo lo bien que se puede descansar en una alojamiento con el suelo de piedra. Isabel de un tirón toda la noche, yo aún me desperté varias veces, pero desde luego dormí mucho mejor que en el Aneto. Eso si nada de frío por la noche y poco o nulo rehielo... la cosa pintaba dura.
16 de Abril:
Suena el despertador del móvil y nos levantamos. Desayuno de hoy, zumo, un poco de sopa caliente y algo de bizcocho. No me he despertado muy católico pero seguro que se me pasa a lo largo del día. Preparamos todo y salimos de la cabaña siguiendo el Gps. Me ha sido imposible encontrar un track de la ruta, y la guía donde he mirado las reseñas no me deja claro por donde tengo que subir. Así que apañé una ruta de wikiloc de unos traveseros que venían desde panticosa. ERROR! Este pequeño gran fallo nos costó la cima.
Subimos todo el rato por nieve, incómodos a más no poder. Vamos siguiendo el track, primero pasamos la entrada hacia la canal de Moscowa, luego la Canal de Cerbillona... Yo no me encuentro muy fino, algo no me ha sentado bien. Pero como en otras ocasiones agacho la cabeza y sin rechistar sigo para adelante. Isabel lo nota porque siempre subo hablando y esta vez voy muy callado. Seguimos andando, esquivando como podemos por alguna cresta de rocas la nieve. Pasamos el desvío de la GR11 y vemos un barranco que parece que baja directo del circo que queremos hacer. Hay nieve para subirlo superando las barreras rocosas, pero no estamos seguros y el track marca otra cosa. Así que con la mosca detrás de la oreja seguimos, llevamos algo menos de dos horas de camino.
El track nos lleva al fondo del valle del Ara, luego sube hasta el collado de Oulettes y luego alcanza una cresta hasta el circo del corredor, esa será nuestra ruta que había leido en una reseña. Pero claro no sabíamos que no era la más rápida si no la que da un rodeo de 2 horas. Para alcanzar el circo subimos por una canal y remontamos unas palas de 45º, más que el corredor. Yo sigo mal pero continuo. Isabel tira esta vez de mi. Llevamos muchas horas andando y para nada se cumplen los tiempos, cuando alcanzamos la cresta, aproximadamente cota 3000, son las 9.45 am, es decir 5.30h desde que hemos salido del refugio. Algo no hemos hecho bien sin duda. Las vistas son soberbias frente a nosotros el Vignemale y el Clot de la Hound. La cresta de Gaube se recorta contra el cielo alcanzado la cima del pico del que Henry Russel estaba enamorado. Nos impresiona sobremedida, más que muchas otras montañas, quizá la que más. Seguimos avanzando por una estética arista sin riesgo alguno. Decidimos llegar casi a la entrada del corredor y ya veremos, pero no vamos cumpliendo para nada con los horarios planificados.
En ningún momento en el Aneto tuve esta sensación de soledad, de belleza sobrecogedora, esta sensación de Alpinismo del de verdad. El corredor Ledormeur parece, y de hecho, es muy sencillo con una entrada de 35º y alcanzando a los sumo 45º, pero son 300 mts de corredor y con lo cansados que estamos al menos son 1h.45 min más. Son las 10.15h cuando estamos en la base y hacemos números. A cima del Clot de la hound 2h, más 45´ hasta el Grand Pic, más luego volver y bajar hasta aquí. Más luego el retorno con la nieve en estado pésimo, ya está arreando el sol en las caras E, SE y S de lo lindo... Definitivamente algo hemos hecho mal, muy mal... nos hemos equivocado de ruta seguro. Decidimos que con este calor no vale la pena arriesgar y con dolor de nuestro corazón nos damos la vuelta. Isabel está hoy muy fuerte pero yo no, y con la temperatura y el estado de la nieve preferimos no correr riesgos. Hablamos por donde bajar y yo me niego a volver por el mismo sitio. Estoy seguro de que el barranco del Clot es practicable, más fácil que las rampas que hemos ascendido y había leido que la gente subía y bajaba por aquí. Decidido pues, vamos para abajo... Gracia a Dios que tomamos ese camino.
Bajamos todo lo rápido que podemos, el "lorenzo" aprieta de lo lindo y ya está radiando las caras W, la nieve transforma y nos empezamos a hundir mucho antes de llegar al fondo del valle. Encontramos fácilmente una ruta de bajada, y pensamos que hemos sido medio lelos dando esa vuelta, ya estaríamos de vuelta del pico y más descansados sin duda... Seguimos y seguimos descendiendo, paso tras paso, la nieve está horrible ya no me quiero imaginar si hubiésemos ido a cima...
Al final nos costó bajar hasta Bujaruelo 6 largas horas entre marmotas, torrentes y algún que otro dominguero. La sensación agridulce como siempre que te das la vuelta. Pero esta vez, como en otras ocasiones la decisión desde mi punto de vista fue la más acertada. Nos queda otra deuda pendiente para el año que viene. Y volveremos a saldarla, quizá con esquis de travesía jejejejejeje.
Un saludo a todos y nos vemos por los montes :)