Lo habíamos dejado en el Ferry de Newhaven a Dieppe vivos y cansados. Son las 3.30h de martes y estamos en Francia. Qué podemos hacer? Llevamos días de retraso por la avería y es difícil encontrar hotel a estas horas por aquí. Decisión, vamos a coger la autopista y dormimos en el Val del Loira y recortamos un día entero a la ruta. Cuando lleguemos a dormir sin pensarlo, pero ahora toca moto!
Los cierto es que hasta pasado Le mans fue muy monótona la carreta, vamos autopista y a tirar millas, pero aún así, gracias a los intercoms divertidísima. Recordamos todo el cancionero popular desde Celtas, Tequila, Beatles, canciones de campamento, de misa, a voces, música clásica, bandas sonoras... Hace mucho frío y solo paramos en las gasolineras a tomar café, repostar y coger algo de temperatura corporal. En varias áreas de servicio coincidimos con el Portugués del Ferry, parece que llevamos la misma ruta. Pasamos Lemans y en el primer pueblo, Écommoy, decidimos salir de las autopistas y disfrutar un poco de carreteras secundarias hasta nuestro lugar de destino, el Val del Loira. A duras penas conseguimos entendernos para desayunar y con el móvil y booking reservamos habitación en un hotel en la zona donde queremos parar, el destino lo elige el azar y el algoritmo de la web, la villa de Richelieu!!!.
Este bonito pueblo fue fundado por el Cardenal Richelieu, sí el de los tres mosqueteros, en el siglo XVII y es una maravilla. Una vez aposentados nos echamos una siesta de las de "pijama y orinal", 5 horas nada más y nada menos. Y nos levantamos para ver un castillo o dos de la zona que son preciosos y vale la pena el esfuerzo.
Este bonito pueblo fue fundado por el Cardenal Richelieu, sí el de los tres mosqueteros, en el siglo XVII y es una maravilla. Una vez aposentados nos echamos una siesta de las de "pijama y orinal", 5 horas nada más y nada menos. Y nos levantamos para ver un castillo o dos de la zona que son preciosos y vale la pena el esfuerzo.
El Chateau du Rivau |
El castillo de Rivau, como todos los demás es espectacular , estábamos solos, y lo disfrutamos. Parecen sacados de cuento. Tiene unos jardines de cuento de hadas y el primer establo-palacio de la época. No en vano los mejores jinetes de la zona se debían educar aquí. De vuelta al hotel coca-cola en el pueblo de Chavingny con unas vistas que dejan sin habla. Todo un lujo tomar un refrigerio en un sitio así.
La tarde, la cena y la noche fueron mágicas. No hacen falta grandes cosas para disfrutar de las mejores experiencias. Lo hermoso reside en lo sencillo. Y lo especial debe ser cada segundo del día.
Dormimos muy bien, aunque el gallo mañanero intentara despertarnos. Preparamos las motos y salimos rumbo al segundo lugar de descanso, el pueblo de Nave. Este día transcurre sin complicaciones, disfrutamos de un ride emocionante y divertido. Con algún puerto de subida complejo y con alguna baja disfrutona atravesando un parque natural, tomando un helado a orillas del lago Vassiviere, encantados con los parajes que descubrimos los cuales quedarán para siempre en nuestras retinas... y para rematar son fiestas patronales, así que nos mezclamos con los paisanos y nos tomamos unas cervezas a la salud de La France!!!
Lago de Vassiviere |
Esta vez no descansamos muy bien, aunque el hotel era razonablemente confortable, el colchón necesitaba urgentemente un cambio. Un buen desayuno que nos de energía soluciona en parte el mal estar. Hoy hemos quedado con el primo de Isabel y su novia, Manuel y Sandra en Carcasona. Nos quedan casi 400 kms de cabalgada. Así que tras coger energias salimos pitando hacia nuestro destino. Pasamos calor, no encontramos sitio adecuado para comer, vemos gente que conduce francamente mal y salvo un par de ciudades preciosas (que por mi culpa atravesamos por el centro y nos hizo perder más tiempo) el día es más bien duro. El premio espera al final. La increible ciudad amurallada de los cátaros, Carcasona. Llegamos antes que M&S así que nos toca esperar casi una hora. Isabel me compra algo de comida y de bebida me ha dado un bajóncillo de azucar del hambre y del esfuerzo. Menos mal que mi ángel de la guarda me cuida. Una vez todos juntos nos instalamos en el camping de la ciudad, nos damos un baño en la piscina y una ducha y nos vamos a cenar a la cité vieja. De Carcasona solo os puedo decir que tenéis que verla, es francamente impresionante. He visto muchas cosas a lo largo de mi vida, pero esta ciudad te deja con la boca abierta. Imprescindible en vuestro libro de viajes.
Pasamos calor con los sacos, se nota que estamos más al sur, pero disfrutamos de una experiencia única. La tienda de Manuel y Sandra es la cosa más rara que he visto en mi vida, jejejeje... lo mejor sus colchonetas hinchables de los chinos, todo comodidad ;).
El plan del cuarto día es ir a una playa semivirgen de la costa cerca de Perpignan. La conoce Manuel porque es famosa en el mundo del kite y de las cometas, la Franquí. Buscamos una carretera junto al mar. Y lo que encontramos no defrauda el camino discurre entre una marisma, con el mediterraneo a ambos lados de la calzada, es todo disfrute, una maravilla...
La ruta sigue y llegamos a nuestro destino, un camping junto al mar, muy alternativo y barato. El restaurante es un remolque donde te hacen pizzas, para desayunar un puestecito que tiene un termo de café... pero la playa es preciosa, el agua limpia y clara, y cenar en la playa a la luz de la luna no se paga con dinero.
Sentados en la arena se nos ocurre que podemos volver por Andorra y darnos un homenaje en Caldea, además la carretera pinta espectacular. De paso podemos entrar a Motocard y comprar alguna que otra cosa jejejejeje. A la mañana siguiente salimos rumbo hacia el país de los pirineos, la ruta discurre por la cara francesa de nuestras queridas montañas hasta encontrar el paso hacia el sur. Cogemos una secundaria que nos lleva por un puerto espectacular de subida, donde la Custom de Manuel casi roza con los tubos en cada curva. Una vez arriba el día se complica y comienza a lloviznear, lo justo para mojar la carretera y hacerla un poco más emocionante. Comemos en un pueblo perdido de la mano de dios y comenzamos a bajar, con hasta un 12% de pendiente que nos hace sacar lo mejor de cada uno. Llegamos emocionados a Ax les Thermes, donde comienzan las verdaderas dificultades, el tunel que da acceso a Andorra está cerrado y hay que llegar hasta arriba por el puerto, la niebla es espera, la carretera resbaladiza... cojo la delantera y me abro el casco, no veo casi y las gotas de lluvia se me clavan como alfileres pero llegamos a la frontera. De bajada cogemos el túnel de peaje y al salir hasta vemos el sol!! Arriba marcaba 1ºC y abajo hace buen tiempo. Como podemos, cansados y con frío encontramos el hotel. Estamos agotados pero felices y de ahí el plan es relajante, comprar cosas, a cenar y a Caldea!!!. Este día fue tan duro que no echamos ni fotos. Pero el premio del balneario nos restauró de todos los males.
El ultimo día de ride comienza con más dificultades, tengo un clavo en la rueda y es domingo!!!. Que podemos hacer!. Es una suerte encontrar un taller de neumáticos abierto que en un minuto me lo arreglan. Continuamos ruta y en breves estamos en España!!. Seguimos bajando y comemos en un pueblo famoso por sus paredes de escalada Oliana. Comida rica y de aquí. El paisaje de estos días ha cambiado y ya estamos en casa y de camino al sur... hermoso y agreste secarral. De Lerida a Belchite y de ahí a mi pueblo, Badules. M&S se han comprado unos intercoms también y la bajada se hace de los más entretenida y dicharachera. En el pueblo toda mi familia nos está esperando con los brazos abiertos y con las costillas de ternasco en la brasa!! Banquete de despedida! Estamos cansados y decidimos quedarnos a dormir, yo trabajo al día siguiente de tarde. Manuel y Sandra se bajan a su casa, tienen que trabajar por la mañana.
Lo cierto es que difícilmente podíamos haber pedido más a este viaje lleno de emociones. Nos ha pasado de todo, hemos visto todo tipo de paisajes, hemos comido delicatessen y hamburguesas del Mcdonals y hemos disfrutado y vivido cada momento. Y hemos encontrado dos buenos amigos con los cuales tenemos mucho todavía que vivir.
Esperamos repetirlo pronto, ya hemos hecho otra salida con la moto y he descubierto que me encanta viajar de esta manera, supongo que a no mucho tardar tocará comprar unas máquinas más ruteras (BMW f 700 GS) y preparadas para este tipo de aventuras.
Un saludo y hasta la próxima :) .