miércoles, 16 de septiembre de 2015

Ascensión Picos del Infierno (3073, 3082 y 3076 mts) y Arnales ( 3002 mts)


" Quien ha escuchado alguna vez la voz de las Montañas nunca la podrá olvidar". Proverbio Tibetano.

Ha pasado una semana exacta del Trail Valle de Tena y nos hemos tomado unos merecidos días de descanso, sólo un poco de bicicleta y un día de rocódromo esta semana. Este finde tenemos la agenda llena de actividades. Por una parte tengo una despedida de soltero, a la cual no iba a ir, pero un rato si pudiera si que me gustaría estar con mi compañero de trabajo y amigo. Luego de allí marcharemos directos al Balneario de Panticosa para subir a hacer noche al hotelito de Bachimaña.

Esta vez somos cuatro para la labor. Sara, David, Isabel y yo. Nombres muy bíblicos. Tenemos que equipar casi de arriba a abajo a Sara, va a ser su primera ascensión seria y va a pasar de excursionista de Ibón, a montañera. Así que nos proponemos quitarle el disfraz de coronel Tapioca y cambiarselo por un look más técnico. El objetivo ya lo habéis leído, los picos del Infierno.
Este macizo de más de tresmil metros es reconocible desde cualquier parte del pirineo por su inconfundible marmolera. Silueta preciosa, cumbres altas y muchas ganas de subirlo. Aunque lo he intentado en varias ocasiones, siempre en invierno, debido al mal tiempo y a las malas condiciones de la nieve  me he quedado a muy poco de la cima. Llevándome de premio unas congelaciones una vez y otra ni eso. Son como unos picos que están ahí, asequibles y cerca y siempre los vas dejando por otros planes. Pero esta vez va a ser la definitiva.
Todo listo en Zaragoza, llego un poco tarde pero en buenas condiciones jejejejeje. Subimos hacia el balneario, preparamos las cosas y rumbo hacia el refugio. Terreno más que conocido para algunos, en este último mes es la tercera vez que pasamos por aquí. Eso sí, por una vez no vamos corriendo.
Sara es prima de Isabel, y vive en Bélgica. Es la que más está disfrutando con los paisajes tan hermosos que nos regalan nuestras cercanas montañas. Mi sobrino David también está pasándolo genial, cada día más orgullosos de él.





La subida por la GR, sin problemas, los planos del Bozuelo, la cuesta del Fraile. Nos cruzamos con bastante gente de bajada, nadie de subida. Anochece en la montaña, pero hemos subido a buen ritmo y llegamos con luz todavía al refugio. Gente majísima, siempre atenta y amable. Está lleno y sirviendo cenas. Nosotros traemos nuestros bocatas de casa. Está vez el servicio de intendencia ha funcionado a pleno rendimiento. Risas y unos tragos de pacharán. Partida de guiñote, colacao y a la cama. La habitación la compartimos con unos chicos que se levantarán bien temprano. Isabel y yo pasamos buena noche, los otros dos menos. Se nota la costumbre.
Otra de las veces que subí recién estrenado el refugio le dejé una nota a la que es ahora mi mujer, diciéndole por primera vez que la quería, aunque no se lo había dicho en persona. Y ya por fin después de unos años lo ha podido leer. Porque habíamos pasado unas cuantas veces por la puerta pero nunca nos habíamos acordado de mirarlo.
Diana a las 6.45h. El día va a ser largo, pero esta vez no vale la pena madrugar demasiado. Desayunamos abajo, caliente y en abundancia. Nos preparamos y salimos rumbo a los ibones azules. Seguimos la GR en todo momento hasta el collado del infierno. Qué diferente pasar por aquí tranquilamente al día de la carrera. Hacemos muchas fotos y paramos en cada enclave digno de observar. Que preciosa es la cara norte de los infiernos. Dan ganas de venir un día a darle caña a ese corredor en invierno.




Collado del infierno, cómodos y tranquilos. Nos encontramos una perra perdida, Adidas de nombre, había un cartel en el refugio. Se había perdido ayer. Está temerosa, pero con unos trozos de pan y algo de tortilla de patatas conseguimos convencerla. Le ponemos un cordino que nos dejan unos muchachos que van de camino a Respomuso, y ofrecen a llevarsela y dar ellos el aviso. Almorzamos un poco y aparece Jorge G.D de la meteo que viene, otra vez en el mismo sitio que en la carrera. Está repitiendo lo que no pudo hacer en su día. Un saludo y suerte. Nosotros esta vez nos desviamos hacia el Garmo Blanco.
Unos señores van por delante y se hacen la cresta hasta la cima. Nosotros decidimos buscar el paso a mitad de ladera. Al final hicimos integramente la cresta que viene del ibón de Tebarray porque hay demasiado mojones que te confunden. No hubo mayor problema pero un poco más expuesto. Las vistas de la marmolera cuando llegas al otro lado son increibles. Subimos de nuevo al sendero marcado, aunque yo me empeño en ver mojones por todos los sitios y subo por la marmolera jajajajaja. Sorprendentemente agarra que da gusto. Sendero marcado y aero, pero precioso y más seguro de lo que parece desde lejos.


Sales a un colladete final, el Garmo Negro aparece en toda su magnificencia y ya solo nos quedará una leve trepadilla. Es un tresmil y no los regalan. Sara va alucinando de la belleza de la ruta. Se ven tantos ibones que casi no se pueden contar. Es un regalo para los sentidos. Hay otras cimas que no ofrecen tanto hasta que llegas arriba. Esta creo que se merece ser ascendida sólo por lo bonito del trayecto.
Pequeña trepada, hasta la primera cima sin mayor problema, el Infierno Occidental (3073 mts). Primer tresmil del día y de su vida para Sara... Mi sobrino ya va por 4. Nosotros no lo sé. Pero tampoco importa. Hubo una época en que me dedicaba a coleccionar tresmiles, supongo que todos hemos pasado por ese momento. Pero pasó hace años. Prefiero hacer lo que me inspira y por donde me inspira, que coleccionar números y cifras. Aunque quizá dentro de un tiempo cambie de idea y vuelva a la lista jejejejeje. CIMA!!!


Las vistas son espectaculares de todo el entorno, desde Collarada, Pala de Ip, Telera, Escarra, Bisaurín, Midi d´Ossau, Midi du Bigorre, Palas, Balaitus y Frondiellas, el macizo del Vignemale con su marmolada, Cara Norte del Taillón (tapizada de nieve!), Perdido y Cilindro, Astazus insinuando el corredor Swan... El Garmo, Algas y Argualas... Infinidad de montañas y de nombres, de valles y de ibones; Bramatueros, Azules, Bachimaña, Tebarray, Ibones de Pondiellos, Lavaza... tantos y tantos. Estamos muy contentos y hay abrazo de cima!. Que preciosa ascensión. Que maravillosa compañía.
Unas fotos, un trago de agua y a continuar por encima de la marmolera hasta el infierno Central (3082 mts). Me quedo atrás para echar unas fotos desde la distancia y los cojo corriendo que ganas tenía de correr por esta cresta desde hace tiempo. Llego con el corazón alegre a la otra cima pero con el alma más alegre todavía.


Decidimos comer un poco y dejamos pasar a los señores que llevamos a ratos delante y a ratos detrás desde el collado del infierno. Bocadillo por su sitio, tragos de agua y más y más fotos. Bajamos con cuidado al collado donde acaba el corredor Norte y el Sur. Vía de escape y bajada original en nuestro plan. Lo dejamos atrás de momento y seguimos hasta la cima que falta. El infierno Oriental (3076 mts). Estamos aquí disfrutando y a Isabel le apetece seguir la cresta hasta el Arnales. No llevamos cuerda y me parece arriesgar mucho con su prima novata. Por mi sobrino no temo, está en la escuela de escalada de Montañeros de Aragón y es hábil y ágil. Decidimos preguntarle a los señores si nos deja usar su cuerda y nos dicen que si y que nos dejan un arnés de fortuna para Sara.


El espíritu montañero sigue vivo, como siempre, y hacemos cordada sin decir palabra. Cuando están listos emprendemos la marcha. Yo busco el camino por la cresta, afilada y descompuesta pero fácil y disfrutona. Uno de ellos me sigue, este presta atención a Sara e Isabel y David por detrás hacen lo propio. Bajada con cuidado hasta la instalación de rápel. Me asomo. Es destrepable con tranquilidad III según miras hacia la izquierda por un juego de repisas y vira. De hecho unos chavales pasarían entre nosotros destrepando. Me iba a lanzar pero prefiero montar las cosas y dejar a todos ubicados. Pido la cuerda que amablemente me pasan. Sin decir una palabra he tomado la cabeza del grupo pero creo que soy el que más experiencia tiene en manejo de cuerdas y material, y no me equivoqué. Lanzo la cuerda y llega bien abajo, pero prefiero bajar por las viras y luego desde una piedras hace un flanqueo y evitarme la trepada. Hay un clavo en el muro pero desde la piedra que hay en el collado se puede hacer lo que he dicho sin demasiado riesgo.
Bajo pues a lo Rabadá y Navarro con la cuerda por los hombros hasta que veo que me echa de la vertical y destrepo con las manos. Más que usar la cuerda lo que hago es no perderla para ayudar luego a los demás.
Después desciende un señor por donde le indico y lo cojo antes de que pendulee, la cuerda se lo llevaba ya, pero no hay problema. Luego baja otro de ellos y lo mismo. Yo me paso al otro lado y salgo casi hasta la cima para ver por donde es mejor. Los chicos no lo ven claro y hablan de bajarse desde ahí. Baja una chica que iba con ellos. La más decidida sube un tramo y yo bajo a echarle una mano. Sube sin problemas y le indico por donde seguir para coger la chimenea fácil. Una vez superado el primer tramo no es necesario seguir recto por la placa, rodeáis por la derecha y saldréis a una chimenea de I+ como mucho. Baja Sara con un 8 muy bien.



Ayudo a otro señor. Luego a Sara a subir. Baja David y luego Isabel. David pasa todo como un gamo. Isabel no necesita mi ayuda. Sólo queda uno de ellos en la roca abajo. Me dice que el paso lo ve claro pero que se ha bloqueado. No problema. Monto una reunión con una baga y lo aseguro con un nudo dinámico. Pasa a las mil maravillas, y el mismo me reconoce que todo estaba en la cabeza.
Subimos hasta arriba, que toque de picante más maravilloso a la ascensión, e improvisado. Seguimos pues por la cresta hasta abajo. Dudamos si el Arnales es el punto más alto en el que hemos estado o la cima que esta a 5 minutos. Poco importa así que nos bajamos. hacia los ibones flaqueando por debajo de la aguja de Saretas y del Pico de Pondiellos. En el cuello de Saretas comemos y bebemos otro poco. Al final va a salir una actividad chula chula. De paso nos quitamos las piedras que han entrado en las botas por bajar corriendo por la pedrera como si fuéramos niños jajajajajajaja.


Sara y David están pletóricos y nosotros también con ellos. Del Collado de Pondiellos hasta casa de piedra una bajada larga y tediosa con algún atajo no muy logrado por mi parte.
Los señores nos acompañan toda la bajada y vamos hablando e intercambiando impresiones. Son encantadores y montañeros gran reserva. De esos que da gusto encontrarse. Nos dan las gracias mil veces, iban a darse la vuelta. Gente precavida vale por dos. Pero han seguido gracias a nosotros. Me alegro mucho porque nosotros sin ellos no habríamos podido seguir seguramente.
Creo que hemos enganchado a una nueva Montañera a los pirineos de altura y David esta vez disfrutó de lo lindo de lo conseguido y del paisaje. Se hace mayor a pasos agigantados y empieza a disfrutar del entorno y no solo de los logros.

Poco más puedo añadir más que recomendar esta actividad, corriendo, andando o como quieras. Pero no te defraudará. Las dificultades son como yo las aprecio, lo que para mi puede no ser nada para otros un mundo así que tomarlas con pinzas.

Un saludo y nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde espero!.

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