domingo, 23 de febrero de 2014

Pico del Aguila (1976 mts) corredor N.O. D- 270 mts


"Las mejores cosas son las que se hacen esperar, solo hay que tener la paciencia para saber esperarlas" . Proverbio anónimo.

Otra vez aquí, a los pies de este estético pico que el año pasado se nos escapó por unos u otros motivos. Esta vez la cordada es clásica, de dos, Isabel y yo. Estamos motivados, mejor entrenados, dispuestos y mejor equipados que el año anterior para darle otra oportunidad a este corredor. Ideal para iniciarse en la dificultad, puesto que tiene dos resaltes de 60º que le dan la sal y pimienta a la actividad.
La idea era subir a Villanúa el sábado por la tarde, yo tengo almuerzo-comida con el equipo de fútbol esa mañana e Isabel tiene que trabajar un poco. Madrugaremos el domingo haremos el corredor, bajaremos, recogeremos a los padres, los tíos y los primos de Isabel, nos calzaremos las raquetas y subiremos al Ibón de Estanés desde Somport. Una jornada completa e integramente en la montaña con la gente que queremos, ¿se puede pedir más?.
Primer problema, no hay un sitio disponible por menos de 100 euros en los alrededores de Villanúa... ¡demonios! hemos elegido el fin de semana en el que todo el mundo sube a esquiar... Gracias a Carlos y Leti tenemos un techo donde dormir, nos dejan su apartamento. Les debemos un regalico al menos :)

El tenderete.
Preparamos el material después de cenar ligero y nos echamos a dormir. Yo he cometido algún que otro exceso con la comida, vamos que me he puesto como un gorrino. Me duele la tripa, casi no duermo, más que nada porque tampoco tenemos mucho tiempo, a las 5 am. suena el despertador. Es hora de levantarse!!!! Estoy cansado pero con muchas ganas de pegarle otro intento al Pico del Aguila. La idea es llegar pronto a la base, los primeros de todos a ser posible, cuando este clareando el día y subir sin nadie por delante y sin que caigan "cosas" de la parte de arriba. El año pasado nos bombardearon las piedras y los trozos de hielo. Es un riesgo y una incomodidad que no queremos repetir.
A las 6 am estamos subidos en el coche, estacionamos en el aparcamiento de Canal Roya y nos equipamos, arnés y todo ya puesto para la aproximación, así ganamos mucho tiempo. Yo estoy bastante lento y no me encuentro nada bien. Comenzamos a andar a las 7 am. por la carretera un tramo hasta Rioseta. Al principio no me funciona el cuerpo y protesto mucho, gracias por tu santa paciencia Isabel, pero en cuanto se empieza a empinar la ladera, el cuerpo, como tantas otras veces, responde y me empiezo a sentir cómodo. Ahora la que no se encuentra muy católica es Isabel, ella también nota la fatiga brutal de toda la semana de estress en el trabajo. Pero piano piano vamos subiendo y a las 7.45h estamos en la base del corredor. Unos chicos han salido detrás nuestro y nos han comido terreno, pero cuando llegan ya estamos equipados y listos para salir. Yo estoy tan concentrado esta vez que ni los miro. 


Comienza lo divertido, son las 8 am, entro en el corredor, no hay rimaya, buena señal, miro hacia el resalte y no veo la roca, mejor señal. Subimos en ensamble por las primeras pendientes, son sencillas y de momento no cae nada de arriba como el año pasado. A Isabel le molesta un gemelo, parece que hace un amago de "subírsele la bola". Si pasa eso, media vuelta y para abajo, casi todo el rato vamos a estar tirando de gemelos. Paramos unos segundos y parece que la cosa no va a mayores. Repetimos la táctica del anterior intento y nos saltamos la primera reunión, aunque estoy seguro que estaba enterrada en la nieve. Llegamos a donde debería estar la roca con la segunda reunión, casi no se ve, y por una pequeña rimaya no puedo alcanzar el cable de acero para asegurarnos. Miro el primer resalte que esta cubierto y parece que con muy buen hielo. 
Lo hablamos un poco, y decidimos tirar sin montar reunión, tocaré el hielo y decidiremos que hacer. Llego al resalte, clavo los piolos y se agarran de muerte. Le digo a Isabel que lo voy a intentar sin meter nada, son solo 60º. Bien colocado avanzo, los crampones agarran genial, con 4 tracciones lo supero, Isabel me sigue porque vamos en ensamble y no puede hacer otra cosas, no pongo nada de material entre ella y yo, porque le pregunto y me dice que no hace falta que lo ve muy muy bien. 
He reflexionado mucho sobre este tema y lo hemos hablado en casa y creo que debí de haber metido al menos un tornillo en cada resalte, nadie , ni ella ni yo, estamos libres de un error o un accidente involuntario. Lo cierto es que dentro me sentí más seguro y concentrado que en mucho tiempo, pero el hielo se puede romper o las piedras te pueden golpear sin que tu puedas evitarlo. Quizá no gestioné bien el riesgo, o quizá sí, pero creo que hemos aprendido de ello los dos.


Salimos del resalte, el siguiente tramo a 50º de inclinación, no demasiados metros, para acercarnos al segundo resalte de otros 60º, este tiene una pequeña grieta y ambos con el piolet derecho picamos roca, yo tiro del mio metido en una fisura e Isabel corrige saliendo un poco más a la izquierda. Igual que antes sin dificultades. Somos un ser, una persona con dos cuerpos unida por un cordón de poliamida. Nos hablamos, todo el rato, "para, ¿como vas?, ¿estás bien colocada?, ánimo!, no me gustan esas cornisas, te quiero, seguimos otro arreón..."
Ultimo tramo más vertical, quizá otros 50º de nieve muy muy dura. Un ultimo tirón de gemelos. La rampa suaviza y llegamos a una reunión. Me aseguro con la Daisy. Ahora si me puedo relajar. Aprovecho para echar fotos y mandarlas al grupo de whatsapp del "Chelegal" donde Félix, Moli y especialmente Pincho, las disfrutan y también para descansar los gemelos. Estamos protegidos de las cornisas amenazantes de salida y de las piedras que pudieran caer. Aseguro a Isabel y sube. Que abrazo más maravilloso. Que felices somos. Solo queda las palas finales y el pequeño resalte de las cornisas. Tomamos un trago de agua.

Nos queda un último esfuerzo. Las rampas son más suaves y podemos subir un poquito a la par hablando. La felicidad se nos ve en la cara pero aún no hemos bajado la concentración, el tramo final para superar las cornisas es más vertical. Me vuelvo a adelantar, con mi ángel de la guarda a mi espalda y con un pequeño esfuerzo lo supero. El día es radiante, el sol baña mi cuerpo y recupero el calor perdido, hace un rato que ha amanecido del todo, me siento feliz, inmensamente feliz, casi no lo puedo expresar. Isabel me hace unas fotos y le aseguro por los hombros hasta mi. La felicidad es plena, tengo ganas de llorar. Para mi esto es más que un sueño hecho realidad, es todo. Nos fundimos en un abrazo. Seguimos unidos por nuestro cordón, quizá sin él ya no podríamos vivir. Pero quién quiere vivir de otra manera.
Como describir una sensación tan intensa, como transmitiros el anhelo de una vida... no es fácil, puede ser que imposible, pero con mis palabras a lo mejor os regale una parte de mí que no siempre suelo mostrar.

Los conquistadores de lo inútil (Lionel Terray) .
A nuestra izquierda se eleva la cumbre del pico del águila, que tras 15 minutos de cómoda subida alcanzamos, la cima es una pequeña arista con un poco de cornisa que no nos da demasiada seguridad, pero si toda la alegría del mundo. El día es inmejorable, y aunque modesto de altura esta cumbre nos regalas unas vistas espectaculares. El mundo a nuestros pies. Nos abrazamos de nuevo. Es una espina que teníamos pendiente y nos hacía mucha ilusión conseguir. Nos hacemos unas fotos y llamamos a los padres de Isabel que con unos prismáticos, si los llevaran, desde su hotel en Canfranc Estación nos podrían estar viendo. Nos dan la enhorabuena y nos dicen que aún queda la bajada, que no hay prisa. Son las 9h 30h. 


De la bajada tengo poco que contar, se hizo larga, había huella pero lo cierto es que no era demasiado cómoda, incluso había montado un rápel que nosotros destrepamos con un piolet al más puro "estilo rústico".
El descenso consiste en perder unos cuantos metros de altura para poder rodear, por debajo de la pared cimera, bajando luego hacia el noreste de nuevo para salir a la derecha del pico, a un bosque y luego por una pala de nieve que se puede bajar andando a Rioseta de nuevo, atención al estado de la nieve porque es muy muy aludosa. No más de 45 minutos de tiempo, pero que con el sol se hicieron largos y cansos. El corredor es rapelable integramente. 

El orgullo de un trabajo bien hecho :)
Quizá no haya sido la actividad más difícil ni con mucho que hayamos realizado, pero una con el mejor sabor de boca nos ha dejado. Somos felices así y se nos nota. El relato ha sido muy personal y muy poco técnico, pero es lo que sentí y como lo disfruto. Nos vemos pronto, por aquí o por allí.

Para los puristas os añado los datos técnicos. Corredor NO , D- 270 mts. Tiempo de aprox. 45 min desde el aparcamiento de Anayet, 1h 15 min tiempo de corredor + 15 min hasta la cima.
Material: Dos piolets de tracción, 2 cuerdas de 60 mts, dos tornillos de hielo, una estaca de nieve, 3 friends y varios fisureros, vagas varias, material para montar reuniones.

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