" No siento miedo cuando estoy en las montañas. Por el contrario siento como mis hombros se yerguen, se ensanchan mis pulmones. Como los pájaros cuando extienden las alas disfruto de la libertad y de la altitud." Anatoli Bukreev.
Lunes por la mañana. Después de pasar un par de días maravillosos con amigos en Villanúa, de relax y recargar pilas decidimos no bajarnos de vacío de las montañas que amamos e iniciar la temporada con esta ascensión sencilla, rápida y porque no decirlo, sin porteo. La nieve se echa en falta en nuestro querido Pirineo, quizá sea el cambio climático, aunque muchos se nieguen a verlo, o se resistan a cambiar ni el más mínimo de sus hábitos para contaminar algo menos.
Elegimos esta subida por la orientación, casi siempre soleada y por la duración de la misma. Hemos visto los días anteriores como está la nieve, dura por las mañanas y en las umbrías y primavera donde pega el sol hasta las 16h más o menos que comienzan los rehielos. Aún así necesitaremos cuchillas en un par de ocasiones.
Como dicen en otras páginas imprescindibles cuchillas y piolet, al menos, si vaís a hacer algún pico. Hay placas de hielo, nieve dura y las caídas son peligrosas si no nos podemos frenar de alguna manera.
La ascensión en sí se puede hacer en 1h 30´ - 2h a ritmo tranquilísimo. Así que con lo que nos gusta dormir ya podéis suponer que mucho mucho no hemos madrugado. Desayunamos tranquilamente, preparamos unos buenos bocatas de salchichón... En resumen, hora de comienzo las 13h.
Salimos desde el estacionamiento de la estación de esquí de Astún. Siempre con extremo cuidado porque estamos en pistas, más por nosotros que por la gente que baja. Por un lateral en fila, cruzando en zonas de visibilidad, uno a uno y siempre que podemos por fuera de ellas. Hay que ser respetuosos, pero nos merecemos por lo tanto el mismo respeto. Son actividades complementarias no antagónicas.
No voy a entrar en el debate sobre de quién es el terreno que pisas, si al ser público alguien debe respetar las servidumbres de paso y los senderos tradicionales... Eso es derecho civil y no es el foro adecuado. Pero creo que hay sitio para todos. Somos los primeros que intentamos transitar lo menos posible por donde a otros les gusta disfrutar bajando (nosotros entre ellos cuando toca).
Subida por el camino del fondo del barranco de Astun hasta el embudo donde se juntan casi todas las pistas. Luego un poco más por un ladito y enseguida cogemos a la derecha por fuera de pistas. Un par de resbalones y ponemos cuchillas, que luego quitaremos en el camino de arriba que baja de truchas. Vemos un tubo que sube hacia el collado de Astún y probamos a subir por ahí. Isabel pone cuchillas otra vez, yo consigo subir sin ellas. Estamos disfrutando ya de lo lindo. El sol ha transformado la nieve pero amenaza con irse tras unas nubes. La nieve se endurece muy muy rápido a la sombra a estas horas. Afrontamos la última pala hacia el collado de Astún donde la huella está ya congelada. Ponemos cuchillas que no quitaremos hasta arriba. Viento en altura.
El Midi, Peygeret, Anayet... mirador de privilegio. Impresionante como está el valle de Houer y la bajada para volver luego por el collado de los Monjes. Pero es un poco tarde. Aquí arriba es todo hielo y nieve muy muy dura. Cuchillas y piolet mínimo reitero. No hemos cogido los piolos así que renunciamos a la cima a escasos 50 mts, mejor no arriesgar en la bajada.
Momento de darse la vuelta, y disfrutar de un maravilloso y ansiado descenso hasta el coche. La nieve primavera en su punto. Buscando los giros fáciles y disfrutamos como enanos. Los primeros de la temporada. Descenso a la marcha pero lamentablemente rápido. Queremos más, pero no hay tiempo. Son las 15.15h y estamos abajo del todo. Es hora de recoger y volver a la civilización.
Recemos todos porque caiga algo de nieve proximamente porque con estas temperaturas no sabemos cuanto aguantarán las condiciones. Como hemos disfrutado de este pequeño descanso del mundo. Ahora a centrarnos en otras cosas hasta la siguiente aventura. Isabel no tenía aún el mono de nieve como yo... pero ya ha caído. Comienza una temporada esperemos fantástica.
Nos vemos por ahí arriba más pronto que tarde.
Salimos desde el estacionamiento de la estación de esquí de Astún. Siempre con extremo cuidado porque estamos en pistas, más por nosotros que por la gente que baja. Por un lateral en fila, cruzando en zonas de visibilidad, uno a uno y siempre que podemos por fuera de ellas. Hay que ser respetuosos, pero nos merecemos por lo tanto el mismo respeto. Son actividades complementarias no antagónicas.
No voy a entrar en el debate sobre de quién es el terreno que pisas, si al ser público alguien debe respetar las servidumbres de paso y los senderos tradicionales... Eso es derecho civil y no es el foro adecuado. Pero creo que hay sitio para todos. Somos los primeros que intentamos transitar lo menos posible por donde a otros les gusta disfrutar bajando (nosotros entre ellos cuando toca).
Subida por el camino del fondo del barranco de Astun hasta el embudo donde se juntan casi todas las pistas. Luego un poco más por un ladito y enseguida cogemos a la derecha por fuera de pistas. Un par de resbalones y ponemos cuchillas, que luego quitaremos en el camino de arriba que baja de truchas. Vemos un tubo que sube hacia el collado de Astún y probamos a subir por ahí. Isabel pone cuchillas otra vez, yo consigo subir sin ellas. Estamos disfrutando ya de lo lindo. El sol ha transformado la nieve pero amenaza con irse tras unas nubes. La nieve se endurece muy muy rápido a la sombra a estas horas. Afrontamos la última pala hacia el collado de Astún donde la huella está ya congelada. Ponemos cuchillas que no quitaremos hasta arriba. Viento en altura.
El Midi, Peygeret, Anayet... mirador de privilegio. Impresionante como está el valle de Houer y la bajada para volver luego por el collado de los Monjes. Pero es un poco tarde. Aquí arriba es todo hielo y nieve muy muy dura. Cuchillas y piolet mínimo reitero. No hemos cogido los piolos así que renunciamos a la cima a escasos 50 mts, mejor no arriesgar en la bajada.
Momento de darse la vuelta, y disfrutar de un maravilloso y ansiado descenso hasta el coche. La nieve primavera en su punto. Buscando los giros fáciles y disfrutamos como enanos. Los primeros de la temporada. Descenso a la marcha pero lamentablemente rápido. Queremos más, pero no hay tiempo. Son las 15.15h y estamos abajo del todo. Es hora de recoger y volver a la civilización.
Recemos todos porque caiga algo de nieve proximamente porque con estas temperaturas no sabemos cuanto aguantarán las condiciones. Como hemos disfrutado de este pequeño descanso del mundo. Ahora a centrarnos en otras cosas hasta la siguiente aventura. Isabel no tenía aún el mono de nieve como yo... pero ya ha caído. Comienza una temporada esperemos fantástica.
Nos vemos por ahí arriba más pronto que tarde.
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