viernes, 22 de febrero de 2013

Trekking por el valle de Estós

Tras un día de esquí intenso y disfrutón, con una nieve y un día excepcional en Cerler amanece con rachas de más de 100 kms/h y un frío negro ( te he copiado la frase jejejeje). Teníamos muchas alternativas, esquiar de nuevo, hacer algo de travesía hasta el Pico Gallinero y bajar por pistas, ascensión al Pico Aragüells... pero visto lo visto y con los -15ºC con los que amaneció el día, y puesto que el viento entra de norte, decidimos dar un paseo hasta el refugio de Estós, sitado en el bello y recogido valle que lleva el mismo nombre. 
La ruta es parte de la GR-11 que tenemos intención de hacer este año, y en alguna ocasión ya he pasado por aquí así que por muy mal que estén las condiciones seguro que disfrutamos a tope de la actividad. Lo cierto es que después de la palicilla del día anterior, esquiando hasta que cerraron todos los remontes, como es de ley, remoloneamos de más en la cama y se nos hizo el medio día a lo que alquilamos raquetas y subimos para arriba. 
Soló había dos coches en la entrada del valle y nos cruzamos a sus dueños de bajada casi al comienzo de nuestra excursión. 

El valle de Estós (en aragonés benasqués Vall d'Estós o Ball d'Estós) está situado en la zona central de los Pirineos y en la vertiente española. Se ubica en la zona noroccidental del valle de Benasque (noreste de la provincia de Huesca ) y dentro del Parque natural de Posets-Maladeta. Al norte de este valle, que es de origen glaciar, está el macizo del Perdiguero (3.221 m), y al sur el macizo del Posets (3.375 m). Este valle, orientado de oeste a este, tiene una longitud aproximada de 12 km y en el fondo de él transcurren las aguas del río Estós y del río Ésera. Clarabides, Gías, Oô, son picos que también superan los 3.000 m y hacen frontera con Francia. La altitud del valle oscila entre los 1.400 m y los 3.375 m.

Puente de entrada al valle, temperatura ambiente -7ºC
La ruta en sí no tiene demasiada complicación y también es ideal para realizarla con esquís de travesía. En invierno siempre debemos calcular unas cuantas horas más que en verano, puesto que la subida al refugio en época estival costará en torno a 2h y con ese tiempo solo llegamos a la cabaña del Turmo antes de que decidiéramos que o dábamos la vuelta o nos quedábamos a dormir arriba en el refugio. Decidimos bajar al bonito apartamento que teníamos en Benasque pueblo y salir a cenar y a tomar algo con mi prima Flor, que vive allí. En esta ocasión la huella estaba muy muy marcada, pero en sí la ruta no tiene perdida. Es seguir el valle por donde veamos más correcto, aunque el trasiego de gente, y los guardas se encargarán de marcarnos el camino, no lo dudéis.
En nuesta ruta pasaremos por sitios tan conocidos como la cabaña de Sta. Ana, el desvio hacia los ibones de Batisielles o la cabaña del Turmo. Siempre a la sombra del Pico Perdiguero, alguien que nos está esperando en las altura a que lo subamos. Nosotros, Isabel y yo, decidimos no buscar un objetivo y disfrutar a tope del día. No faltaron las bolas de nieve, los revolcones, las carreras, los saltos, el chorizo ibérico, las risas... Un día fabuloso en un entorno idílico. Esta ruta en verano es recomendable para hacer en familia, en una mañana con la BTT, como parte de la circular de los 3 refugios (Estós, Biadós, Forcau)... y en invierno con buenas condiciones una actividad de día con raquetas de nivel bajo, apta para familiarizarnos con las herramientas y para disfrutar del paisaje con seguridad.

En esta ocasión no llegamos a ningún sitio, ni falta que hizo. El objetivo era disfrutar del monte en invierno, no pasar frío (un termo de sopita caliente ayudó mucho) y hacer algo de ejercicio, al final unas 3h 30´ de actividad.
Como siempre antes de hacer algo de montaña, tanto en invierno como en verano, debemos de calibrar nuestras fuerzas, el entorno, la metereología y una serie de variables más. Si el día es malo, nos levantamos tarde, la montaña está muy cargada con riesgo de aludes, hace aire... Siempre debemos elegir el tipo de actividad que nos permita por una parte disfrutar, por otra hacer deporte en un ambiente privilegiado y sobre todo hacerlo en condiciones de seguridad. Seguramente hubieramos podido hacer alguna cima, con riesgo, frío, malas sensaciones,... y seguro que hubiera valido la pena. Pero en ocasiones es mejor disfrutar mucho de poco que poco de mucho.
Como siempre espero que os haya gustado y si teneis alguna duda o quereis información de algo ya sabéis donde encontrarme. Un abrazo amigos!!!!

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