lunes, 24 de diciembre de 2018

Resumiendo el año y FELIZ 2019


 " Disfruta del viaje y aprende del proceso." Arno Ilgner.

Otro año ha pasado casi sin darnos cuenta. Como dice un amigo "desde que tengo hijos los días son eternos y los años no duran nada". Y así es. Como cambia la vida.
Este es probablemente, de los últimos tiempos, el año que menos actividades para reseñar hemos realizado. Pero, en contra partida, lo hecho ha sido de bastante calidad y hemos tachado un par de sueños de esos que tienes pendientes en la lista.
Me he centrado más en la escalada deportiva, sobretodo porque las salidas son más fáciles de apañar de medio día (horario guardería) y entrenar me resulta más sencillo de cuadrar que salir al monte. Nunca he sido muy de depor, pero a todo se hace uno. Isabel está a fuego con el crossfit por el mismo motivo de tiempo. Para ser sinceros la transferencia entre esa forma de entrenamiento y los deportes de montaña por lo que observo es bastante grande. Con poco entreno en tablero Isabel, no ha perdido grado, y en el monte está bastante bastante fuerte, a veces dudo de si más incluso. Si hay algún técnico deportivo que lea esto y quiere hacer un estudio aquí tiene campo.

El año empezó con un día al fresco en Rueba con el incombustible Alex, día de disfrutar de la roca y sobretodo de la compañía. Vías de "loveclimbing" para preocuparse de otras cosas, pero no de la seguridad. 
Tachamos otro de los picos de mi infancia con esquíes, el Aspe, con el gran Félix y la incombustible Ana, nueva compañera de esquí. Conversación curiosa con Chemita Galve desde la cima, estaba currando en Candanchú, ahí en la neverita de la rinconada, en la silla paleando. Poca nieve había para la época pero luego fue un invierno largo y blanco. Un descenso de ensueño aún así.

Y llegó Marzo y la despedida de soltero de Alex, buenos días de esquí saliendo de la puerta de su casa literalmente, como en Alpes. Los días de sol aprovechamos para escalar y hacer una escapadita a Riglos y tachar la vía "Irene y la Paz", liberando todos los largos, poco a poco vamos viendo los resultados de los entrenamientos. 
Más días de deportiva y de intentos fallidos a tapia y a esquiar.  La malísima meteo de esos días coincidía siempre con mis días de fiesta. Ni Montrebei ni flores. Ni escapada de trave de todos los años, este tocaba Posets y varios picos más... Pero no hubo manera.

La Visera, otro pequeño sueño tachado, íbamos al "Zulú demente" pero tres cordadas por delante nos hicieron repetir esa vía legendaria de la escalada, la Mosquitos. Una linea de 6b, en la que  el largo clave puede ser del grado que quieras según dice la leyenda. Liberamos pero no encadenamos. Gran clásico con uno de los largos más míticos de la escalada, la gran travesía. Impresionante.
Más días de deportiva, y aprovechamos un día de solteros (los abuelos se quedan con el peque) para hacernos otra vía de camino al Piri donde hemos quedado con amigos, el espolón del Gallego, a la sombra y frescos. Disfrutando de escalar juntos de nuevo.

Y llegó el día, y escalé por fin una vía en ORDESA. La vía de los Cuervos, no es clásica, muy poco repetida, pero si obra de unos grandes clásicos como son Galvez y Pablos. Sin palabras. Caerán más seguro, pero esta vía, dura, desequipada, con grado de los 80, se ha quedado un pedacito de mí. 
Al final, como creo que nos pasa a todos, trocitos de mi yo escalador se van quedando por las tapias más geniales de España, paredes que te enamoran... Naranjo, Cienfuens, Montrebei, Riglos, Ordesa.... Subiendo metros, tachando bellezas verticales de la lista. Aquí tengo que dar mil veces las gracias a mi compañero de cordada, Chema Galve, por ayudarme a tachar tantos y tantos sueños siempre con una sonrisa. Y sobre todo al motor de mi vida, que son Isabel y Dieguito, por aguantarme y no querer cambiar lo que soy. Sobre todo a Isabel. TE QUIERO, con mayúsculas y con minúsculas también. Incluso la primera con mayúsculas y las demás no.

Y llegó el gran chasco del año, Chema tiene un accidente en Ansabere y se fractura el tobillo... íbamos a Alpes a llevarnos un par de clásicas, él se iba al Himalaya en octubre... Tuvimos que reestructurar los planes. 
Nuevas tápias cayeron en verano, con material abandonado y expedición para recuperarlo otro día. Panticosa, es nuestra sede de operaciones para tachar todo lo que hay por ahí. Isabel toma el relevo de Chema y se marca largos antológicos, encadenando como una jabata.
Intentos de salir a escalar infructuosos, una grastroentreritis brutal que acaba conmigo en el hospital, pierdo tres kilos, que no me sobran. A todas estas empezamos la temporada de deportiva otra vez. Otra vez entrenos con un objetivo claro. Esta vez estoy más obsesionado con el tema, tengo menos planes a la vista, llegado el momento incluso cambio días de tapía por días de pegues, ¿me estaré volviendo poco?. Todo tiene su recompensa. 
Al final cayó el 7a , otra vez con Chemita asegurándome en plena recuperación, una vía que probé de casualidad con Tatiana, mi compi de deportiva, por recomendación de Quique Gracia (un clásico de la deportiva en la ciudad). Otro objetivo cumplido y a seguir entrenando. Tengo varias a puntito, entre ellas un 7a+... A muerte.

Planes para este año, muchos sitios, muchas vías... Ordesa, Ansó, Ansabere, Naranjo, Montrebei, Riglos y Alpes... muchas vías míticas,  Rabadas y Navarros varias, Existencialisme y Latin... y esa norte del Badile que nos trae de cabeza. Que pasará al final, nunca se sabe.

Gracias mil a todos mis amigos, los nuevos y a los viejos. Este año los oscar goes to... Chema por todos los sueños verticales que me haces tachar, Félix mi gran compañero de esquí, Alex "el del 6b residual", un amigo y casi hermano pequeño, Bartolito era un gallo... y la sufridora de Patri, Tatiana la incansable montadora de vías, Oscar y Moli que me aguantan la verborrea, Lorenzo Sensei master... y sobre todo a mi mujer Isabel como siempre, aunque lo ponga cien veces seguirían siendo pocas las veces que te de las gracias.

Porque para ser sinceros vivir sin sueños no es vivir, es sobrevivir. Tener sueños es una obligación, cumplirlos no, lo importante es disfrutar del camino.

Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde.







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