Repasamos otra de las ascensiones clásicas del pirineo, y mi primer 3000. Yo soy así, empiezo por el más alto y en invierno!.
Éramos más jóvenes e inexpertos y todo nos parecía fácil. Ahora desde luego no haría lo que hice. Llevo toda la vida haciendo montaña y ya por esas fechas escalaba bastante en deportiva. Pero mis ascensiones que no eran pocas, se habían limitado a la parte occidental de los pirineos Aragoneses, donde no hay cimas por encima de los 3000 mts. Collarada, Aspe, lecherines, Pala de Ip, Moleta, Raca, Bisaurín... todos eso ya los había hecho. Estaba más centrado en la dificultad de la deportiva que en la montaña en sí. Me estaba preparando las oposiciones y eso me hacía tener sin duda una excepcional forma física. Así que reunidos todos esos factores, dos amigos y compañeros de oposición y otro muchacho amigo de un tercero fueron el coctel perfecto para emprender esta aventura.
Salimos de Zaragoza el 18 al medio día. Yo trabajaba en un bar de copas y apenas había dormido aquella noche, pero preparé todo lo mejor que pude y me monté en el coche camino de Benasque. Tras un viaje dormido llegamos y nos asentamos en el camping Aneto con las tiendas. Repaso el material y veo que no tengo gafas de sol. Me tuve que comprar unas, lo más barato que encontré dada la economía del momento. El tiempo era horrible y nevusqueaba en Benasque con aire. Arriba sin duda ventisca. Así que parecía que no iba a ser posible realizar el ascenso. Compramos pues cervezas y pacharán para una boda, nos hicimos la cena y nos pusimos "guapos". Sería las 2 am. cuando nos acostamos con todo nuestro globo.
19 de Noviembre:
Sigue el mal tiempo pero nos arriesgamos a subir hasta la Besurta. No llegamos con el coche debido a la nieve, pero casi. Nos preparamos y subimos para el refugio. Yo no llevo guantes, así que uso unos calcetines de lana, Sebas no lleba braga y hace aire, así que apaña unos calzoncillos... locuras de la época. En poco rato nos plantamos en la Renclusa. La foro ilustra la nieve que había, pero el mal tiempo había desaparecido. quizá íbamos a tener una oportunidad a fin de cuentas.
Nos adelanta un señor que sale del refugio con unas pintas de profesional del carajo. Así que lo seguimos. Sería muy profesional, pero nos llevó por el portillón inferior el tío. Y el camino por allí es horroroso. Con nieve, saltando de bloque en bloque, resbalones, culetazos... Lo recuerdo bastante malo, pero ya se veía al fondo el Aneto y el glaciar. El sol pegaba duro y la nieve recién caída desaparecía por momentos. Nos paramos a almorzar cerca del glaciar. Esto está siendo duro, hace frío y el sol quema. Extraña coincidencia, pero es así. Nuestra experiencia en alta montaña era cero y en invernal menos todavía. Pero tenemos ganas, juventud e inconsciencia. A veces repaso esta ascensión y me doy cuenta de lo inconscientes que éramos.
Alcanzamos el glaciar, cota 3000. Descubrimos que nos faltan más cosas. No llevamos más que un piolet para los 4. Los crampones de uno no ajustan bien. Demonios si somos cutres. Tiramos poco a poco para adelante. Llegamos al collado de coronas y nos partimos en dos. Yo y Jorge tiramos hacia la cima. Sebas y el otro Jorge se quedan por detrás por problemas con un crampón. Subo la empinada ladera hacia arriba sin piolo y a punto de caer dos veces. Menos mal que hay mucha nieve fresca y me hundo. Llegamos a una zona plana antes del paso de Mahoma. Esperamos y no vienen. Seguimos hacia la cima. El paso lo recuerdo facil, muy facil, pero claro en aquella epoca estaría cerca del 7a en deportiva y esto me parecia en roca una chorrada suma.
Un poco más de esfuezo y hacemos cima!!! Hace algo de aire ahora, parece que se hacer temporal arriba y la nieve se ha venteado. Nos echamos una foto y bajamos. Ayudamos a Sebas y Jorge en el paso de Mahoma y esperamos en la repisa almorzando cubiertos del aire.
Nos juntamos todos al rato y nos comentan que las suelas de uno de ellos que llevaba crampones automáticos que le había dejado ha muerto. Mis botas llevan las ranuras así que cambiamos el material. Los míos son de correas. Se acerca la tormenta, la vemos venir. Nos apresuramos a bajar. Gracias a la virgen de la cima que nos protege nadie se cayó porque sin piolet ibamos a frenar con los dientes. Pero bueno, inconsciencias de juventud. Llegamos al portillón superior siguiendo la huella correcta que había abierto otra gente que venía detrás de nosotros. Al pasarlo nos alcanza la tormenta, y comienza a nevar. Bajamos como podemos, con el culo, con las manos... tenemos frio y vemos poco. Llegamos al coche. Bajada penosa y peligrosa. Pero estamos a salvo, son las 17 h y hemos hecho cima.
Lo pienso y la verdad es que jamás deberíamos a ver ido así, de valientes está el cementerio lleno, sobre todo el de Zermmat y el de Chamonix. Pero eramos jóvenes, insensatos y no sabíamos valorar correctamente el riesgo de nuestras acciones.
Este año repetiremos y estoy seguro de que va a ser especial, ya lo vereis!
Un abrazo.
Este año repetiremos y estoy seguro de que va a ser especial, ya lo vereis!
Un abrazo.
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