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sábado, 12 de abril de 2014

Ascensión al Aneto (3404 mts) por corredor Estasen PD, 300 mts


" El alpinista es quien conduce su cuerpo allá donde un día sus ojos soñaron". Gaston Rebuffat.

Han pasado muchos días sin escribir pero es que hemos estado mucho tiempo fuera de casa y otro tanto de entrenamiento y no da la vida para más. La idea original era realizar tres ascensiones más en invierno para preparar las piernas y la técnica para el Mont Blanc este verano. Y eso hicimos. Primera parada, el monarca de los Pirineos y su archiconocido corredor Estasen.
12 de Abril del 2014:
Sin madrugar salimos de Zaragoza rumbo Benasque, hemos quedado con el tercero en discordia, el Pincho, en el asador Llibrada a eso de las 12h. Aunque parezca mentira todo el material de una semana, alpinismo, escalada y esquí somos capaces de meterlo en un Renault Clio 1.2 más viejo que la tarara!.


El único plan para hoy es subir por la pista hasta el refugio de Pescadores o de Vallibierna y ascender hasta el Ibonet de Coronas (2500 mts), y dormir o en el abrigo que hay o plantar tiendas, que para eso subimos todo el material. Almorzamos "como dios manda" y subimos hacia la pista. Tenemos que volver porque no compramos pan, pero es poco tiempo el que perdemos por una vez. Llegamos a la entrada de la pista que baja al plan de Senarta y sorpresa... Cortada. Son 9 kms hasta el refugio que nos hubiéramos evitado, pero vamos bien de tiempo y la subida es cómoda (o eso creíamos). Hace mucho, mucho calor. Pero el ánimo está alto. Preparamos todo y salimos.


La ascensión por la pista resulta cómoda hasta el refugio de Quillón, momento en el cual aparece la nieve primavera y nos hundimos hasta las rodillas. Hay mucha cantidad, más de la que esperábamos. Tenemos que cambiar de botas porque las zapatillas de trekking se están empapando... El resumen es un palizón monumental. Son las 18h cuando llegamos a la cabaña. Hay dos personas fuera que bajan del pico Vallibierna y dicen que la nieve ha transformado muy rápido y que si pensamos subir hacia arriba nos vamos a reventar. Nos despedimos de ellos y seguimos un tramo, a unos 15 metros de hundirnos de nuevo hasta la rodilla, a veces más, decidimos dar media vuelta y quedarnos en el refugio. Al día siguiente nos toca madrugar más. Los chicos deciden unirse a nuestro plan y hacer equipo, diana a las 3.15h y a andar a las 4h. Van a la misma ruta que nosotros; nos alternaremos para abrir huella si fuera necesario.
En ese momento me doy cuenta que me he he dejado la comida en el coche, así que vamos algo justos, un bocata y unas cuantas frutas en gel. Ni embutido, ni chocolate, ni nada de nada... Menos mal que nuestros nuevos amigos Angel y Nayana vienen con medio frigorífico de casa y nos ofrecen amablemente de su comida... Al rato llegan dos chicos más de barna con raquetas y dos franceses con raquetas también. Preparamos algo de caldo para cenar y los bocatas y a dormir. Algunos durmieron mejor que otros, Isabel nada de nada y al día siguiente le pasaría factura. Aún llegarían dos chicos más tarde con esquíes de travesía pero no puedo concretar la hora.


13 de Abril del 2014: 
Suena el despertador a las 3.15h, nos levantamos todos y los muchachos de los esquíes salen en menos de media hora, les seguirían uno de los franceses en raquetas y los otros chicos saldrían 10 minutos tras de nosotros. Nosotros salimos en hora, son las 4.15h. La nieve está dura, de lujo. Hemos acertado de pleno durmiendo aquí. Me coloco primero y abro huella, prácticamente no me hundo, salvo en alguna ocasión que me vale para hacerme una herida en la pierna con el crampón. Me metí hasta la cadera en un agujero. Gracias al GPS, que sabiamente maneja mi chica, vamos todo el rato en la ruta correcta. Seguimos a buen ritmo pero Isabel no se siente bien, desde el principio, alguna que otra vez le ha pasado que le molesta el estómago pero se le pasa, en esta ocasión no iba a ser así. Pasamos el Ibonet; en este momento nos cruzamos con los de los esquíes que se dan la vuelta no sabemos por qué. Seguimos subiendo hacia los Ibones de Coronas, la cresta de Llosas se levanta a nuestra derecha esperando a que algunos la escalen en verano. Quizá nosotros?? jejejeje.


Veo que Isabel se queda atrás, intuyo que algo no va bien. Pasa la primera y seguimos su ritmo pero no le funciona el cuerpo hoy. Les digo a los otros que continúen que ya les alcanzaremos y nos quedamos atrás. Subimos poco a poco, tiene nauseas y se marea. Subimos un poco más, los otros ya están en el Ibón bajo o más arriba, se ven las luces avanzar. Vomita pero la situación no mejora. Seguimos paso a paso, poquito a poco, pero las piernas siguen sin responder. Ibón medio, amanece en las cumbres. A los demás los vemos a lo lejos camino de la entrada del corredor Estasen. Han alcanzado al francés que se queda atrás, los demás se han juntado. Isabel se nota mal, tiene somnolencia y disnea... Todos los síntomas cuadran con un mal leve de altura (nos ha costado días de debate llegar a esa conclusión pero creo que tienes razón cariño) aunque yo creía que sólo era cansancio extremo. Seguimos progresando y llegamos a cota 2950-3000 mts aprox, un poquito antes del desvío entre la normal de coronas y la entrada de la Estasen. Hay que tomar una decisión.


Estamos casi a la altura del francés, el pincho está parado en la entrada del corredor. Los otros cuatro han desaparecido de la vista. Hablamos e Isabel se siente fatal, la decisión es clara, bajar. Ella insiste en que suba yo y me espera abajo, ha salido el sol en los ibones y vemos factible que ella descanse allí y yo haga una ascensión express, hoy voy como una moto. Además, estoy algo preocupado por Pincho que avanza muy poco a poco y no ha hecho demasiadas invernales. Isabel baja lenta pero segura, es una titana hasta cuando no está al 100%, y me espero en el sitio equipándome mientras avanza hacia el abrigo. No estoy aún muy convencido pero una vez que alcanza el cobijo me decido, doy la vuelta y ataco los 450 mts que me quedan como un rayo.

Arriba la foto de mi amigo cuando Isabel se decidió a bajar y después ya lo he pasado unos 20 minutos desde que salgo a andar. Avanzo muy rápido, al francés lo adelanto en 5 minutos, entro en el corredor,  paso-piolo, paso-piolo, como si subiera escaleras. Llevo una canción en la cabeza ("De los álamos vengo madre... de ver como los menea el aire...") y es el ritmo que marca mi ascensión. Supero al Pincho que me dice que tiene un tirón en el gemelo. Le meto caña y le digo que lo espero arriba como mucho media hora, que estoy preocupado por Isa, si no sube me bajo. Es mentira, pero quería que se diera vida. Cuando tuerce el corredor a la derecha la nieve transforma a polvo pero Nayana y Angel me han abierto una huella de lujo. Subo a un ritmo endiablado, y en media hora estoy en la arista, que en las reseñas es un II pero con nieve es algo más difícil. La escalo en mixto y ya veo la cima. Los cuatro (los dos catalanes y nuestros alimentadores jejeje) están allí. Los primeros ya bajan y les indico por donde se coge el collado de coronas. Han pasado 45 minutos desde que he empezado a andar y alcanzo la cima. Estoy exhausto, feliz y preocupado a la vez. Nayana me ve y me felicita preguntándome por el chico y la chica... de repente se da cuenta de que soy yo y alucinan jajajajaja. Nos hacemos unas fotos. Me abrigo, dejo la mochila. Ellos bajan y yo deshago lo andado para buscar a "Pin" e indicarle el camino por la arista, que aunque fácil es mejor no equivocarse. A chillidos nos aclaramos y nos juntamos por fin haciendo juntos el camino hasta lo más alto. Hemos llegado. El sabor es agridulce porque me hubiera gustado estar los tres. Aún así nos abrazamos y sacamos las fotos de rigor. Tendremos que volver este verano sin duda.


Es hora de bajar hasta donde está Isabel. Este camino ya me lo sé de otras veces. El pincho me sigue, bajamos hasta el paso de Mahoma, donde alguno hizo el ritual de pasar a 4 patas ;) Superado ésto, seguimos hacia el collado de Coronas. Mientras se quita ropa me da tiempo a subir a la punta Arenas-Oliveras (3298 mts), un tresmil secundario pero que no tenía en mi lista y cogerlo un poco más abajo. Desde la Renclusa sube una procesión de gente, no menos de 30 personas. Hemos sido los primeros en subir con todo el Pirineo para nosotros. Un verdadero privilegio sin duda. Collado de Coronas, destrepamos la chimenea y alcanzo a Angel y Nayana. sigo bajando rápido, quiero llegar a donde descansa mi peque cuanto antes. Los chicos de las raquetas se han ido hacia la derecha y nosotros vamos rectos. Ya se ve donde debería estar pero no la localizo. Chillo su nombre y contesta metida en un cobijo junto a un bloque gigante al sol. Estaba dormida. Lleva dormida 2 horas más o menos con sueños extraños. Todo vuelve a estar en su sitio. Llega el Pincho también. Nos hidratamos y comemos lo poco que llevamos y lo que nos dan de nuevo... Que grandes estos de Navarra!!!! 


La bajada con la nieve transformada fue un infierno y nos llevó al límite de la paciencia. Caídas varias, agujeros, nieve por la cadera. Pero después de mucho esfuerzo a las 13h llegamos al refugio otra vez. Ahora viene lo bueno, bajar con todo a la espalda. Sólo de recordarlo me dan escalofríos. Comemos un poco más y emprendemos nuestra peregrinación hacia los coches. Nosotros empezamos con las botas de alta montaña y luego nos cambiamos a las zapatillas de trekking, Pincho decidió bajar con los plásticos y al final acabó con unas rozaduras de caballo. 
Una serie de factores se aliaron para que la subida fuera muy exigente en lo físico, para algunos enfermedad incluida o problemas musculares. Pero claro, después de esto creíamos que nada nos podría parar. Que error más supremo, el Vignemale nos pondría pronto en nuestro sitio, por error mio, pero en nuestro sitio.
Del coche al restaurante a tomar una merecida Jarra y a informar a los familiares y de ahí a Morillo de Tou a resolver un asunto pendiente. Este verano volveremos al Aneto con mi hermano a jugar otra partida de este juego tan bonito al que llamamos alpinismo.


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