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domingo, 13 de enero de 2013

Ibones de Anayet con raquetas de nieve

Bueno una nueva aventura que va a servir como comienzo de la preparación de la aventura del año... el Mont Blanc por la ruta de los 4000´s!! Amanece un nuevo día en el valle de Tena junto a "my soulmate"  que me ha enseñado en tan  poco tiempo que se puede disfrutar de la montaña con una sonrisa en la cara, estamos dispuestos a darle duro...
Subimos a Formigal a recoger los papeles del coche de un amigo y alquilamos unas raquetas en Intersport... objetivo aprender a ir con raquetas, subir a los Ibones de Anayet (2227 mts) y una vez allí ya veremos ;). Se nos ha hecho un poco tarde entre unas cosas y otras así que comenzamos a andar cerca de las 12h. Hoy estrenamos botas de plástico para los Alpes e iniciamos a una nueva raquetista, una profesional que aprende más rápido que respira!. Aunque la conclusión que hemos sacado es la misma, para alta montaña esquies de travesía sin duda. Las raquetas de nieve son un tipo de actividad que están al alcance de cualquiera y que acerca la montaña en invierno a todas las personas con cualquier edad o nivel físico. Siempre sabiendo medir donde nos metemos y las condiciones en las que se encuentra el medio.
Salimos de la cafetería de Anayet de la estación de Formigal (1740 mts) dirección hacia el pico Culibillas, desde el principio hasta los ibones vamos a estar en constante subida, al final saldrán +500 mts de desnivel. Comenzaremos nuestra aventura por la pista azul de "anayet" y a la altura del cartel de la GR iremos hacia donde nos indica, hacia el Oeste, siguiendo el cauce del torrente.


La ruta en cuestión no tiene perdida, es seguir el camino que veáis aparentemente más fácil o seguir una huella, buscando lo más pronto posible la margen izquierda del torrente según su curso natural. En seguida tendremos enfrente la punta espelunciecha y debemos seguir esa dirección hasta que veamos el collado a la izquierda. La subida es cómoda aunque seguir la huella de los traveseros con raquetas y nieve polvo no es los más maravilloso del mundo pero se disfruta igual.  La ruta pasa por unas cuantas pendientes aludosas, de hecho había bastantes restos de purgas por sobrecarga. Con más de riesgo 2 de aludes (pinchar aquí para ver la escala de riesgos) yo no lo haría...pero eso soy yo y cada uno asume sus riesgos. Paradita, unas avellanas, plátano y un poco de agua nos hacen recuperar energías y arrancamos de nuevo. La verdad es que estoy sudando la gota gorda, hace calor y aunque sencillo no deja de ser un esfuerzo. En una de las paradas cerca de la ultima cuesta Isabel me toma el relevo y descubre las magnificencias de abrir huella... a que no es tan descansado eh? Aún con todo marca un muy buen ritmo y no hace siquiera un descanso. Un tractorcillo como una que yo me sé.

Disfrutando a tope de la nieve y el collado muy al fondo
Tras unas ultimas rampas verticales practicando la vuelta maría con raquetas ;) llegamos a los llanos de Anayet donde al fondo encontraríamos los ibones... están cubierto de nieve pero ahí se ven en verano. El día ha aclarado y no hará menos de 4ºC... de hecho hemos pasado calor en la subida. Las vistas del anayet en invierno son espectaculares y las del midi a nuestra derecha también  Sacamos las cosas para almorzar, un buen bocata con pan de leña, son las 14h así que la subida ha sido rápida y a grandes trancos, no soy el único que anda a zancadas de gigante creedme. No se puede pedir nada más, el día está siendo perfecto sin duda. Nos planteamos hacer la cima del Vértice porque material llevamos pero decidimos que dada la hora que es vamos a disfrutar de las vistas y del monte y a bajar tranquilamente sin forzar la máquina. 

Eso no es tripa, que llevaba los guantes en los bolsillos mal pensados
Cuando estamos acabando empieza a subir una niebla espesa desde canal roya, en pocos minutos el midi desaparece y el Anayet está cubierto... nos colocamos las raquetas y bajamos todo lo rápido que podemos para evitar que nos engulla. No hay perdida pero mejor bajar con visibilidad y con los cinco sentidos que pendiente de otras cosas que los peligros en invierno se multiplican. Sé de una que disfrutó de la bajada como una enana... Gracias a dios que conseguí cansarla porque llegué a pensar que o yo estaba muy flojo o alguien era una super woman... Aunque lo pienso de todas formas ;).
En una hora aproximadamente estamos de nuevo en la cafetería tomando una cervecita. Hoy tocaba hacer practicas con los piolets así que después del refrigerio subimos una pendiente y a tirarnos cuesta abajo y a frenarnos. Refrendamos lo dicho antes, alguien aprende muy deprisa y sabe cuando la van a empujar sin avisar  pendiente abajo jajajajajaja. :)))

Asolo, Koflach y Anayet
Tras estirar correctamente en el aparcamiento arrancamos hacia la casita... ha sido un día perfecto, una gran actividad cómoda y divertida e ideal para iniciarse en la montaña invernal. La sensación de soledad que transmite la montaña en invierno es algo que todo el mundo debería de probar. El frío y amenazante blanco, el silencio, la falta de vida, la lucha contra los elementos... realmente os lo recomiendo, realmente esto es la vida, esto es vivir... No podría pedir nada más, no podría desear nada más que lo que tengo ahora... como diria K.Hornet, " que buscamos? Quizás vivir?". Y como premio para acabar el día una supercena de la mano del chef Guissepe Gimenino.
La merecida recompensa
I´ll see you soon guys!!

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