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lunes, 19 de febrero de 2018

vía Santiago Sagaste (240 mts/ 6a), peña Rueba


" La vida es fascinante, sólo hay que mirarla a través de las gafas adecuadas." Alejandro Dumas.

Siento ir con tanto retraso en el blog, pero no me da la vida para más. ¿Domingo con una mañana libre y un compañero de cordada que por una vez no está en el valle de Tena?. Esto es increible. Repetimos la cordada Alex-Josete y tenemos claro que el objetivo es Rueba y el mallo de la Mora que las vías en 2h o poco más las tenemos hechas. Dudamos entre la Santi Sagaste, Edu Roche, la directa o la Bruno Gaspar... Así que les preguntamos a los aperturistas y nos dicen que la más rápida es la que al final acabaremos haciendo como chicos obedientes, la Santiago Sagaste. Me gusta mucho la tapia, y las vías clásicas pero las vías equipadas también tienen su encanto y sobretodo te permiten hacer cosas en menos tiempo. Gracias a los que desinteresadamente equipáis para los demás.
Vía que recorre un paño elegante de pared con algún largo precioso, buena orientación sur que con sol en invierno se está bastante bien. Nosotros la hicimos en 6 largos aunque la reseña original marca 8. Se pueden empalmar largos con una buena gestión de cuerdas o unos buenos tirones de riñón.



Salimos de Zaragoza a las 8 am. Mucha prisa no llevamos que hace una rasca que pela, el grajo está con bufanda hoy, estábamos en plena ola de frío cuando la hicimos. Esperemos que con el solete la pared se caliente un poco, aunque también marcan bastante viento. Del tirón hasta murillo para tomar un café, por cierto muy aceptable. Charlamos de lo divino y de lo humano. Siempre vienen bien los ratos de coche para ponerte al día.
Es hora de ir hacia la pared pero antes de arrancar un grupo de personas nos pregunta por el acceso a la ferrata sur de Rueba, así que les indicamos que nos sigan por el camino que les llevamos hasta el inicio. La pista está bastante bien para un coche alto, aunque se puede llegar sin problema con un poco de cuidado con un coche normal.
En un periquete estamos allí y nos equipamos, cintas, cuerdas dobles y lo normal para una vía de varios largos equipada, sobre todo el casco, que aunque está muy limpia, yo me lleve un bolo y los buitres a veces son de lanzarte regalos. El acceso no tiene pierde a pie de vía y lo hacemos a la carrera adelantando a los chicos de la ferrata por el camino. Hasta pie del mallo grande y seguir por el sendero hasta el cartel de la "Edu roche" y luego volver un poco para atrás. El inicio de vía está marcado de forma inequívoca.
Nos equipamos y repartimos los largos para que a mi me toquen los dos de 6a, el primero y el quinto.


L1+ L2: 55 mts 6a. Largo que empieza vertical y picante. Hace un frío que pela y no siento ni las manos ni los pies. Todavía no ha visto sol esta parte de la pared y se nota. No lo encandeo a vista porque no siento de donde me agarro, picante para empezar en frío. Aún así tiro igual que no queda otra. El segundo largo muy sencillo pero de buscar los parabolts. La vía va por donde se ve más limpio con tendencia a derechas hasta la vira central. Notarás que te has salido si la roca que coges se cae a trozos.

L3: 30 mts. Vº-. Largo cómodo ya con sol y más agusto. No recuerdo mucho del largo, sencillo y disfrutón. Evidente hasta debajo de unas panzas.

L4: 30 mts. Vº+. Sucesión de tres panzas, con buenos cazos y de salida relativamente sencilla. Muy rigleras pero con el equipamiento al gusto.


L5: 30 mts. Vº+. Más de lo mismo, quizá un poco más sencillo pero sin pierde. Escalar buscando lo evidente y los pasos fáciles para salir de las panzas. Buena temperatura y buen ambiente con verticalidad. Relajación para contrarrestar el estrés del día a día. Un gustazo ver a los buitres pasar ajenos al mundo humano.

L6: 30 mts. Vº+/ 6a. Largo que empieza a izquierdas y luego va ganando las panzas. El paso difícil la salida de una de ellas. Buena posición y buen agarre para prepararla y luego una apretada. Siempre que estoy en riglos (o Rueba) me viene a la cabeza una frase que me dijo Ursi Abajo hace siglos una vez que coincidimos con la gran cordada Ibarzo-Abajo en la misma vía. " Chico cuando en riglos no veas que agarrar sube los pies, siempre sube los pies que algo aparece". Es una máxima que llevo grabada en la cabeza y que nunca me falla. Luego el ir sobrado de grado tambien ayuda jajajajaja.


L7+L8. 55 mts. Vº. Probablemente el largo más bonito de la vía, vertical pero con mil agarres y buena roca, mar de bolos. Verticalidad, buitres, sol, soledad... combinación perfecta. El segundo largo discontinuo y sin interés, quizá IVº- algún paso. La reunión arriba en un cable aldededor de una sabina


Fin de la vía y abrazo. Se ha disfrutado. Escalar un domingo junto a esta maravillosa persona y gran amigo es un lujo y un regalo de la vida. Si durante años la vida no me sonreía ahora tengo todo lo que puedo pedir y con lo que podía soñar. Momento de soledad mientras comemos unas almendras y echamos un trago de agua. Es hora de bajar. Hasta el collado y luego por la ferrata que baja del mallo de la mora directa a empalmar con la sur. Se puede bajar subiendo hacia la ferrata normal y bajar desde arriba con dos largos más de IIIº equipados, para gusto los colores. Creo que esta bajada es más directa pero un pelín más dificil. Bajamos volando y cuando llegamos abajo corremos al coche. Hemos visto a los de la ferrata bajando por arriba. Qué habrán pensado de dos tarados que han subido a la carrera, han escalado una pared y los han visto bajar corriendo como alma que lleva el diablo jajajajaja. Cuando llamo a casa resulta que el peque estaba malo con otitis y han tenido que ir al médico, pobrecito y yo por ahí escalando. Gajes del oficio, pero que oportuno el pequeño titán. Que mal te sientes cuando le pasa algo a tu chico y no estás ahi para ayudarle. Cosas de padres novatos.


Vía muy recomendable para una mañana de frío, protegida del aire. Bien equipada y con algún pasaje muy bonito. No os defraudará y veréis el resto de vías de este paño de roca que seguro tendréis que tachar. Un saludo y nos vemos por ahí arriba.

viernes, 9 de febrero de 2018

Ascension al Aspe (2645 mts) invernal desde Aísa

Panorámica desde la cima con el Gran Midi en el centro.
"Me tenías desde que me dijiste hola." Jerry Mcguire.

Y así comienza otro día de esquí, proposición indecente por whatsapp, cuadrar agendas y plantear alternativas de salida. Hoy las opciones al final eran dos, Aspe o Collarada. Contad que las condiciones que os voy a relatar son de antes de este gran temporal que hemos tenido y la montaña me consta que han cambiado radicalmente. 
Mensajes previos a Pincho (Mentidero alpino) y a Chemita Galve (De vuelta al estilo rústico) y concretamos planes después de esa gran información de primera mano. Aspe media hora de porteo, Collarada hasta la Trapa, es decir sus dos horas no te las quita nadie. La decisión es clara y uno de los dos los voy a tachar en mi mini proyecto de repetir con esquíes las cumbres de mi infancia.
Hoy somos tres los encartados en el asunto. El gran Felix, Ana y yo. A Félix ya lo conocéis pero Ana es nueva en el blog y obviamente para mi también. Una chica que el susodicho conoció en el finde de skimo de Bujaruelo y que emigró de la capital a Zaragoza sólo para estar cerca de los Pirineos. Con eso os digo todo. Un encanto de persona en resumen. 
El viaje ameno y sin dormir, llega un momento en que el cuerpo se acostumbra a la falta de sueño producida por el terremoto que tenemos de hijo (y su adaptación a los virus de la guardería) y a pesar del cuerpo escombro que gasto después de empalmar gripe y gastrítis en el mismo pack en 10 dias.
En coche pues hasta el final de la pista de Aísa, carretera límpia y en muy buen estado. Hace más frío del esperado y a la nieve, muy a nuestro pesar, le costará más en transformar. Varios coches en el lugar, no estamos sólos ni siquiera un miércoles.


Después de preparar todo el material y equiparnos, salimos rumbo a la PR que asciende en verano al Pico. Nos salieron 40 minutos de porteo subiendo a buena marcha. Un poquito más de lo esperado. Bajando conseguimos apurar por lenguas de nieve hasta el río.
Hay por delante un chico con raquetas y una pareja con esquíes, nadie más. Los iremos alcanzando poco a poco. A la pareja en la subida y al chico en la cima, nos sacaba bastante ventaja.
Foqueo cómodo hasta el primer embudo, Ana ya ha salido con cuchillas desde que hemos calzado las tablas, Félix se las pondrá casi al final y yo al comenzar el embudo. En la guía de J.G. Dihinx marca preferiblemente con crampones. Valorad condiciones in situ.


En la siguiente "planicie" nos acabamos juntando, hemos adelantado a la pareja. Ana ha puesto crampones y seguirá con ellos hasta salir del segundo embudo. Nosotros seguimos con cuchillas trazando tranquilamente y por fin cogemos una buena huella de subida que nos deja, tras superar un estrecho más pendiente, el Aspe a la vista. La nieve una vez sales de esta zona de orientación SW ya ha transformado algo permitiendo foquear sin cuchillas. 
Las vistas del Aspe y la Llana quitan el sentido. Los Lecherines por un lado y el Bisaurín por otro nos flaquean y nos vigilan. A nuestra espalda visión panorámica brutal, Moncayo y otras sierras lejanas se aprecian teñidas de blanco. Un poco de oxigeno para el alma.


El día es espectacular, quizá un poco más fresco como he dicho, de lo esperado y con una constante brisa del sur que nos impedirá disfrutar a tope de la cima, pero casi casi de 5 estrellas. Poco a poco nos acercamos a la pala final, muy franca, que nos dejará encima de la brecha del Aspe. Pala de moderada inclinación que yo hago sin cuchillas y los demás se las ponen desde abajo. La huella es perfecta y muy bien trazada y permite subir sin correr riesgo alguno, aunque no haya transformado la nieve y esté bastante dura.
Sin demasiados esfuerzos llegamos al sitio donde se dejan los esquíes. Calzamos crampones y nos lanzamos a afrontar los últimos 80 mts de subida con la cima a la vista.


Y después de un breve transito con crampones y piolet por las heladas laderas del Aspe nos plantamos arriba del todo. CIMA!. Fotos, abrazos y alguna llamada de teléfono. Las condiciones en la norte son bastante malas y se aprecia desde aquí. Siempre hay dos caras de una moneda y muchas veces las benevolentes sures contrastan con las indomables nortes. En un mismo pico cielo e infierno. Ahora toca decidir cual es cual que todo depende del día y de la actividad, ¿no creéis?.
Decidimos no comer nada aquí y hacerlo donde los esquíes, pero al final en ambos sitio el viento hacía la espera bastante desagradable y el habituallamiento fue frugal y rápido. Tiempo de subida en torno a las 3h 30´con paradas. 


Es hora de quitar focas, guardar crampones, bloquear botas y calzarse los esquíes, viene la parte más gozosa, si cabe, del día. Tres esquiadores tres marcas de botas y el mismo concepto, ligereza y movilidad. Yo llevo unas Sportiva Spitfire 2.0, Félix unas dynafit TLT 7 y Ana las Arc´Terix Procline. 
Ella se marca dos giros y decide no bajar más, la combinación de nieve dura y botas que no se adaptan a su tipo de esquí no es lo ideal. Echa de menos los tres ganchos. Nosotros gestionamos la pala como se puede pero disfrutando, aún así, hasta el plano donde hay un radical cambio de nieve. Esperamos a Ana y ella se calza también las tablas. Bajamos unos buenos metros hasta el primer embudo y sigue sin verse y sin encontrarse a gusto, a pesar de la fabulosa nieve que encontramos. Se equipa con crampones y piolo y dice que nos vemos abajo. Continuará a pie.
Nosotros seguimos y flanqueamos a la izquierda a una zona bastante inclinada pero con poca huella. La nieve no está perfecta del todo pero se disfrutará mucho. Giros duros y verticales pero emocionantes y maravillosos. Esquí de montaña en estado puro.


Llegamos al primer embudo de la mañana y la nieve está muy noble, dejándose esquiar bien. Esperamos a Ana y cuando la vemos bajar segura continuamos buscando las lenguas de nieve, que no sin esfuerzo, nos permitirán esquiar hasta el río. Acabamos bastante metidos en el valle y al final llegaremos a la pista los tres a la vez.
Día genial junto a estas dos increíbles personas. Me hace feliz pensar que la mayoría de la gente que "andamos" por estos lares compartimos tantas cosas. Espero coincidir más veces todos juntos. He disfrutado mucho, tanto subiendo como bajando y aunque tengo muchas muchas ganas de esquiar con Isabel de una vez, algo matamos el gusanillo, que no es poco. 


Y sin más coche y de vuelta al hogar. Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde espero. Llevo el blog muy retrasado, con muchas actividades que creo quedarán en el tintero pero así es la vida.