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viernes, 16 de junio de 2017

Escalada en Forronías, Vía Libra (75 mts, 6a obliado)




" Prefiero ser un optimista loco antes que un pesimista sensato".

Y después de la esquiada matutina para despedir la temporada; y de la comida a cuerpo de rey con Alex y Ele (www.anayetvertical.com), toca escalada rápida por la tarde. Yo hubiera preferido tirarme algo más largo pero el tiempo apremia y al menos intentaremos pasar un rato divertido. Soy un afortunado por poder disfrutar de estos momentos que me hacen féliz y me recargan las pilas. No os imagináis cuanto.
La zona elegida en esta ocasión va a ser Forronías en Panticosa y dentro de las que hay la Libra, vía reequipada y no con demasiadas reseñas en internet. Según el croquis de Luichy le da 6a, obligado 6a. Eso siempre mosquea un poco.


Acceso mínimo y cómodo. Para que os hagáis una idea de donde esta, aparcáis en un apartadero frente a la pared, subís al sendero bajo la zona de vías. Pasais la Sendero Límite (chapas amarillas), la zona de deportiva y al otro lado, casi al final entre unos desplomes y un diedro muy marcado. La vía del diedro es la Piscis. Nos equipamos y vamos a darle al tema. Yo he entrenado justo el día anterior y voy algo justo de pilas pero intentaremos darlo todo. Mi humilde opinión es que no es una vía de deportiva al uso porque los seguros no están demasiado bien colocados y sobre todo lejos de los pasos con algún posible saque no demasiado limpio. La roca curiosa pero con zonas algo inestables. Al final nos llevamos mejor sabor de boca que con el que comenzamos.

L1: 6a, 20 mts. Empieza por una placa sencilla, con avispero en un cazo, menos mal que esta vez lo ví, que poco a poco se va complicando camino de un desplome. Antes del desplome es donde están los pasos duros, con dos o tres movimientos de placa que no conseguí ver a la primera, así que a vista no pudo ser. La salida del desplome con muy buenos cantos y de tirar de brazos. La libero no sin gruñir un poco más de lo previsto en la zona de abajo. Reunión cómoda. Alex hace lo propio aunque no nos gusta demasiado como se nos está mostrando la vía.


L2: 6a, 30 mts. Largo que se tira Alex como un titán. Salida curiosa donde un parabolt para la pequeña travesía y evitar el factor 2 no hubiera estado de más. Vamos que en mi opinión es necesario. Aunque una vez que lo haces es más fácil de lo que aparenta. El largo se sitúa una vez superadas unas placas bajo un desplome que corresponde  a la vía de al lado. Hay que ir por la izquierda, para superarlo. Y luego en terreno algo más comodo a la reunión en repisa. Alex libera pero tampoco a vista. Ha tenido que pensarselo en la salida del techo. Yo que no me entero y me lo tiro recto gruñendo y diciendo que para ser un V+ es un poco duro de más. Y tanto, es del 6b de al lado. Liberado también pero por error.


L3: 6a, 25 mts. Largo en el cual me vuelvo a complicar, salir con tendencias a la izquierda pero no demasiado, si no acabas en una placa pulida y sin agarres donde se gruñe bien. Llegada a un desplome de buena presa en el cual me lo tengo que volver a pensar y me quedo sin sacarlo a vista. Luego acabo haciendo lo que tenía pensado pero me falta decisión. Sale sin problemas con movimientos muy bonitos. Luego hasta la reunión un pasito algo expuesto ya que no han reequipado y han dejado un spit de la época. Aúnque es algo más sencillo que la parte primera. Alex pasa mejor que yo el techo pero un poco más a la derecha y en un momento dado lo veo mirarme con cara de vaca mirando al tren. No entiendo que hace volando con un trozo de roca en la mano. Me cuesta un segundo procesar los datos. Alex se ha quedado con un canto en la mano y como yo no se lo esperaba y se marca un vuelito muy interesante. Risas garantizadas. Una repuesto del susto hasta la reunión en un periquete.

Montamos todo el tinglado para el rápel que posiblemente llega hasta abajo con cuerdas de 60 mts. Pero preferimos no arriesgar. Revisamos todo y menos mal que me percato que hay que tirar de la verde. Porque según Alex era la roja. Le hice una foto con el móvil por si no me creía. Y luego el que está empanado soy yo jajajajajajajaja.

Día para enmarcar después de la subida a Sabocos, una escalada a la sombra curiosa. Quizá podría, más bien debería estar mejor equipada ya que los pasos quedan por debajo de la chapa, cosa que no me importa, pero algún vuelo puede ser muy sucio y eso no apetece. Alguna salida de reunión también es mejorable. La roca curiosa con buenas presas y varios desplomes que le dan la salsa a la vía. En otros lados seguro que le daban más grado. Imposible acerar en muchos pasos, tienes que tener el grado asentado para disfrutarla. Todas las reuniones rapelables.

Es hora de volver a casa junto a mi maravillosa familia. Cuanto se puede llegar a echar de menos a una personilla. Ganas de volver a hacer cosas con mi pequeña y de pasear con Dieguito en mi espalda. Ya queda menos. La vida te regala momentos maravillosos que hay que atesorar en la mente y en el corazón. Menos mal que tengo mucho hueco en ambos porque no podría tener más suerte en esta vida. La montaña me recarga las pilas y me libera el espíritu y mi familia me hace ser la persona más afortunada de la tierra y sentirme la más querida. Y luego está Isabel que me hace y me deja ser, sin pedir nada a cambio. Gracias sin más palabras.

Nos vemos por allí arriba, más pronto que tarde espero.

miércoles, 7 de junio de 2017

Ascensión a peña Sabocos (2757 mts), la última de la temporada


"Puedes pegarme, puedes tirarme al suelo. Incluso escupirme o mearme. Pero por favor no me aburras. " Clint Eastwood.

Los calores ya hacen estragos y poco queda de buenas nieves que no sean caras nortes y grandes porteos. Bueno y las Maladetas. Tengo el domingo libre de obligaciones así que el plan va a ser como si no tuviera un pequeño esperándome. Por la mañana esquiar y por la tarde escalar. 
Me levanto pronto en Zaragoza y tengo ya todo preparado en el coche. Salgo temprano y desayuno en el coche, costumbre que estoy perfeccionando. Solo me falta la zumera y la tostadora. Pronto me junto en Trama con mi gurú del esquí y su maravillosa familia, Don Alex dueño de la tienda de referencia de este modesto montañero www.anayetvertical.com . Amigo y compañero de andanzas, y el tío que me ha hecho cambiar de tres ganchos a dos...
Nos montamos en el coche y salimos rumbo a la nieve. Poca aproximación y estamos poniendo las focas y dándole para arriba. Foqueamos pero nos salimos de la ruta normal y nos montamos por un lomo algo más duro pero que nos evita perder altura, por precaución ponemos cuchillas.



Ya estamos frente a la amplia pala final, disfrutando a tope de la subida, que uno no intuye desde abajo. Zona muy cómoda para foquear con amplias zetas que nos permite ganar altura sin esfuerzo alguno. La nieve pinta muy muy muy bien. Elegimos de los corredores que se nos presentan para acceder a la arista cimera, el segundo por la izquierda. Igual da, son todos parecidos y con crampones y piolet me muevo mucho más en mi terreno. Así que soy el elegido para abrir la huella hasta la cima desde el momento en que nos quitamos los esquíes.





Este pico lo cierto es que tiene un poco de todo que lo hace parecer alpinismo del bueno pero en bote pequeñito. Ahora después del corredor toca una arista con un pequeño resalte y muy muy estética. Sigo en cabeza que de los dos soy el que más a gusto se mueve en este terreno, que no quiere decir que sea mejor si no que tengo los nervios más templados.
Arista divertida que subimos hablando y riéndonos. Da gusto subir con alguien tan easy going y con el que me siento siempre tan a gusto y en quien confío tanto.



Cima, foto y abrazo. Echamos un trago de agua y oteamos el horizonte y marcamos rutas conocidas con el dedo y otras por conocer. Que bonito es nuestro Pirineo. Comemos un poco y nos echamos más risas. Toda la cima para nosotros en un día de excepción.


Y ahora toca bajar. Alex se va a marcar una bajada de antología desde la cima y por alguno de los corredores. Nivelazo. Yo arranco con los crampones y el piolet. Llegaremos a donde he dejado los esquíes a la vez, que es a mitad de corredor en una piedra. Soy muy rápido bajando con material duro, defecto de las carreras de montaña supongo. Ahora me equipo yo y Alex me espera. Respiro y me acabo la parte del corredor en tres saltos y luego a disfrutar de la gran sorpresa que nos depara Mr. Sabocos. Una nieve crema de excepción. Hasta yo lo gozo quitándome la espinita de la decepción del Aneto.


Y con esto y un bizcocho se acabó la temporada de esquí por este año. Bien apurada. Ha sido atípica en tanto en cuanto no he podido esquiar con Isabel ni una bajada. Al año que viene nos resarciremos. Gracias al incombustible Alex por aguantarme jajajajaja esquiando soy un poco quejica. Y gracias a Ele y Cris por la estupenda comida de después.

Al año que viene más y mejor, ahora toca centrarse en la vertical que llevo tiempo dándole duro en el tablero y es hora de empezar a recoger los frutos. Nos vemos por ahí arriba. Mejor pronto que tarde.