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jueves, 8 de enero de 2015

Ascensión al Pico Canal Roya (2345 mts) desde Portalet y subida al Coll de L´lou (2192 mts).


" Un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto". William Shakespeare.

4 de Enero, ayer estuvimos esquiando en Candanchú, mala y poca nieve, timo. Pero aún así aprovechamos para aprender técnica de giros cortos, que en el día de hoy me va a venir de muerte. El plan maestro no puede ser más motivante. Saldremos del estacionamiento de Aneou en Portalet y subiremos el Pico Canal Roya, no visible desde alli, luego haremos un descenso dirección al Peygeret y subiremos al collado de L´lou y si da tiempo al pico. La actividad promete y mucho!. Esta vez nos guiaran nuestros amigos Alex y Elena ( www.anayetvertical.com ) que además de gestionar una tienda de montaña de forma maravillosa son unos fantásticos compañeros de aventuras y amigos.


Hay gente para aburrir, sobre todo mucha gente con raquetas, una modalidad que recomiendo a todo el mundo para que conozca la montaña en invierno y disfrute de vistas increíbles e impagables. Salimos dirección a una especie de establo y lo dejamos a nuestra derecha. El primer objetivo del día no está a la vista, como he dicho antes. Lo que primero vemos es la Pene de la Glere, un pico muy vertical hacia el cual se enfilan nuestros pasos. Lo debemos dejar a nuestra izquierda, y desde ese momento ya veremos al final del valle nuestro objetivo y el collado hacia el que vamos a dirigir nuestros pasos. Según miramos a mano derecha. Hay mucha gente por delante y mucha por detrás, le quita un poco de encanto a la montaña pero esta es un gran clásica y estamos en domingo de puente.


La ruta es muy agradable y vamos adelantando gente con raquetas y cruzándonos con alguno que ya baja con los esquíes. La nieve empeora justo antes del collado, pero ya estamos arriba. Se ve la parte trasera del Malacara, el pic des Moines... Y la loma que nos depositará en la cima, que está pelada de nieve. Nosotros la gestionamos con tranquilidad, las focas nuevas se notan. Elena pasa un poco más de apuro con las zonas heladas y tienen que buscar una subida con más nieve más cerca de la cornisa. De cualquier forma estamos arriba en poco rato y las vistas quitan el sentido. El Anayet asoma frente a nosotros, centinela de piedra de la canal Roya, señor de Formigal y hermano pequeño del Midi. Se ve gente esquiando en Astún, el Aspe, Bisaurín, Collarada... Un compañero del club debía de andar por el Malacara pero no lo sabíamos. Que ascenso más agradecido!.



Después de darle duramente al diente y comernos unos bocatas de tortilla decidimos seguir con el siguiente tramo de la excursión. Ahora toca lo bueno para todo el mundo y lo generalmente malo para mi, el descenso. Después de las clases de mi profesora en Candanchú comienzo con seguridad, clavando bastón y haciendo giros cerrados y cortos. El hielo siempre lo gestiono bien, hasta en pistas y esta parte la paso bastante bien y me da seguridad. Seguimos hasta el collado y la pala de nieve mala la hacemos giro tras giro. Un saltito y comienza un gran descenso por diferentes nieves, disfrutando y perdiendo rápidamente altura hacia el pico Peygeret. Entramos en una especie de vallecito de nieve virgen y luego pronto encontramos una marcada huella rumbo al segundo objetivo del día, el Coll de L´lou.


Foqueamos con buen estilo. Una pequeña pausa para reparar los pies de Elena (Alex regalale unas botas cómodas ya) y continuamos a la marcha hacia el collado. Aun hay desnivel pero se foquea bien a gusto; y disfrutando de las vistas enfilamos decididamente las ultimas palas. Poca inclinación pero la nieve ya esta empezando a rehelar en las humbrías y el sol no la transforma ya en las solanas, no es tan cómodo como antes. Pronto hacemos cima en el collado y las vistas del Midi quitan el hipo. Es un pico que siempre enamora, y como he dicho en algún otro post desde pequeño era un sueño inalcanzable en el grupo de montaña. Hablabamos de él como si fuera el mismísimo K-2 del pirineo, y en cada ruta y ascensión lo veíamos siempre a veces más cerca, otras más lejos. Un día me permitió subirme a su cima, y luego llegaron más. Pero eso no le ha quitado ni un poquito del encanto y la atracción que me transmite. Hacemos unas fotos, recuperamos fuerzas y quitamos de nuevo focas. Es hora de emprender el descenso al coche.


Empezamos con un interminable flanqueo dirección al cambio de valle y seguimos con una nieve mala, después nieve más mala, miles de huellas, baches, nieve peor, nieve helada, surcos y demasiadas huellas. Hacemos lo que un amigo llama esquí de supervivencia. Esta vez me pego dos o tres trufas y en una casi no me puedo levantar, me he enredado conmigo mismo. Al final llego hecho un honguillo abajo, pero se me pasa rápido y emprendemos la pequeña subida al coche.
Ha sido como siempre un día para enmarcar! Tiempo espectacular, quizá justito de nieve pero suficiente. Grandes bajadas y buenas subidas. Mejores vistas. Increible compañía. El amor de mi vida a mi lado siempre... La montaña, nuestra casa.

Nos vemos por ahí arriba, más pronto que tarde espero.

martes, 6 de enero de 2015

Ascensión Pico Espelunziecha (2399 mts) por Corredor N


" El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta". Charles Dickens.

Estamos a 31 de Diciembre, tenemos cena familiar, pero nos pican las ganas de hacer un poco de travesía. Hemos pasado tres días fantásticos de esquí en Cerler, pero nos puede el mono de foquear y queremos iniciar a nuestro sobrino en esta bella modalidad invernal. En la cual todavía somos unos neófitos. Es un gran esquiador y un freestyler avezado, así que seguro que se lo pasa bien bajando. Tenemos unas horas así que nos decidimos por esta actividad sin madrugar que nos permitirá estar en casa con tiempo para arreglarnos y además tener unas vistas increíbles de entorno de Formigal.
Tras recoger a David en casa, salimos rumbo a Sallent de Gallego a alquilarle el material en "Gorgol"; una gente muy maja y muy montañera que suelen cuidar mucho lo que alquilan. Le presto mis Dynafit Titan al pequeño, me vienen grandes y el usa un pie más que yo. Será su último servicio porque ese mismo día las vendí para comprarme unas de pista de mi número. Y de Sallent al estacionamiento de Anayet en la estación de Formigal, donde nos pondremos los esquíes casi en la puerta del coche y tiraremos rumbo a nuestro objetivo. 
La ruta viene perfectamente explicada y detallada, con mapa, fotos y de todo, en el libro de Jorge García-Dihinx (www.lameteoqueviene.blogspot.com.es) "Rutas con esquís. Pirineo Aragonés." Tomo I. En concreto la ruta es la 44c, bajando por la 44a. 
Partimos siguiendo el telesilla Garmet por la pista azul de la Glera, nosotros subimos por el margen derecho y tuvimos que cruzar la pista con cuidado, como hacemos siempre. Otro día hablaremos del conflicto entre Resorts-Esquiadores de montaña. Este año tenemos muy muy poca nieve, y parece que sigue así al menos durante una semana más. Será el cambio climático?? Nos salimos de pista en el final de los llanos de la Glera de Anayet, veréis que hay una pista pisada con máquina hasta el restaurante de Aramón con el mismo nombre, no tiene pierde. Ya al fondo vemos el objetivo del día, el pico Espelunziecha. 


Hace un día de lujo, nada de aire y calor. La nevada de la semana anterior y el posterior temporal de aire han ido dejando acumulaciones extrañas de nieve con zonas de grandes espesores y otras casi peladas con placas de hielo, pero eso lo descubriremos en la bajada. Seguimos foqueando hasta el desvío hacia el cuello de Espelunziecha, donde nos salimos de la ruta normal para pasar a la cara Norte. Las vistas desde este punto son impresionantes con el Midi al fondo y un pequeño vallecito escondido con mucha nieve polvo. Tomamos unas fotos y nos abrigamos que a la sombra hace frío y el sol no está bien visto por estos lares. Se ve la huella perfectamente marcada en el corredor, con buenas vueltas de maría hasta donde hay que poner crampones. Hasta ahí el pequeño se desenvuelve con soltura con las clases magistrales de Isabel, y yo por detrás, cerca por si resbala para hacerle "el canario". Pero sinceramente lo hace de lujo y llegamos con mucha tranquilidad en 5 giros al abrigo donde nos equipamos. Crampones y Piolet imprescindibles. Empezamos la ascensión por una huella marcadísima. No podíamos haber hecho mejor elección para ser su primera ascensión. Pronto nos acostumbramos a la sensación de bota de esquí-crampón y enseguida acabamos la subida.

























Salimos con ganas de calor al collado y damos la bienvenida al reconstituyente sol. Yo no me he cambiado de guantes y lo pago con un dolor sordo hasta que recupero la sensibilidad. Parezco un principiante. Otra vez las vistas quitan el hipo. El plateau de los ibones de Anayet con su majestuoso pico se muestran ante nosotros. Estamos todos muy felices y sonrientes, no es para menos. Y aunque el ritmo no ha sido muy rápido, disfrutamos como nunca. Sin quitarnos los crampones hacemos cima enseguida. Hay puesto un bonito belén montañero, no sabemos de quien pero alegra, que estamos en Navidad!. Hemos visto mucha gente subir con raquetas y alguno con esquí, pero ahora mismo no observamos a nadie. Se ha movido un poco el viento así que decidimos bajar hacia la otra vertiente sin perder el tiempo y calzarnos los esquíes para comenzar el descenso. Hay mucha mucha nieve en esta cara y muy blanda, tipo merengue.


Quitamos focas, ajustamos botas y fijaciones y comenzamos la bajada haciendo un flanqueo por debajo de las rocas cimeras y una curva para pasar por debajo otra vez de unos pequeños cortados. Nos revolcamos unas cuantas veces, sobre todo yo, hasta que le cogemos el tino a esta nieve y a girar prácticamente con un pie sólo y el otro de convidado de piedra. Llegamos a la bajada hacia el barranco de Culibillas. No lo vemos muy bien de nieve, así que decidimos hacer una transición y remontar hasta la Glera de nuevo. 
Deshacemos lo "andado" y bajamos por la misma pista que hemos subido, está llena de bañeras, placas de nieve dura y pelada y gente que está aprendiendo. Toda una gymcana!!. Vemos tortas espectaculares jejejeje y David descubre que estos esquíes por pista no son demasiado efectivos. Aunque disfrutamos un montón. A mi me arden las piernas, sinceramente porque bajando soy un paquete de los buenos. Y con esto y un bizcocho nos plantamos esquiando hasta el coche. 


Ha sido un día maravilloso, en la mejor de las compañías y introduciendo al nuevo montañero en el mundo del Alpinismo y del esquí de Travesía. Disfrutamos cada momento del día y da gusto estar rodeado de la gente que más quiero donde más me gusta estar. Lo reconozco, soy un privilegiado. Esta es una actividad muy recomendable para cualquiera que este empezando o que quiera echar una mañana en un entorno formidable. Siempre atentos a las condiciones, riesgo de aludes, material, meteo... No nos olvidemos que la montaña es un medio "hostil" y en invierno más. Desearía no ver un accidente en todo el año por falta de preparación o de material.
Un saludo y nos vemos pronto... la siguiente por Portalet!