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sábado, 15 de junio de 2013

Ascensión al Balaitús o pico os Moros (3146 mts) por brecha Latour (55º, III-, AD-/PD+).


Aventura con mayúsculas y ascensión no demasiado comprometida pero a un paso ya de la dificultad. Aprovechamos el generosísimo año de nieves que estamos teniendo y decidimos realizar está preciosa y completa subida a uno de los 3000 más bonitos y escarpados del pirineo, el pico Balaitus. El Balaitús o pico os Moros es un macizo granítico situado al este de los pirineos aragoneses, marcando frontera entre Francia y España. Es la primera cima principal por encima de los tres mil metros si venimos desde el oeste. Escarpada y dificil, señorial y distante, pero siempre agradecida.

15 de Junio:
Isabel vino ayer del reino unido, así que después de una serie de compromisos sociales el viernes por la noche, nos acabamos levantando tarde. Hemos quedado con "Pincho" en la puerta del trabajo a las 13h, y antes tenemos que comprar algunas cosas en el decathlon (quemador, gas, algún HMS, frontal para Isabel...). Recogemos al tercero de MBT (Mont Blanc Team) y subimos directos hacia Huesca, pararemos de camino a comprar algo de comida que nos falta. Hamburguesa en el Mcdonals para comer, que hoy la quemamos seguro y para la Sarra.
La subida no tiene perdida, seguir la GR-11, desde el embalse de la Sarra hasta la misma puerta del refugio. Entre unas cosas y otras hasta la 16h no empezamos a andar para arriba, el río baja algo crecido, así que cambio el coche de sitio a uno un poco más alto. Cuando llevamos 1.5 kms de subida Isabel ,se da cuenta de que el frontal se lo ha dejado abajo. Rápidamente dejo la mochila y corro a por él. En menos de 20 minutos he bajado y subido de nuevo, como se nota que me estoy poniendo fino. De paso he movido el coche a una zona todavía más alta. Algo me decía que tenía que hacerlo.

La cascada que tantos problemas nos daría y una gran sonrisa :)
Después de una parada técnica para comer algo de chocolate y beber, llegamos al primer escollo de la tarde, la cascada que se aprecia en la foto de arriba. Cae por el camino como un río y se ha llevado uno de los puentes. Aunque lo intentamos cruzar con mucho cuidado no podemos evitar mojarnos hasta mitad de la pantorrilla. El agua esta caliente como os podéis imaginar, lo mismo que la de la ducha de casa. Isabel se hace bola por mojarse, como un hongo enfadado, y borrando esa sonrisa que tiene arriba en la foto marca un ritmo brutal cuesta arriba, no le gusta llevar los pies como en una charca. El paso del Onso desaparece a nuestras espaldas, eso y otro torrente. Desistimos ya de no mojarnos. Una vez quemado el cabreo, nos volvemos a juntar a un ritmo humano. Luego comienza la nieve, los guardas del refugio me había comentado que el acceso estaba bien, pero claro, no nos esperábamos tanto nevero en el camino. El resumen de la llegada al refugio es que llegamos con los pies helados, con prisas y un poco enfurruñados. Al llegar no había zapatillas de descanso para los pies, la gente las ROBA, demonios si son tristes. Nos registramos, nos cambiamos y a cenar una comida maravillosa y nutritiva a tope. Que puedo decir del refugio de Respomuso, es un poco caro pero los guardas son encantadores, incluido Ursicio Abajo "Ursi", un veterano escalador de la época de Rabadá y Navarro, un hombre abierto, sincero, llano y amable. Siempre tiene una historia o una ayuda que darte si puede. Atento, entrañable... Ya había coincidido con él hace años escalando en Riglos y almorzando en Murillo de Gallego. Sus hijos siguen el mismo camino y te hacen sentir como en casa. El ambiente como en muchos refugios genial y sobre todo en invierno, donde los que suben son siempre verdaderos amantes de la montaña. Rellenamos una ficha de a donde vamos, cuantos somos, por si pasara algo. Esta gente son Guardas de montaña no hosteleros. Coincidimos también con Jorge García D. el de "la meteo que viene", un gran esquiador y creador de un blog super útil para todos los montañeros. Después de cenar y de preparar las cosas para mañana y repasar la ruta nos acostamos temprano, 22.30h, no hay demasiado que hacer.

El refugio de Respomuso.
16 de Junio:
Son las 4.30h y toco diana. Arriba! que queremos coger la nieve buena!. Bajamos al comedor, hervimos agua y nos hacemos un té con leche y comemos algo de dulce. También nos preparamos un termo de té caliente que luego nos va a sentar de lujo. Nos equipamos con botas de plástico, polainas, pero de momento nada de encordar, ni de crampones, ni piolets... A las 4 am, unos chicos vascos se han levantado y salen cuando nosotros estamos preparándonos y desayunando, van equipados con todo, para mi que no hace falta pero bueno, tienen pintas de "pros" (profesionales) y hablo un poco con ellos. Van al mismo sitio que nosotros, pero quieren bajar por la gran Diagonal, les comento que en invierno está totalmente desaconsejado, mucho riesgo de aludes, muy peligrosa... Al final bajaron por donde todos, y mejor porque en fin... De pros solo tenían las pintas.


Entre unas cosas y otras salimos del refugio a las 05.30h, somos más lentos que el caballo del malo y eso no me agrada demasiado. Dos cosas a mejorar, antes de salir del coche haremos un repaso entre todos del material vital y hay que mejorar tiempos de equiparnos.
Seguimos la ruta por encima del barranco, ganando altura rápidamente y seguimos por debajo de los muros de la Arista de Bondidier. El riesgo de aludes por esta zona es mucho menor y andamos algo protegidos del aire. La huella está algo marcada, pero me toca a mi abrir camino desde el refugio hasta la brecha de Latour, es lo que tiene estar el que más fuerte, como dijo Pincho hay que "Jalear al caballo" jajajajaja. Subimos y llaneamos, y volvemos a subir, la nieve esta primavera lo suficiente para no ponerse crampones, pero no demasiado pesada. Por el barranco vemos a gente que ha salido justo detrás de nosotros y llevan el mismo camino. Hacemos fotos y nos hidratamos y comemos en varias ocasiones. Siempre que hay nieve es duro, aunque lleves huella del de delante, pero vamos haciendo tiempos de verano en invernal.
Amanece en la Cresta del Diablo.
Giramos el farallón de roca que protege la brecha de Latour y por fin la vemos ante nosotros. Un corredor vertical de unos 150 mts que marca el grado de la ruta. Está prácticamente cubierta de nieve, no hay resalte y no hay anclajes a la vista. Los chicos vascos están a la entrada encordándose y cogiendo los piolets en una piedra, nosotros nos vamos acercando poco a poco hacia esa roca mientras los observamos. Deberíamos habernos equipado donde estábamos cómodos, porque nos adelantaron unos chicos que venían por detrás, nos costó mucho en un espacio tan pequeño ponernos todo el material. Vemos a los chicos de delante afrontar una de las dos dificultades del día, una rimaya abierta donde está el bloque empotrado. Van con todo, como recién salido de un libro, pero les falta técnica. El cabeza de cordada intenta hacer el paso y se cae con los pies para arriba en la rimaya golpeándose duro. Nos asustamos, pero parece que aparte de dolorido no le pasa nada. Les cuesta mucho rato superar el paso, creemos incluso que van a bajarse pero lo consiguen y tiran para arriba. Los chicos que nos adelantan van más rápido y en un tris están subiendo hacia el collado y llegan a la zona de roca adelantando a los Vascos, todos vamos a seguir esa ruta puesto que la brecha esta cubierta. Subir al collado y crestear hasta arriba. Es algo más difícil en roca, pero ganas altura por la nieve. Detrás vamos nosotros, y superamos sin mayor problema.

Nuestra ruta por la brecha de Latour.
La brecha en invierno comienza, como he dicho, con una superación, nada fácil con la nieve en mal estado, como de hecho, la encontramos. Los piolets no traccionan y cuesta conseguir estabilidad con los crampones. Posteriormente una pequeña rampa de 45º/50º, luego relaja un poco durante unos metros hasta una repisa y una grieta, a partir de ahí hasta el collado sube la inclinación a unos 55º, pero con la nieve algo más dura, seguramente por el efecto del viento. Aunque madrugamos, puesto que por la noche no tuvimos rehielo, la nieve no estaba demasiado segura aunque no le hubiera dado mucho el sol. En verano no se llega hasta el collado, tomando una zona de roca con pitones, seguros y más facilidades. Aún así no nos pareció difícil, y todas las personas que intentamos cima ese día lo logramos.

Dándolo todo hacia la cima!
Una vez en el collado se sube en mixto, max.III, hasta la cima de la torre de roca que protege la brecha de Latour. Es la primera vez que escalan en mixto Isabel y Pincho, pero aunque inseguros al principio se desenvuelven bien. Alcanzamos la cima de la torre donde está la reunión del primer rápel. Desde aquí arriba ya se ve la cima y el característico tetraedro de aluminio sito en la misma. Desde este punto a la cima quedan unos 200 metros de desnivel positivo fáciles pero se hacen algo largos, por lo mismo. Ya ves el final pero parece que no llega, llevas todo el día por la nieve dándole duro, y además estás por encima de los 3000 metros. En esta ocasión Isabel coge la cabeza y marca el ritmo "Antón", despacio pero seguro. Yo le voy animando a cada paso que da, vamos bien, y estamos cogiendo a los chicos vascos también. El Pincho tiene tirones en la pierna pero aguanta como un jabato. 

La parte final, ya no queda nada!!
Cerca de la arista cimera la cosa pica un poco para arriba. Ya se notan las horas y mis dos compis lo pasan un poco mal. Intento ayudarles como puedo, les hablo, les digo de echar una foto, hasta hago un amago de cantar... estoy tan contento. Para mí esto es un sueño, subir hasta aquí de esta manera... Sopla mucho aire, a Isabel la tira dos veces y otras tantas que la sujeto yo. Ya no queda nada de nada... Hemos subido en 3h 45´que es tiempo de ascenso en verano, pero en invierno y teniendo que esperar un poco. La cosa va bien. Y aunque Pincho tenía sus dudas mientras subíamos al refugio sobre las posibilidades de llegar bien al Mont Blanc, yo lo veo claro... solo necesitamos algo de buen tiempo y una poca de suerte con la aclimatación. La forma la tenemos. Solo quedan unos pasos más y lo tenemos... solo unos pocos.... CIMA!!!

Summit!!!!! 3146 mts ganados paso a paso :)
Tomamos algo de comer arriba y ese té calentito que habíamos subido nos devuelve a la vida. Que maravilla tomar algo caliente con el frío que tenemos. No hará mucho menos de 4 o 5 grados pero hace mucho aire, las previsiones marcaban 45-50 kms hora, pero puede ser que haya rachas más fuertes. Nos protegemos tras un murete de piedra de algún vivac que hay bajando hacia la normal, echamos unas fotos y nos apresuramos a descender, aún habremos estado media hora al menos. Vamos ligeros hacia abajo, pero los Vascos y otros chavales con esquíes de travesía nos han adelantado. Nos va a tocar esperar en los rápeles. Aprovechamos la ladera que lleva a la brecha para deslizarnos y practicar autodetenciones con los piolets... Se nota que lo han hecho ya unas cuantas veces porque todos lo bordan.

No soy el único feliz!!
Llegamos a las lineas de rápel y toca esperar a 8 personas, nada menos. Pido la vez como en la verdulería y aprovechando que tenemos cobertura llamamos a casa y colgamos una fotillo en FB. Mientras bajan o no bajan sacamos el pan, el lomo y el queso y nos preparamos unos bocadillos de muerte. Ya quedan pocos y subo a ver como están los dos rápeles. Uno de los chicos vascos monta el reverso al revés menos mal que le avisan unos traveseros que subieron también... en fin, para haberse matado. Una hora de espera. Nos toca montar a nosotros. Aprovechando que no hay prisa montamos todo de academia. Triangulado, marchand, ... Primer rápel perfecto. El segundo lo cuidamos un poco menos, ya no tenemos muchas ganas de perder el tiempo. Este nos deposita en la brecha, debajo de la repisa. Isabel baja la primera, Pincho el segundo y yo recojo todo. 

Rapelándo hacia la Brecha.
La cuerda no tiene nudos, llevo una de 60 mts. Aún así, al recogerla pasa entre dos grietas uno de los cabos y se engancha, no estoy en posición de tirar demasiado fuerte sin jugármela a caerme. Así que tras pelear un rato agacho la cabeza, farfullo un juramento y subo de nuevo, llego al collado, hago un paso en mixto y desengancho la cuerda. Bajo de nuevo al collado y me dispongo a bajar hasta la repisa. La nieve está horrible y muy muy blanda, un pequeño amago de resbalón y mi caída en la norte del Aspe de hace unos años, donde casi me mato, me viene a la cabeza. Se me dispara el pulso. Respiro y bajo con mucha mucha seguridad. Cada paso 3 golpes de crampón, los piolets bien clavados... llego a la cuerda. La pliego y a la mochila... sigo bajando con lentitud y seguridad, no estoy disfrutando para nada. Isabel que me conoce desde abajo lo nota y lo pasa tan mal como yo. Un poco más abajo, otro poco más... la rimaya... me doy la vuelta y pego un salto. Ya está!!!. Me reúno con mis compañeros y seguimos bajando, ahora a muy buen ritmo.
Llegamos al refugio sin contratiempos. Un refresco, la cuenta, descansamos un poco y para abajo. Ha deshelado mucho y lo que antes eran hilos de agua ahora son torrentes, los torrentes ríos y la cascada donde nos mojamos el primer día una violenta corriente de agua que casi arrastra a dos chicas que bajaban delante de nosotros. Conseguimos pasar calándonos los tres hasta la cadera casi.
Ya no queda nada pero empiezo a preocuparme por el coche, el agua es casi el doble de cuando subimos... decido correr un poco, quizá la diferencia entre tener coche o no sean unos minutos.... Por fin llego abajo y el coche está sano y salvo, pero el primer sitio donde lo dejé, inundado!!!... algo me decía a mi que tenía que moverlo. Cervecita en el asador de la Sarra y para casa!

Tomo esta foto prestada de la "meteo que viene" y he marcado nuestra ruta.
Y ya estamos de camino a casa, a la rutina del día a día. Llevo una vida soñando con estas cosas, con disfrutar de cada instante con la gente que quiero, de preocuparme sólo por lo que debo en el monte... de aprovechar cada segundo. Y no sé si realmente lo merezco, pero hoy por hoy lo tengo!.
La montaña siempre es agradecida, un poco más si haces cima para mi, pero lo importante es el camino, el respirar libertad, empaparse de la belleza, soñar con lo imposible, superar nuestros miedos, encontrarnos a uno mismo... y sobre todo disfrutar con lo que haces.

" ¿Por qué subimos montañas?. Porque están ahí."  Lionel Terray.